Metabolismo
El metabolismo es la suma de todas las funciones del organismo y se divide en anabolismo y catabolismo.
- Anabolismo: Síntesis o construcción de materia.
- Catabolismo: Degradación de materia.
Intercambio de Gases
Los cambios de gases se observan en la composición del aire y de la sangre que llegan a los pulmones. Se deben al intercambio de gases que se ha producido entre ellos. En los alvéolos, el oxígeno pasa desde el aire a la sangre por simple difusión; el CO2 pasa en sentido inverso por el mismo mecanismo. La entrada y salida del aire en los pulmones se denomina ventilación pulmonar, y se debe a cambios de volumen de la cavidad torácica.
Digestión
En la Boca
La digestión comienza en la boca con la masticación y la ensalivación de los alimentos. A la vez que los alimentos se van troceando, durante la masticación, se van mezclando con la saliva que los transforma en una pasta fácil de tragar. La saliva contiene una enzima llamada amilasa salivar o ptialina que actúa sobre los hidratos de carbono, transformándolos en monosacáridos. A partir de que el alimento es llevado hacia el fondo de la boca, el proceso pasa a ser reflejo e involuntario, los músculos de la faringe se contraen y empujan el alimento hacia el esófago.
En el Esófago
El esófago es un conducto muscular cuya función principal es la de transportar el alimento hacia el estómago. Esto lo hace mediante un movimiento muscular involuntario llamado peristaltismo. Gracias a esta serie de contracciones y relajaciones del esófago, el bolo alimenticio se va desplazando hacia el estómago pasando por el esfínter cardio-esofágico o cardias. Estos movimientos peristálticos están presentes también en el resto del aparato digestivo.
En el Estómago
Las paredes del estómago tienen músculos que utiliza para mezclar los alimentos hasta convertirlos en una masa semilíquida a la que llamamos quimo. En el estómago se vierten grandes cantidades de jugo gástrico, sobre los alimentos, que por su acidez consiguen desnaturalizar las proteínas, a la vez que matar muchas bacterias. También se segrega pepsina, enzima que se encarga de fraccionar las proteínas en cadenas cortas de aminoácidos. Los almidones y azúcares se van mezclando con el ácido clorhídrico del estómago y paran su digestión. La digestión en el estómago puede durar varias horas, por lo que a veces los almidones y los azúcares fermentan, dando lugar a los conocidos gases. Los lípidos pasan inalterados por el estómago y tienen la capacidad de ralentizar la digestión de los demás nutrientes, ya que envuelven los fragmentos de alimento, no permitiendo que los jugos gástricos y los enzimas actúen sobre ellos. El píloro, esfínter situado entre el estómago y la porción inicial del intestino delgado, permanece cerrado para impedir que el alimento salga del estómago antes de tiempo.
En el Intestino Delgado
El quimo va pasando desde el estómago al duodeno, va siendo neutralizado por las secreciones alcalinas del páncreas que va modificando su grado de acidez para que las enzimas del intestino delgado puedan actuar sobre él. El jugo pancreático contiene varios enzimas digestivos, entre ellos la amilasa, encargada de romper los almidones, la lipasa, encargada de separar los triglicéridos en ácidos grasos y glicerina y otras encargadas de fraccionar las proteínas que no habían sido digeridas en el estómago. Se le van añadiendo otras secreciones como el jugo intestinal que contiene otros enzimas como las proteasas que actúan sobre las proteínas, descomponiéndolas en aminoácidos.
En el Intestino Grueso
Esta mezcla de materiales no digeribles pasa al intestino grueso. Los microorganismos que constituyen la flora intestinal segregan enzimas digestivos que son capaces de atacar a los polisacáridos de la fibra, liberándose azúcares que son fermentados y que producen ácidos orgánicos. Estos ácidos, junto con el agua, las sales minerales y algunas vitaminas, son absorbidos en este tramo del intestino. El material que queda es ya el material de deshecho (heces) que se expulsa con la defecación.
Absorción Celular
Las distintas sustancias que transporta la sangre se van repartiendo por los capilares hasta llegar a cada tejido y a cada célula del organismo. Las células no tienen contacto directo con los capilares sanguíneos, por lo tanto, los distintos nutrientes y el oxígeno de la sangre tienen que atravesar las paredes de los capilares para diluirse en el líquido intercelular y quedar desde allí a disposición de las células que los vayan necesitando. Una vez en el interior de las células, los nutrientes son digeridos, transformados y utilizados, según las necesidades de cada una por la acción de los enzimas intracelulares.
Circulación de la Sangre
El corazón es un órgano muscular hueco, situado en el interior del tórax entre ambos pulmones; está dividido por un tabique en dos partes totalmente independientes, izquierda y derecha. Ambas partes presentan dos cavidades superiores llamadas aurículas y otras dos inferiores, los ventrículos. La circulación que parte del lado derecho del corazón asegura la oxigenación de la sangre en los pulmones; se llama Circulación Pulmonar o Circulación Menor. La sangre desoxigenada que ha llegado de todo el cuerpo a la aurícula derecha, pasa a su respectivo ventrículo y sale del mismo por la arteria pulmonar y luego de repartirse hacia ambos pulmones, en ramas cada vez más pequeñas de dicha arteria, llega a los capilares pulmonares, en contacto directo con los alvéolos, donde se intercambian los gases. Una vez oxigenada la sangre, regresa al corazón hacia la aurícula izquierda, de donde pasa al ventrículo izquierdo, de donde es bombeada, a través de la Aorta, a todo el cuerpo por sus ramas, hasta llegar a los vasos capilares, en cada uno de los diferentes órganos y tejidos, para regresar desoxigenada nuevamente al corazón a través de las venas; esta es la llamada Circulación Mayor.
- Diástole: La sangre desoxigenada, proveniente de todo el cuerpo entra a la aurícula derecha y la sangre oxigenada, que viene de los pulmones, llega a la aurícula izquierda. A continuación, la sangre pasa a su ventrículo correspondiente.
- Sístole auricular: Ambas aurículas se contraen y bombean la sangre que les queda para que pase a los ventrículos.
- Sístole ventricular: Los ventrículos se contraen y se cierran las válvulas aurículo-ventriculares para evitar que la sangre se devuelva y se abren las situadas en las salidas de los mismos, con lo que fluye la sangre hacia la arteria pulmonar y la aorta. Al terminar esta fase, se reinicia el ciclo.
Respiración
El aire que penetra por la nariz atraviesa los cornetes, donde es entibiado y humedecido, reteniéndose los gérmenes y las partículas extrañas. De allí pasa a la faringe, que comunica con el esófago y con la laringe. La laringe es un tubo corto que contiene las cuerdas vocales y que se continúa con la tráquea. La tráquea penetra en el tórax y se divide en dos ramas llamadas bronquios (derecho e izquierdo) que se dirigen a los pulmones. Los bronquios se subdividen en ramas cada vez más pequeñas hasta terminar en conductos delgadísimos llamados bronquiolos, formados por anillos musculares que, al contraerse, dificultan el pasaje del aire, cuya superficie está dividida en celdillas, los alvéolos; en contacto por un lado con el aire que viene de los bronquios, y por el otro con una red de vasos capilares sanguíneos en donde los glóbulos rojos hacen el intercambio gaseoso.