El Tejido Nervioso
El tejido nervioso constituye todas las estructuras del sistema nervioso y se caracteriza por la escasa presencia de matriz extracelular. Está formado por dos tipos de células muy diferenciadas y altamente especializadas: las neuronas y las células de la glía. Su función es la conducción de la información sensorial, la elaboración de respuestas y el transporte de estas hasta los órganos que las ejecutan.
La Neurona
La neurona está especializada en la producción y transmisión de impulsos nerviosos. Tienen forma estrellada y se pueden distinguir en todas ellas unos elementos comunes:
- Dendritas: Ramificaciones en forma de árbol que parten del cuerpo neuronal y actúan como receptores del impulso nervioso.
- Axón: Prolongación alargada del cuerpo neuronal encargada de la transmisión del impulso nervioso.
- Cuerpo Neuronal o Soma: Contiene un núcleo central con un voluminoso nucléolo.
Las Células de la Glía
Las células de la glía realizan funciones de sostén, nutrición, relleno, aislamiento y protección de las neuronas. Existen distintos tipos:
- Células de Schwann: Envuelven los axones de las neuronas del sistema nervioso periférico cubriéndolos con mielina.
Los Tejidos Vegetales
Las células de los tejidos vegetales adultos están recubiertas de una pared de celulosa que presenta poros denominados plasmodesmos. Entre las células vegetales adultas no existe sustancia intercelular o matriz.
Tejido Meristemático
El tejido meristemático es el responsable del crecimiento y desarrollo de la planta. Se encuentra en las partes que están en proceso de crecimiento. Está constituido por células vivas con grandes núcleos, que generalmente se encuentran en mitosis. Hay dos tipos:
- Meristemos Apicales o Primarios: Se sitúan en los extremos de la planta y son responsables del crecimiento en longitud.
- Meristemos Laterales o Secundarios: Se localizan en posiciones laterales de ramas, tallo y raíces. Son responsables del crecimiento en grosor. Hay dos tipos:
- El cambium vascular (origina hacia el interior los vasos leñosos que transportan la savia bruta, y hacia el exterior los vasos liberianos por los que circula la savia elaborada).
- El felógeno (da lugar al parénquima cortical hacia el interior y a una corteza protectora hacia el exterior).
Tejido Parenquimático
El tejido parenquimático está presente en todos los órganos vegetales y sirve de relleno y unión entre tejidos. Está formado por células vivas poco diferenciadas, con una forma poligonal típica, grandes vacuolas y capacidad de división. Es el parénquima clorofílico ya que sus células presentan cloroplastos. Este tejido proporciona el color verde a las plantas y se localiza en tallos y hojas verdes. Se distinguen estas variedades:
- Parénquima en Empalizada: Situado en el haz de las hojas y constituido por células alargadas y muy unidas, con gran número de cloroplastos. Su objetivo es captar la luz solar con máxima eficacia.
- Parénquima Esponjoso o Lagunar: Propio del interior y el envés de las hojas, las células dejan entre sí unos espacios, meatos, por donde circulan nutrientes y gases.
- Parénquima Acuífero: Sus células poseen abundantes vacuolas rellenas de agua. Se hallan en plantas xerófitas, como los cactus.
- Parénquima de Reserva: Almacena diferentes sustancias, como grasas o almidón. Se encuentra en el interior de estructuras como tubérculos, bulbos, raíces, frutos carnosos y semillas.
- Parénquima Aerífero: Sus células poseen numerosos espacios intercelulares o meatos para la circulación y almacenamiento de aire. Es abundante en plantas acuáticas como los nenúfares.
Tejido Protector
El tejido protector recubre la superficie externa de las plantas, evita la pérdida de agua y las protege de cambios de temperatura, parásitos y daños mecánicos. Además, permite la absorción de agua y sales minerales a nivel de la raíz. Tipos:
- Epidérmico: Está formado por una capa de células aplanadas, sin cloroplastos, muy unidas entre sí y con un recubrimiento externo ceroso, la cutícula (sustancia impermeable que impide la pérdida de agua y protege a la planta de la desecación). Presenta estomas (dos células con forma arriñonada; entre ellas queda un orificio, el ostiolo, que puede abrirse o cerrarse, regulando de esta manera el intercambio de gases entre el interior de la planta y el medio que la rodea) y tricomas (en las raíces facilitan la absorción de agua y sales minerales y en los tallos y hojas protegen contra la desecación o contra ataques de animales).
- Suberoso: Está compuesto por células muertas dispuestas en varias capas, llenas de aire, con paredes gruesas e impregnadas de una sustancia impermeable, la suberina. Para facilitar el intercambio de gases, el tejido suberoso presenta unas grietas llamadas lenticelas.