Enfermedades Renales en la Infancia: Diagnóstico, Tratamiento y Cuidados

Púrpura de Henoch-Schönlein

La púrpura de Henoch-Schönlein, o púrpura anafilactoide, es un síndrome caracterizado por una tétrada clínica que puede aparecer en cualquier orden y en cualquier momento a lo largo de unos días o semanas: exantema purpúrico, artralgias, dolor abdominal y glomerulonefritis.

Insuficiencia Renal Aguda

La insuficiencia renal aguda es la interrupción repentina e imprevista de la función renal, con descenso de la filtración glomerular y, a veces, un aumento de creatinina sérica. La causa más frecuente es una nefropatía adquirida. En los niños muy enfermos, el principal indicio de esto es la oliguria.

Tratamiento

El tratamiento consiste en la prevención, las medidas de mantenimiento y la sustitución renal. Cuando se prevé un sufrimiento renal, se administra profilácticamente manitol para favorecer una diuresis osmótica. Las medidas de mantenimiento deben ser con hidroterapia adecuada para mantener un volumen intravascular normal, mantener una concentración fisiológica de calcio y fósforo adecuada, y para aportar nutrición adecuada.

Importancia del Diagnóstico Prenatal

Durante el periodo activo de desarrollo morfológico y funcional del riñón, pueden darse una gran variedad de fenotipos renales anómalos. Las mutaciones genéticas hereditarias, las toxinas intrauterinas, las infecciones, las obstrucciones, los accidentes vasculares o cualquier alteración en las pautas y la programación del desarrollo normal pueden provocar diferentes anomalías en el desarrollo renal. El resultado final es una reducción de la dotación normal de nefronas funcionales y diferentes grados de disfunción renal.

Infecciones Urinarias

Las infecciones urinarias son habituales durante la lactancia, infancia y adolescencia. En los niños, estas infecciones pueden provocar secuelas a largo plazo, como son la hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. La infección urinaria suele definirse como infección bacteriana a cualquier nivel del aparato urinario, ya sea la vejiga (cistitis), la pelvis renal (pielitis) o el parénquima renal (pielonefritis).

Manifestaciones Clínicas

En neonatos, las más frecuentes son letargia, irritabilidad, problemas de alimentación, vómitos, diarrea, apnea, fiebre o hipertermia e ictericia prolongada.

Tratamiento

El tratamiento comienza con la prevención, que es la identificación y la supresión de los factores de riesgo. El interrogatorio orientado puede confirmar una historia. La antibioterapia suele ser empírica hasta que se obtienen los resultados. El niño o lactante suele estar bastante enfermo y vomita sin garantía de que pueda tolerar algún antibiótico.

Métodos para la Obtención de Muestra

  • Muestra limpia a mitad de micción (niños que controlan sus esfínteres).
  • Bolsa urológica (se usa con los neonatos y lactantes que no controlan sus esfínteres; hay para niños y niñas, y se reemplaza a los 30 minutos; si hay defecación en ella, se desecha la muestra y se hace otra).
  • Cateterismo vesical (neonatos, lactantes y niños). Se introduce una sonda, se pinza durante 15 minutos o hasta obtener 20-25 ml, se aspira la orina con una jeringa y aguja estéril.

Enuresis Primaria y Secundaria

La enuresis es la eliminación de orina con reiteración involuntaria y en periodos de desarrollo en que debería estar establecida la continencia. La micción es normal y ocurre inconscientemente durante el primer tercio de la noche. La afección puede ser primaria cuando no se ha adquirido el control total del esfínter en ninguna etapa de su desarrollo, o secundaria cuando, una vez conseguido el control del esfínter al menos durante un año, vuelve a tener incontinencias. Afecta al 10 % de los niños de 5 años y es más frecuente en niños que en niñas. Esto puede suponer un trastorno emocional para el niño y la familia.

