Los virus oncogénicos y su efecto en las células
Los virus oncogénicos son los causantes de la transformación celular, que consiste en múltiples procesos que conducen a que una célula con un patrón normal de crecimiento y diferenciación, se vea alterado pudiendo a la larga generar un tumor. El efecto que tendría dicho virus en las células sería: Pérdida de eficiencia de adhesión (pueden migrar). Pérdida de inhibición por contacto (capacidad de crecer unas por encima de otras). Formación de colonias en medios semiblandos son invasivas y forman microcolonias. Disminución en los requerimientos de factores de crecimiento (generan bucles autocrinos que favorecen su propio crecimiento siendo insensibles a la falta de factores de crecimiento).
Mutación de los virus oncogénicos
Los virus oncogénicos pueden mutar de diferentes maneras. Por ejemplo, pueden acumular mutaciones a lo largo del tiempo a medida que se replican en el cuerpo humano. Además, los virus pueden intercambiar material genético con otros virus, lo que se conoce como recombinación, que puede dar lugar a nuevas variantes. La mutación de un virus oncogénico puede ser especialmente peligrosa porque puede llevar a la producción de proteínas virales que pueden interferir con la regulación del ciclo celular de las células huésped. Estas proteínas pueden desencadenar la transformación celular y la formación de tumores.
Inductores de cáncer de los virus oncogénicos
Los virus oncogénicos tienen diferentes tipos de inductores de cáncer que pueden contribuir a la formación de tumores. Algunos ejemplos de estos inductores son: A. Proteínas virales: Los virus oncogénicos pueden producir proteínas virales que pueden alterar la regulación del ciclo celular y promover la división celular descontrolada. Estas proteínas también pueden inhibir la apoptosis o muerte celular programada, lo que permite que las células infectadas sobrevivan y se multipliquen. B. Integración del ADN viral en el genoma del huésped: Algunos virus oncogénicos, como el virus del papiloma humano (VPH) y el virus de la hepatitis B (VHB), pueden integrar su ADN en el genoma de las células huésped. Esta integración puede provocar la activación de oncogenes o la desactivación de genes supresores de tumores, lo que lleva a la formación de tumores. C. Activación de procesos inflamatorios crónicos: Algunos virus oncogénicos, como el virus de la hepatitis C (VHC), pueden desencadenar procesos inflamatorios crónicos en el huésped. Estos procesos inflamatorios pueden promover la transformación celular y la formación de tumores. D. Interacción con otras infecciones: Algunos virus oncogénicos pueden interactuar con otras infecciones, como el virus del VIH o el virus del herpes simple. Esta interacción puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de desarrollar tumores.
El papel de los oncogenes Early 1A y Early 1B
Early 1A y Early 1B son oncogenes que forman parte de las fases iniciales de infección. El E1A se une a Rb y E1B se une a p53, ambas provocando su inactivación y la entrada en fase S. El adenovirus es uno de los virus más utilizados para la creación de vacunas y terapia génica por varias razones importantes: A. Permite la eliminación del material genético del adenovirus: El adenovirus puede ser modificado genéticamente para eliminar su capacidad para replicarse y causar enfermedad en los humanos. Sin embargo, para que el adenovirus modificado genéticamente pueda seguir siendo eficaz como vector de transferencia génica o para la creación de vacunas, necesita mantener ciertas características clave, como su capacidad para infectar y transducir células de manera efectiva. La eliminación de los oncogenes E1A y E1B es una forma efectiva de eliminar la capacidad del adenovirus para replicarse y causar enfermedad, mientras se mantiene la capacidad del virus para infectar y transducir células de manera efectiva. B. Estabilidad genética: Los oncogenes E1A y E1B son esenciales para la capacidad del adenovirus para replicarse y, por lo tanto, no pueden ser eliminados de los virus intactos. Sin embargo, la eliminación de estos oncogenes no afecta la estabilidad genética del virus, lo que es importante para su uso como vector de transferencia génica y para la creación de vacunas. C. Seguridad: Los virus que han sido modificados para eliminar los oncogenes E1A y E1B se han demostrado seguros en ensayos clínicos en humanos, lo que es importante para su uso como vector de terapia génica y para la creación de vacunas. La eliminación de los oncogenes E1A y E1B reduce significativamente la capacidad del virus para causar enfermedad en humanos, lo que disminuye el riesgo de efectos secundarios graves asociados con el uso de virus no modificados. D. Inmunogenicidad: Los oncogenes E1A y E1B son proteínas virales que pueden inducir una respuesta inmunitaria en los pacientes infectados con el adenovirus. Al eliminar estos oncogenes, se reduce la capacidad del virus para inducir una respuesta inmunitaria en el paciente, lo que puede aumentar la eficacia del vector de transferencia génica o de la vacuna.