Enterotoxemia
Esta enfermedad es causada por Clostridium perfringens tipo D o Welchii. Afecta a bovinos, ovinos y caprinos, principalmente a animales jóvenes. Esta bacteria es habitante normal de la flora bacteriana de estos animales. La causa predisponente es el sobreconsumo de alimentos, especialmente aquellos ricos en energía y escasos en fibra, como granos y concentrados, ya que generan un medio muy rico para la proliferación explosiva de estas bacterias. Al aumentar la cantidad de bacterias en el intestino de los animales de forma descontrolada, se libera una toxina que, además de dañar la mucosa intestinal, pasa al torrente circulatorio generando daño vascular, convulsiones y, finalmente, la muerte. Debido a lo agudo del cuadro, lo único que se puede observar es una diarrea profunda y cambios conductuales de excitación.
Diagnóstico y Control
No existe un tratamiento satisfactorio, por lo que las medidas de control son fundamentales. Por un lado, debemos medir la cantidad de alimentos ricos en energía en animales jóvenes, ya que son incapaces de medir su consumo. Por otro lado, los programas de vacunación en los meses de otoño y primavera, previo a cambios bruscos de dieta, han demostrado ser eficaces.
Tétano
Es una enfermedad provocada por Clostridium tetani que afecta a bovinos, equinos y muchas otras especies, presentándose con mayor frecuencia en animales jóvenes. La forma de ingreso del clostridio es a través de heridas que no se desinfectan, ya que esta bacteria se encuentra en los suelos. El período de incubación varía de tres días a cuatro semanas, y el curso de la enfermedad es de cinco a diez días. Los síntomas comienzan con rigidez y temblor muscular, apariencia facial en estado de alerta (orejas erguidas, párpados retraídos y orificios nasales dilatados). En la medida que avanza el cuadro, se produce parálisis de los músculos masticatorios, por lo cual el animal presenta abundante salivación. Luego, el animal adopta una postura de caballete, con los cuatro miembros rígidos y la cola extendida, la marcha se torna dificultosa y el animal cae.
Diagnóstico y Control
El tratamiento consiste en penicilina en altas dosis y relajantes musculares para evitar la rigidez y las convulsiones, pero por lo general, cuando el animal cae, el pronóstico es desfavorable. La forma de control se basa en la desinfección de todas las heridas, incluyendo descorne y castraciones, y la vacunación de los animales. Clostridium tetani está considerado en algunas vacunas clostridiales que se deben aplicar en otoño y primavera al ganado bovino.
Tuberculosis
Es una enfermedad producida por Mycobacterium bovis, que afecta a muchos animales, incluido el hombre. En los bovinos, las principales formas de presentación son la respiratoria, digestiva y mamaria. No hay predisposición por edad, pero sí en animales que se encuentran confinados. La principal vía de contagio es la inhalación y, en segundo lugar, la vía digestiva. Esto se debe a que los animales afectados por tuberculosis liberan los microorganismos en la exhalación, por la tos y por heces contaminadas. Dependiendo de la vía de entrada, se observarán lesiones primarias en los ganglios correspondientes, provocando su infección y posterior diseminación a otros órganos, siendo frecuente observar aumentos de tamaño de los ganglios. En una segunda etapa, los microorganismos viajan por el organismo alojándose en distintos órganos, dando lugar a tuberculosis pulmonar, digestiva, mamaria y, en menor grado, genital. La tuberculosis pulmonar produce tos crónica por el desarrollo de un proceso de bronconeumonía, que finalmente lleva a serias dificultades respiratorias y eventualmente a la muerte. La tuberculosis mamaria produce mastitis y aspecto granuloso de la leche, lo que tiene gran importancia por ser una fuente de alta diseminación a los animales que consuman esa leche, razón por la cual la pasteurización es necesaria antes de consumirla. La forma genital o uterina es poco frecuente, pero es capaz de generar infertilidad y abortos. Independiente de la presentación, la tuberculosis es de la mayor gravedad, ya que el desmejoramiento progresivo del animal ocasiona importantes pérdidas económicas, sea por disminución en la producción láctea, menores ganancias de peso y decomisos en mataderos.
Diagnóstico y Control
El diagnóstico en el animal vivo se realiza a través de la prueba de la tuberculina, y en animales muertos puede realizarse por el estudio de las lesiones que produce en los distintos órganos. El aislamiento del microorganismo también es de utilidad. Si bien el desarrollo farmacológico ha llevado a perfeccionar los tratamientos, estos son caros y lentos, por lo cual se prefiere eliminar a los animales positivos a la prueba de tuberculina. Las medidas de control consisten en prohibir el ingreso de cualquier animal que no presente resultado negativo a una doble prueba de tuberculina, o bien comprar animales provenientes de predios libres de la enfermedad. También es recomendable realizar periódicamente monitoreo del rebaño efectuando la prueba de tuberculina a todos los animales mayores de 6 meses de edad y tomar las medidas pertinentes recomendadas por un médico veterinario y el SAG.
Enfermedad de la Vaca Loca, Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB)
Esta enfermedad es producida por un prión (partícula derivada de una proteína natural existente en los animales, pero que, debido a la manipulación que hizo el hombre en la alimentación de los rumiantes, generó cambios otorgándole la capacidad de replicarse en células y ocasionar daños en el sistema nervioso central -SNC- de los animales). Los priones son partículas de una extremada resistencia a desinfectantes, condiciones medioambientales e incluso a radiaciones. Debido a lo anterior, la única forma de contagio demostrada es la ingestión de alimentos modificados por el hombre o por el consumo de animales que tuvieron la enfermedad. Si bien esta enfermedad es propia de los bovinos, se ha visto estrecha relación con una enfermedad ovina y con otra que afecta al hombre. Ante la duda, se han tomado las medidas pertinentes para cortar el ciclo e impedir que esta enfermedad llegue al hombre. El período de incubación se estima entre 4 a 5 años, por lo que la sintomatología se podría observar solo en animales adultos. El prión se aloja en el SNC, replicándose y generando pequeños agujeros en las células nerviosas, que al microscopio se observan como una esponja, situación que da nombre a la enfermedad. Los signos clínicos son similares a otras enfermedades degenerativas del SNC, como descoordinación en la marcha, cambios conductuales en los animales (pasando de euforia a depresión), temblores musculares, movimientos involuntarios de orejas y ojos, alteraciones posturales, etc. Esta enfermedad es irreversible y la totalidad de los animales muere.
Diagnóstico y Control
No existe forma alguna de confirmar la enfermedad en los animales vivos, por lo que, ante la sospecha de que un animal tiene la enfermedad, se debe comunicar a la brevedad al SAG para que tome las medidas pertinentes del caso. La encefalopatía espongiforme bovina no ha sido detectada en Chile, razón por la cual nuestro país tiene ventajas a la hora de exportar carne con respecto a otros países que sí la tienen. Esta condición significa para el país millones de dólares adicionales por la posibilidad de acceder a mercados libres de la enfermedad.