Los estímulos son cambios que se producen en nuestro medio interno o en el medio que nos rodea. Los receptores sensoriales son estructuras especializadas que captan estímulos y generan impulsos nerviosos, los cuales son conducidos hasta el sistema nervioso central. Los receptores sensoriales pueden ser terminaciones nerviosas, como los que se encuentran dispersos en la piel, o se pueden agrupar en zonas concretas del cuerpo formando los órganos de los sentidos. Para que el receptor sensorial se excite se necesita una cantidad mínima del estímulo. Si el estímulo supera una intensidad máxima, el receptor puede dejar de funcionar, como ocurre con los receptores del olfato.
Clasificación de los receptores sensoriales
Según su localización en el organismo, los receptores sensoriales se clasifican en receptores sensoriales internos/interorreceptores (se encuentran dispersos en el interior del organismo. Captan cambios en el medio interno; por ejemplo, la variación de concentración de oxígeno o la presión sanguínea) y receptores sensoriales externos/exterorreceptores (se localizan cerca de la superficie del cuerpo. Captan estímulos del medio externo, por ejemplo la temperatura o la luz).
Según el tipo de estímulo que captan, los receptores sensoriales se clasifican en: mecanorreceptores, fotorreceptores, termorreceptores, quimiorreceptores y nocirreceptores. Estos últimos también llamados receptores del dolor, se encuentran en la piel, músculos, vísceras, etc. Se estimulan por cambios mecánicos y químicos.
Órgano de la audición y el equilibrio
En el oído residen los receptores sensoriales de la audición y el equilibrio. En él se diferencian 3 partes: oído externo, oído medio y oído interno.
Oído externo
Comprende el pabellón auditivo y el conducto auditivo externo.
Oído medio
Incluye el tímpano y la cadena de huesecillos.
Oído interno
Consta del caracol y el aparato vestibular. Este aparato está formado por 3 canales semicirculares y 2 vesículas, que son utrículo y sáculo.
PABELLÓN AUDITIVO (OREJA): Estructura cartilaginosa cubierta por piel que dirige los sonidos hacia el conducto auditivo. CONDUCTO AUDITIVO: Tubo que tiene pelos y glándulas. Estas generan cera (cerumen), que impide que pasen las partículas. TÍMPANO: Membrana que vibra con el sonido.
TROMPA DE EUSTRAQUIO: Canal que conecta el oído medio con la faringe. Permite igualar la presión a ambos lados del tímpano. CADENA DE HUESECILLOS: Unen el tímpano al oído interno. Son el martillo, el yunque y el estribo. CARACOL O CÓCLEA: Tubo enrollado que contiene el órgano de Corti, en el que se encuentran las células sensoriales receptoras del sonido. CANALES SEMICIRCULARES: Conductos responsables del equilibrio, junto con el utrículo y el sáculo.
La audición
Las ondas sonoras llegan al pabellón auditivo, atraviesan el conducto auditivo, hacen que el tímpano vibre y se transmiten a la cadena de huesecillos. El estribo envía las ondas sonoras al oído interno, lo que provoca el movimiento de la endolinfa, que estimula las células del órgano de Corti. En ella se generan impulsos nerviosos que se envían al cerebro a través del nervio auditivo.
El equilibrio
Se distingue el equilibrio dinámico (cuando nos movemos, se desplaza la endolinfa de los canales semicirculares. Las células sensoriales de estos canales detectan el desplazamiento y producen impulsos nerviosos que se envían al cerebro) y el equilibrio estático: es la capacidad de mantener la posición del cuerpo cuando nos movemos. Se detecta en el utrículo y el sáculo.
El ojo
El ojo es el órgano sensorial responsable del sentido de la vista. Está constituido por el globo ocular y los órganos anejos.
El globo ocular
El globo ocular es una estructura esférica alojada en una cavidad del cráneo que se llama órbita. Está constituido por tres capas: esclerótica, coroides y retina.
HUMOR VÍTREO
Líquido gelatinoso transparente que rellena la cámara posterior entre el cristalino y la retina. CRISTALINO: Estructura elástica y transparente, con forma de lente biconvexa. HUMOR ACUOSO: Líquido transparente entre la córnea y el cristalino. IRIS: Tiene forma de disco. Su color varía de unas personas a otras. En el centro hay un orificio, la pupila, que regula la cantidad de luz que entra en el globo ocular. ESCLERÓTICA: Capa externa, opaca y de color blanco. La parte inferior (córnea) es transparente. COROIDES: Capa intermedia con muchos vasos sanguíneos que proporcionan nutrientes a las células del ojo. La parte anterior es el iris. RETINA: Capa interna del globo ocular que contiene las células fotorreceptoras, llamadas conos y bastones. Los conos hacen que distingamos los colores. Los bastones, más sensibles a la luz, permiten la visión nocturna y en blanco y negro.
La piel
El sentido del tacto reside principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran distintos tipos de receptores que captan estímulos de diversos tipos. La piel consta de 3 capas: EPIDERMIS (es la capa exterior. Está formada por tejido epitelial. Sus células más externas están muertas y se desprenden en forma de escamas), DERMIS (es una capa interna, formada por el tejido conjuntivo. En ella se encuentran los capilares y los receptores sensoriales, que pueden ser terminaciones nerviosas libres, como los receptores del dolor, o estar agrupadas con corpúsculos dérmicos, como los discos de Merkel (sensible al contacto y a la presión), los de Krause (detecta el frío), los de Ruffini (detecta el calor) y los de Pacini (responde a la presión y capta las vibraciones). En la dermis están también los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas. En cuanto a los folículos pilosos, se asocia a ellos una glándula sebácea y un músculo horripilador, que hace que el pelo se ponga de punta. Las glándulas sudoríparas, a través del sudor, eliminan sustancias tóxicas y participan en la regulación de la temperatura corporal), e HIPODERMIS (es la capa más profunda. Está formado principalmente por células adiposas, por lo que tiene una función protectora y termorreguladora).
La nariz
El sentido del olfato permite detectar sustancias gaseosas que llegan a la nariz. En la parte superior de las fosas nasales se encuentra la pituitaria amarilla. Es una mucosa con numerosas células olfatorias ciliadas que se agrupan en el bulbo olfatorio; desde este sale el nervio olfativo que se dirige hasta el cerebro. El sentido del gusto reside en la lengua. En su superficie se encuentran las papilas gustativas, formadas por unas estructuras que se llaman botones gustativos. En ellos están los quimiorreceptores, que nos permiten detectar las sustancias de los alimentos que están disueltas en saliva.
El aparato locomotor
El aparato locomotor permite los movimientos del cuerpo, sirve de soporte al organismo, y protege los órganos. Está constituido por el sistema esquelético y el sistema muscular.
El sistema esquelético
El sistema esquelético está formado por huesos y cartílagos. Los huesos son estructuras duras formadas por la proteína colágeno y por sales de calcio y fósforo. Está constituido por el tejido óseo compacto y esponjoso. En algunos huesos existen salientes (apófisis), en los que se unen los tendones y los ligamentos. Los tipos de huesos son largos, cortos, y planos.
Esqueleto axial
Constituido por el cráneo, el tórax y la columna vertebral.
Esqueleto de las extremidades
Formado por las extremidades superiores e inferiores.
En un adulto es esqueleto tiene 206 huesos, cuyas funciones son: sirven de armazón y son el sostén de nuestro cuerpo, son las estructuras en las que se fijan los músculos, protegen órganos, como el encéfalo y la médula espinal, contienen la médula ósea roja, donde se forman las células sanguíneas, sirven como almacén de calcio, que se libera a la sangre si es necesario.
Los cartílagos
Los cartílagos son estructuras más blandas que los huesos. Están formados por tejido cartilaginoso. Se localizan en la parte anterior de la nariz, en las orejas, entre las vértebras (discos intervertebrales), en las articulaciones y en el esqueleto de los embriones.
Las articulaciones
Son estructuras que unen dos huesos contiguos. Según la movilidad que permitan esos huesos, se clasifican en inmóviles, semimóviles, y móviles.
En general, en una articulación móvil se distinguen estos elementos: ligamentos, cartílago articular y bolsa sinovial.
El sistema muscular
Está formado por los músculos esqueléticos, que están constituidos por tejido muscular estriado, el cual posee células alargadas con varios núcleos denominados fibras musculares. El ser humano posee unos 650 músculos, que son los encargados de mantener la postura del cuerpo y de generar movimientos.
Contracción muscular
El tejido muscular estriado que forma los músculos tiene una contracción rápida y voluntaria que requiere calcio, energía y aporte de oxígeno. Las fibras musculares están especializadas en acortarse (contracción) ante ciertos estímulos, para después alargarse (relajación) al cesar los estímulos. De esta manera se produce el movimiento. Cuando un músculo está en contracción, su opuesto, está en relajación.