Criptorquidia: Diagnóstico y Tratamiento
La criptorquidia se define como la ausencia de uno o ambos testículos en el escroto, encontrándose localizados en algún punto de su trayecto habitual de descenso (conducto inguinal). Es más frecuente en prematuros y constituye el trastorno más común de la diferenciación sexual en niños.
Diagnóstico de la Criptorquidia
El diagnóstico se basa en:
Anamnesis
- Antecedentes familiares de criptorquidia u otras alteraciones relacionadas (trastornos de la olfacción, varones estériles, hipospadias u otras malformaciones del aparato genitourinario).
- Antecedentes obstétricos: edad gestacional y peso al nacer, prematuridad, ingesta o contacto con fármacos antiandrogénicos.
- Es fundamental preguntar sobre el momento en que se apreció la bolsa escrotal vacía, y si es unilateral o bilateral, ya que la orientación diagnóstica cambia si los testículos estaban en la bolsa al nacer y desaparecen posteriormente, o si nunca descendieron.
Exploración Física
Es crucial realizar la exploración en un ambiente cálido y con las manos templadas. El niño debe estar en decúbito supino con las piernas flexionadas y en abducción completa. Si hay dudas, se puede explorar en posición de cuclillas. Para diferenciar entre un testículo en ascensor y una verdadera criptorquidia, se puede recurrir a la posición de Taylor: el niño sentado con las piernas cruzadas, lo que disminuye el efecto cremastérico. Deben inspeccionarse y palparse las localizaciones más frecuentes del mal descenso.
Los datos más importantes a recabar son:
- Visualización del testículo en el canal inguinal.
- Desarrollo del escroto: normal o hipoplásico.
- Explorar la región inguinal en dirección caudal, deslizando los dedos suavemente a lo largo del canal inguinal hasta la base del escroto para detectar el testículo y establecer si llega y permanece en el escroto, o si vuelve al canal inguinal.
- Evaluar el tamaño, consistencia y la movilidad del testículo.
- Establecer si, además de la criptorquidia, existe hernia inguinal y/o malformaciones asociadas como hipospadias o micropene, lo que sugiere síndromes cromosómicos o endocrinopatías.
Tratamiento de la Criptorquidia
En la mayoría de los casos, el descenso testicular ocurre de manera espontánea hacia los 3 meses de vida. Si a los 9-15 meses no han descendido, se puede considerar el tratamiento hormonal. La cirugía (orquidopexia) se indica si a los dos años no han descendido a pesar del tratamiento médico.
Intervenciones de Enfermería en Criptorquidia
- La exploración debe llevarse a cabo durante el examen físico al nacer, para evaluar la ubicación y el crecimiento testicular.
- Distinguir entre testículos no descendidos y ectópicos de los testículos hipomóviles (retráctiles o en ascensor), que están presentes en el escroto pero se retraen fácilmente hacia el conducto inguinal a través del reflejo cremastérico. El examen físico se realiza en un ambiente cálido, con las manos del examinador tibias y el paciente relajado para no estimular la retracción testicular.
- En pacientes con un testículo unilateral no palpable, un testículo descendido de mayor tamaño que el previsto sugiere atrofia del testículo no descendido; la confirmación se realiza mediante laparoscopia para buscar un testículo intraabdominal o confirmar una agenesia testicular. A veces, se realiza exploración escrotal o inguinal si se sospecha de un remanente testicular distal al anillo inguinal interno.
- En caso de testículos no palpables bilaterales, los pacientes en el período neonatal inmediato deben ser evaluados para un posible trastorno de la diferenciación sexual (se debe considerar una consulta con un endocrinólogo pediátrico). Si se ha descartado un trastorno de la diferenciación sexual, a menudo es necesaria una laparoscopia para identificar testículos localizados en el abdomen, seguida de una orquidopexia bilateral.
- En la situación preoperatoria, el personal de enfermería tiene como finalidad educar a los padres del paciente para disminuir su ansiedad, mediante la verbalización y la explicación del procedimiento quirúrgico.
Traumatismos Neonatales: Lesiones en Recién Nacidos
Todo parto implica un trauma para el feto. En el parto eutócico, el trauma es bien tolerado y no deja huella. En otros tipos de partos, el trauma puede causar lesiones que requieren desde simple observación hasta tratamiento urgente, e incluso pueden dejar secuelas permanentes.
