Sistema Sensorial y Percepción
Introducción
El sistema nervioso central (SNC) recibe y procesa información tanto del entorno como del interior del cuerpo. Cada sentido, con la excepción del tacto, se localiza en una zona específica, principalmente en la región cefálica. Ontogénicamente, estos órganos sensoriales se desarrollan a partir de una placoda ectodérmica, en asociación con tejido neuroectodérmico. El proceso general sigue la secuencia: receptor-terminación nerviosa periférica-soma neuronal en ganglio periférico-segunda neurona y restantes en el SNC.
Receptores Sensitivos
Clasificación según el estímulo
- Mecanorreceptores: Detectan deformaciones mecánicas.
- Quimiorreceptores: Detectan cambios químicos.
- Barorreceptores: Detectan cambios de presión.
- Fotorreceptores: Detectan ondas electromagnéticas del espectro visual.
- Termorreceptores: Detectan cambios de temperatura.
- Osmorreceptores: Detectan cambios en la presión osmótica.
- Nociceptores: Detectan estímulos dañinos (mecánicos, químicos, térmicos y polimodales).
Clasificación según la distribución
- Exteroceptores: Reciben estímulos del medio externo.
- Cutáneos
- Órganos sensoriales especiales
- Propioceptores: Reciben estímulos de tejidos profundos.
- Órganos neurotendinosos de Golgi
- Husos neuromusculares
- Corpúsculos de Pacini
- Articulares
- Vestibulares
- Interoceptores: Se encuentran en vísceras y vasos sanguíneos. Responden a la distensión, ocasionando dolor visceral.
- Quimiorreceptores
- Barorreceptores
Transmisión de los Sentidos
Tacto
La información del tacto se transmite al SNC a través de neuronas sensitivas periféricas, cuyos somas se encuentran en los ganglios raquídeos y en los ganglios de los pares craneales. La distribución cutánea de estos nervios forma los dermatomas.
Gusto
La información del gusto de los dos tercios anteriores de la lengua se transmite a través del nervio lingual, la cuerda del tímpano y el nervio facial, llegando al ganglio geniculado. El tercio posterior de la lengua es inervado por el nervio glosofaríngeo, con el soma neuronal en el ganglio petroso. Botones aislados en laringe y faringe son inervados por el nervio vago (ganglio yugular o nodoso), y en el paladar por el nervio supratimpánico (del facial, ganglio geniculado). Los sabores se perciben en zonas específicas: dulce y salado en la punta, ácido en los bordes, y amargo en la región posterior.
Olfato
A diferencia de otras vías sensoriales, en el olfato no hay células sensoriales propiamente dichas. La célula olfativa es una neurona bipolar. La primera neurona se encuentra en la mucosa olfatoria y la segunda en el bulbo olfatorio. Esta vía no tiene escala en el tálamo.
Oído y Equilibrio
El nervio vestibular, con su ganglio vestibular en el conducto auditivo interno, se divide en tres ramas: superior (utrículo y conductos semicirculares anterior y externo), inferior (sáculo) y posterior (conducto semicircular posterior). El nervio coclear se ramifica en la base de la columela, pasando por la lámina espiral. El ganglio espiral (células bipolares) se encuentra en el conducto espiral. Ambos nervios forman el nervio estatoacústico (VIII par craneal).
Visión
Reflejo de acomodación del cristalino: Permite enfocar imágenes en la retina mediante la modificación de la curvatura del cristalino. En la visión lejana, el cristalino se aplana. Para la visión cercana, los músculos ciliares se contraen, aumentando la curvatura del cristalino. La presbiopía se produce por la pérdida de elasticidad del cristalino con la edad.
Reflejo de apertura pupilar: El iris regula la cantidad de luz que entra al ojo. La midriasis (dilatación pupilar) se produce por la contracción del músculo dilatador pupilar (inervación simpática). La miosis (contracción pupilar) se produce por la contracción del músculo constrictor pupilar (inervación parasimpática).
Los bastones son más sensibles a la luz que los conos y se utilizan en condiciones de baja luminosidad. Los conos son responsables de la visión del color.
Adaptación a la luz y a la oscuridad: La adaptación a la luz implica la reducción de fotopigmentos y la constricción pupilar. La adaptación a la oscuridad implica la regeneración de rodopsina y la dilatación pupilar.
Vías Sensoriales al SNC
Vía del equilibrio: Las fibras vestibulares terminan en los núcleos vestibulares, el cerebelo y la formación reticular. Controlan el equilibrio, los movimientos oculares y la postura.
Vía auditiva: Las fibras del ganglio espiral llegan a los núcleos cocleares, luego al núcleo olivar superior, lemnisco lateral, colículo inferior, núcleo geniculado medial y finalmente a la corteza auditiva.
Transmisión del sonido: Las ondas sonoras viajan a través del oído externo, membrana timpánica, huesecillos y ventana oval hasta la cóclea, donde se genera una onda viajera en la membrana basilar.
Vías visuales: La vía centrípeta directa transmite la información visual desde los fotorreceptores hasta las células ganglionares. Las vías centrífugas modulan la información visual. La información se procesa en el núcleo geniculado lateral y la corteza visual. Otras vías se dirigen al techo, colículo rostral y núcleo supraquiasmático del hipotálamo.