Sistema Excretor Humano: Riñones, Orina y Equilibrio Ácido-Base

Los órganos excretores son: pulmones, piel, hígado y aparato urinario. El aparato urinario está constituido por: riñón, uréter, vejiga y uretra.

Riñones: Estructura y Función

El borde interno del riñón presenta un orificio denominado hilio. En su parte superior se encuentra la glándula suprarrenal, que es una glándula endocrina. El riñón presenta una zona cortical o corteza que produce la orina, y una zona medular o médula renal. Cada riñón contiene un millón de nefronas en las que se forma la orina primitiva y se produce la adaptación a la orina definitiva.

En los riñones penetra la arteria renal, que se ramifica por todo el órgano. Las ramas más finas se aproximan a la nefrona, donde se forma un ovillo de capilares llamado glomérulo. Cada nefrona adquiere forma de saco hueco de doble pared denominado cápsula de Bowman. Las paredes de esta cápsula se adhieren al glomérulo de forma que las sustancias se puedan difundir con facilidad. El conjunto de glomérulo y cápsula de Bowman recibe el nombre de corpúsculo de Malpigio.

Funciones Clave de los Riñones

Los riñones desempeñan las siguientes funciones:

  • Equilibrio de los líquidos del organismo.
  • Excreción de sustancias.
  • Secreción de hormonas.

El riñón elimina desechos mediante dos procesos: la filtración y la reabsorción. El sistema vascular renal recibe 1700 litros de sangre por minuto, de los cuales un 20% se filtran en los capilares glomerulares. A través de estos, que están en contacto con la pared de la cápsula de Bowman, la sangre se filtra, de modo que el agua, sales, azúcar, urea y todos los componentes de la sangre pasan a la cavidad de la cápsula. El líquido filtrado sufre un proceso de reabsorción selectiva que tiene lugar en los túbulos de la nefrona. Esto evita la pérdida de sustancias útiles y que se produzcan desequilibrios osmóticos. A lo largo de los túbulos se reabsorbe la glucosa, parte de las sales y gran cantidad de agua. Finalmente, el líquido contiene compuestos nitrogenados tóxicos y el exceso de agua y sales. Este líquido constituye la orina, que pasa a la pelvis renal, uréteres y vejiga.

Composición de la Orina

La orina está compuesta por:

  • 95% agua.
  • Sales minerales (cloruro sódico, fosfatos y sulfatos).
  • Compuestos nitrogenados: resultantes de las proteínas, los más importantes son la urea, el ácido úrico y el amoniaco.
  • Pigmentos: urobilina (responsable del color de la orina).

También pueden eliminarse sustancias tóxicas, hormonas sexuales, glucosa y hematíes.

Uréteres: Conductos de Transporte

Los uréteres miden entre 25 y 30 cm y se extienden desde la pelvis renal hasta la vejiga urinaria. La pared del uréter está formada por dos capas: una muscular externa y otra mucosa interna. La capa muscular está formada por fibras anulares y longitudinales que producen ondas peristálticas.

Vejiga Urinaria: Almacenamiento y Expulsión

La vejiga urinaria asegura el almacenamiento de la orina y su expulsión, con una capacidad de depósito de 500 cc. En la base de la vejiga se abren tres conductos: dos uréteres y la uretra, en una zona triangular llamada trígono vesical. La vejiga está controlada por nervios cerebroespinales y el sistema nervioso vegetativo. La micción es un acto voluntario.

Uretra: Conducto de Salida

La uretra es el conducto por el que la orina sale de la vejiga al exterior. La uretra masculina permite la emisión de semen, mide como media 14 cm y atraviesa la próstata (uretra prostática), el peritoneo (uretra membranosa) y el cuerpo esponjoso del pene (uretra esponjosa).

Equilibrio Ácido-Base: Regulación del pH

Para un rendimiento óptimo, el contenido de agua y electrolitos del cuerpo debe permanecer relativamente constante. Los iones hidrógeno (H+) son moléculas muy reactivas, y existen múltiples mecanismos para mantener la concentración plasmática estable y en niveles bajos. Los iones H+ provienen de ácidos, que al estar en solución son capaces de liberarlos al medio interno, mientras que las bases captan iones H+.

El ácido más importante es el ácido carbónico (H2CO3). El ión bicarbonato (HCO3-) es una base fuerte, por lo que la mayor parte de los iones H+ permanecen unidos a ella. Las bases débiles como el Cl- tienen poca afinidad por H+, y la mayoría de los iones H+ están disueltos. Otros ácidos son el ácido láctico, fosfórico, sulfúrico y clorhídrico.

La concentración de iones H+ se expresa como pH, que varía entre 7.36 y 7.44. El aumento de la concentración de H+ se traduce en un menor pH, lo que se denomina acidosis. La alcalosis es la disminución de la concentración de H+, lo que produce un aumento del pH. La base más importante es el bicarbonato.

Para mantener estable este pH, el organismo dispone de sistemas tampones (neutralizantes) y de la acción del aparato respiratorio y los riñones. El tampón más importante es el bicarbonato de sodio, que reacciona produciendo ácido carbónico. Este se desdobla en agua y CO2, el cual es eliminado a través de la ventilación.

Papel del Riñón en el Equilibrio Ácido-Base

El riñón contribuye al equilibrio ácido-base a través de dos mecanismos:

  1. A) Regular las pérdidas urinarias del bicarbonato circulante, pudiendo excretar los excesos de bicarbonato o reabsorber el bicarbonato filtrado.
  2. B) Excretar iones H+.

Estas funciones son lentas, tardando entre 12 y 72 horas.

Papel del Aparato Respiratorio en el Equilibrio Ácido-Base

El aparato respiratorio contribuye al equilibrio ácido-base a través de:

  1. A) Quimioreceptores.
  2. B) La estimulación de estos receptores por acidosis crea un aumento de la actividad respiratoria, lo que produce una mayor eliminación de CO2. La alcalosis induce una menor ventilación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *