Autorregulación del Ecosistema
Los ecosistemas son entes más o menos estables en los que el número de seres que los componen no es ilimitado. Existen factores abióticos y bióticos que limitan el crecimiento indefinido de las distintas poblaciones, de forma que estas se mantienen en equilibrio. Este proceso se denomina autorregulación del ecosistema.
Entre los factores abióticos que influyen en este proceso se encuentran la cantidad de recursos disponibles, como la superficie del suelo, la luz, la temperatura y la cantidad de agua.
Los factores bióticos que regulan la cantidad de organismos en un ecosistema son las relaciones, especialmente tróficas.
Desestabilización de los Ecosistemas Naturales
Las actividades humanas alteran el equilibrio biológico natural de los ecosistemas, o autorregulación. Los extensos cultivos de una sola especie, o monoespecíficos, y la cría masiva de ciertas especies animales, son dos ejemplos frecuentes.
Las Plagas
Las plagas son organismos que consideramos perjudiciales porque nos producen enfermedades o porque dañan los cultivos con alto valor económico. También pueden causar daños en una población o comunidad, de forma que, al provocar la desaparición de alguna especie, se rompa el equilibrio entre poblaciones y, con ello, la autorregulación del ecosistema.
La Lucha Biológica
La utilización de plaguicidas sintéticos para acabar con las plagas tiene graves inconvenientes: la contaminación ambiental y de los alimentos, el excesivo coste, la destrucción de seres vivos no perjudiciales y los efectos destructores sobre los microorganismos descomponedores existentes en el suelo son los principales.
Se entiende por lucha biológica la utilización de organismos o métodos no químicos para acabar con organismos que producen efectos perjudiciales a otros seres vivos beneficiosos o económicamente rentables para la especie humana.
El uso de variedades de plantas resistentes, antibióticos, métodos autocidas y empleo de virus.
Un método especial de lucha biológica es el de esterilización de machos de ciertos parásitos u otras plagas, mediante radiaciones, que, posteriormente, son liberados en grandes cantidades al medio. Así se consigue que las hembras permanezcan infértiles y la especie no se perpetúe.
Crecimiento de la Población
Una población es el conjunto de seres de una misma especie que viven en un ecosistema. Las poblaciones de un ecosistema tienden a aumentar de tamaño hasta llegar a un número que se mantiene más o menos constante.
Capacidad de carga: Cuando una población alcanza el mayor número de individuos que el medio puede soportar, se mantiene en equilibrio.
Factores que Limitan el Crecimiento
Factores dependientes de la densidad de población: El más importante son las enfermedades, que se propagan más fácilmente en las poblaciones con mayor densidad.
La competencia por los recursos limitados, la emigración y la acumulación de residuos tóxicos también son factores que limitan el crecimiento indefinido de las poblaciones.
Factores independientes de la densidad de población: Entre estos factores destacan los ambientales como la temperatura, la luz, la cantidad de oxígeno, las sequías, las heladas y las inundaciones.
Las Relaciones entre Organismos
El tamaño de las poblaciones también está limitado por algunas de las relaciones que se establecen entre los organismos de la comunidad, como son:
Depredación: Es un factor limitante del tamaño de las poblaciones, puesto que así se eliminan los individuos viejos o enfermos.
Competencia: La competencia por la comida, el agua y el espacio puede ser feroz y el tamaño de la población disminuye.
Estrés: Cuando aumenta mucho la densidad de población, los individuos pueden padecer estrés. Los síntomas son: agresión, disminución de los cuidados maternales, descenso de la fertilidad y mayor posibilidad de padecer enfermedades.
Cambios Periódicos en las Poblaciones
Se denomina fluctuaciones a los cambios periódicos en el número de individuos de una población.
Estrategias de supervivencia: forma que tienen los organismos de utilizar parte de su energía en reproducirse. Hay dos tipos:
- Elevada tasa de reproducción y escasa acumulación de reservas energéticas. Es el caso de las bacterias, insectos y, en general, de organismos pequeños que constituyen poblaciones numerosas. Estrategia tipo R.
- Baja tasa de reproducción y gran desarrollo. Son organismos que poseen un cúmulo importante de reservas energéticas. Son de gran tamaño y bajo número de descendientes, como los mamíferos. Utilizan la energía para producir pocos descendientes pero muy resistentes. Estrategia tipo K.