Entomopatógenos: Aliados Naturales en el Control de Plagas
Los entomopatógenos son microorganismos que causan enfermedades en insectos. Entre ellos se incluyen bacterias, hongos, virus, nemátodos y protozoos. Se caracterizan por su baja toxicidad en otros organismos del ambiente y su capacidad para ser producidos y comercializados como insecticidas biológicos.
Estos insecticidas biológicos penetran en el insecto plaga principalmente por ingestión, y en el caso de los hongos, también por contacto.
Hongos Entomopatógenos Destacados
- Beauveria bassiana: Efectivo contra coleópteros.
- Verticillium lecanii: Controla áfidos, moscas blancas y tisanópteros.
- Metarhizium anisopliae: Actúa contra homópteros.
El uso de hongos entomopatógenos es una alternativa económica viable, ya que pueden reproducirse a gran escala. Para implementar programas de control de insectos con estos hongos, es crucial un buen conocimiento sobre la selección de cepas y técnicas de bioensayo, asegurando la elección de razas patogénicas y virulentas adaptadas a las condiciones ecológicas específicas.
Principales Hongos Entomopatógenos
Beauveria bassiana
Es un hongo con alta virulencia y patogenicidad, con un amplio rango de control. Ampliamente utilizado en el manejo de coleópteros. Los insectos afectados mueren por su acción.
Metarhizium anisopliae
Segundo hongo más utilizado en el control microbiano de plagas, después de Beauveria bassiana. Pertenece a la misma familia. Ataca a más de 300 especies de insectos de diversos órdenes.
Zoophthora radicans
Usado para el control de orugas, áfidos y otros. Posee un amplio rango de control.
Hirsutella thompsonii
Utilizado para combatir ácaros.
Inconvenientes del Control Biológico
- Requiere paciencia, dedicación y un mayor estudio biológico.
- Muchos enemigos naturales son susceptibles a pesticidas, exigiendo un manejo cuidadoso.
- Los resultados pueden ser más lentos comparados con los insecticidas químicos.
- Los enemigos naturales suelen ser específicos, atacando solo ciertos tipos de insectos.
- El manejo de estos organismos es delicado, requiriendo condiciones específicas de almacenamiento y transporte.
- La cantidad de enemigos naturales a liberar depende de la infestación de las plantas.
- La eficacia del control biológico está influenciada por las condiciones meteorológicas.
Enfermedades del Café y su Manejo
Roya del Café (Hemileia vastatrix)
Es fundamental observar la cantidad de inóculo primario de roya. Este inóculo, presente en tejido necrosado de hojas viejas, influye en los nuevos ciclos de la enfermedad.
Fungicidas
Los fungicidas sistémicos pueden aplicarse al inicio de las lluvias para reducir el inóculo primario. Los triazoles (epoxiconazol, tetraconazol, hexaconazol, cyproconazol, triadimenol) son recomendados. También existen mezclas de fungicidas sistémicos (triazoles + estrobirulinas) que ofrecen un mejor control. Posteriormente, se pueden aplicar fungicidas de contacto como caldo bordelés, caldo vicosa, oxicloruro de cobre y óxido e hidróxido de cobre.
En lotes con alta carga productiva, se puede realizar una segunda aplicación de fungicidas sistémicos en la primera quincena de agosto para reducir la incidencia de roya durante la cosecha.
Control Biológico
Se pueden emplear productos comerciales como Bacillus subtilis (bacteria) y Verticillium hemileiae (hongo parásito de la roya). También es beneficioso el uso de lixiviados de lombriz roja, que aportan nutrientes y microorganismos antagonistas.
Ojo de Gallo (Mycena citricolor)
Para el control de esta enfermedad, se recomienda vigorizar las plantas con deficiencias, especialmente de calcio. El uso de té de compost o lixiviados de lombricompost ha demostrado ser efectivo. Después de las podas, se deben dejar 2 o 3 ejes por planta, ya que un mayor número de ejes se correlaciona con niveles más altos de severidad de la enfermedad. También se aconseja ampliar la distancia entre plantas en áreas críticas.
Mal del Talluelo
Esta enfermedad es causada por un complejo de hongos del suelo como Phytophthora spp., Pythium spp., Rhizoctonia spp. y Fusarium spp. Estos patógenos atacan las plantas en su primera etapa de desarrollo, cuando el tallo aún no se ha lignificado. Para un control efectivo, se debe proteger el cuello de las plántulas con un fungicida de contacto aplicado al pie, cubriendo el cuello y el suelo alrededor de la base del tallo.