Se entiende por traumatismo obstétrico las lesiones producidas en el feto durante el trabajo de parto y, principalmente, durante el nacimiento. Estas lesiones en el feto o recién nacido son provocadas por fuerzas mecánicas que producen hemorragias, edemas o rotura de tejido, y pueden ocurrir a pesar de un manejo obstétrico óptimo.
Tipos de Lesiones en el Parto
Traumatismos Cutáneos
Se refieren a lesiones en la piel y tejidos subcutáneos:
- Eritemas y abrasiones: Frecuentes en partos distócicos secundarios a la desproporción céfalo-pélvica o el parto con fórceps. Suelen resolverse espontáneamente en pocos días y no requieren tratamiento, aunque se debe evitar el riesgo de infección secundaria.
- Petequias: Pueden aparecer en la cabeza, cara, cuello y parte superior del tórax e inferior de la espalda, también en partos difíciles y en casos de niños con circular del cordón umbilical.
Laceraciones
Se pueden observar heridas cortantes hechas por el bisturí en cualquier zona del cuerpo, especialmente en recién nacidos por cesárea. La ubicación más frecuente es en el cuero cabelludo o glúteos. Si la laceración es superficial, basta con afrontamiento; en caso de heridas profundas y sangrantes, es necesario suturar con el material más fino disponible.
Cefalohematoma
Es una colección de sangre que aparece en el cráneo por la ruptura de vasos sanguíneos. Debido a que el sangrado es lento, se aprecia mejor entre las 6 y 24 horas después del parto. No debe puncionarse en ningún caso.
Excepcionalmente, puede producir un sangrado masivo que requiere transfusión. En ocasiones, puede llegar al shock y posteriormente producir ictericia intensa. Se tratan las complicaciones, es decir, transfusión en caso de anemia y shock, fototerapia y recambio sanguíneo si es necesario para el tratamiento de la ictericia.
Fractura de Bóveda Craneal
Las más frecuentes son lineales, y las fracturas con hundimientos son producidas por la presión de la cabeza fetal contra la pelvis materna o a consecuencia de la extracción con fórceps.
El diagnóstico es radiográfico. Se debe evaluar la presencia de déficit neurológico, fragmentos óseos en el encéfalo o signos de hematomas subdurales con hipertensión endocraneal.
En caso de existir alguna de las complicaciones, se debe evaluar por un neurocirujano y eventualmente tratar la fractura con levantamiento quirúrgico. En los casos en que no ha sido necesaria la cirugía, la lesión regresa espontáneamente en un plazo de 3 meses.
Cuidados e Intervenciones de Enfermería en Traumatismos Neonatales
Acciones de Enfermería en el Salón de Parto
- Documentarse del tipo de parto dado por las condiciones del feto o de la madre.
- Preparar las condiciones en el salón para la recepción adecuada del recién nacido con posible trauma al nacer.
- Comunicarle al pediatra que es un parto de riesgo.
- Realizar los cuidados inmediatos con extrema precaución para evitar el agravamiento de la lesión.
Cuidados Generales
- Vigilar estrictamente el estado del recién nacido para descartar cualquier episodio de deterioro e intervenir oportunamente.
- Traslado del recién nacido al departamento de neonatología para la observación, tratamiento y estudio de las lesiones o complicaciones existentes.
- Limpieza y prevenir la pérdida de temperatura.
- Permeabilizar las vías aéreas.
- Calificación Apgar.
- Explorar al recién nacido para evaluar el tipo de traumatismo provocado por las condiciones del parto.
La incidencia de agresiones físicas que sufre el recién nacido continúa siendo una preocupación por la alta mortalidad que reportan, debido a las complicaciones que trae consigo y a las secuelas que pueden dejar durante la evolución del niño.
- Ayudar a mantener permeables las vías aéreas del bebé.
- Realizar la correcta aplicación de la episiotomía para viabilizar la salida del feto de forma menos traumática.
- Evaluar mediante ecografía o radiográficamente la posición del feto para poder tomar la conducta adecuada a la hora de realizar el parto.