Las causas de la enuresis son el retraso de la maduración del control de la continencia, la tensión emocional, la presencia de una vejiga de baja capacidad y la dificultad para despertarse del sueño.

Hematuria

La hematuria es un signo frecuente en los trastornos de las vías urinarias; puede ser pasajera, intermitente, persistente, microscópica, macroscópica, dolorosa o indolora. Es habitual en niños de edad escolar y benigna en la mayoría de los casos. Si se detecta una masa palpable en el costado, sospechar de un tumor renal.

Cuidados de Enfermería

Los cuidados de enfermería van dirigidos a disminuir el estrés familiar y la ansiedad del niño ante la eliminación involuntaria de orina por la noche. Los padres deben conocer las características y los tipos de las distintas terapias a seguir. La terapia farmacológica trata los síntomas, pero no es curativa. Es importante la participación del niño, el asesoramiento y la orientación.

Se debe:

  • Realizar un vaciado de la vejiga antes de acostarse.
  • No administrar líquidos después de la cena.
  • Restringir las bebidas carbónicas.
  • Llevar un diario de evolución de la enuresis.
  • No usar pañales.
  • Utilización de una alarma dos veces por la noche.
  • Hacer partícipe al niño en la retirada de su ropa mojada.
  • Evitar castigos y ridiculizaciones.
  • Aumentar su autoestima cuando no se produzca la enuresis.

Síndrome Nefrótico

El síndrome nefrótico se caracteriza por la presencia de proteinuria e hipoalbuminemia, y a veces se acompaña con edemas e hipercolesterolemia. Puede aparecer en cualquiera de las glomerulonefropatías. Se divide en infantiles, secundarios y primarios.

Síndrome Nefrótico de Cambios Mínimos

Es frecuente en la infancia, menores de 10 años.

Manifestaciones Clínicas

Edemas llamativos en tejido laxo y de densidad variable por el efecto de la gravedad. Hay hinchazón palpebral por la mañana temprano y aumento de diámetro abdominal debido a ascitis.

Cuidados de Enfermería
  • Considerar la importancia del peligro de infección cuando se asigne una cama o una habitación a un niño con síndrome nefrótico.
  • Determinar el peso corporal de forma diaria a la misma hora y en la misma báscula.
  • Medir el perímetro abdominal a nivel del ombligo diariamente.
  • Si hay edema, elevar la cabeza de la cama hasta una posición de semiincorporado para disminuir el edema periorbitario.
  • Cambiar con frecuencia los pañales y lavando la zona perineal del niño con mucho cuidado.
  • Realizar cambios posturales dejando el cuerpo alineado.
  • Administrar las inyecciones IM a nivel del deltoides y no en muslos o nalgas.
  • Registrar con exactitud las entradas y salidas de líquidos.
  • Controlar diariamente las constantes vitales.
  • Procurar que el niño coma lo suficiente; si hay una restricción de líquidos, es mejor que los vasos de agua sean pequeños.
  • Recoger muestra de orina para determinar el contenido en proteína.
  • Enseñar a los padres a identificar los signos de las recaídas.
  • Analizar muestra de orina y efectos secundarios de los corticosteroides.

Insuficiencia Renal Aguda (Repetición)

La insuficiencia renal aguda es la interrupción repentina e imprevista de la función renal, con descenso de la filtración glomerular y, a veces, un aumento de creatinina sérica. La causa más frecuente es una nefropatía adquirida. En los niños muy enfermos, el principal indicio de esto es la oliguria.

Tratamiento (Repetición)

El tratamiento consiste en la prevención, las medidas de mantenimiento y la sustitución renal. Cuando se prevé un sufrimiento renal, se administra profilácticamente manitol para favorecer una diuresis osmótica. Las medidas de mantenimiento deben ser con hidroterapia adecuada para mantener un volumen intravascular normal, mantener una concentración fisiológica de calcio y fósforo adecuada, y para aportar nutrición adecuada.

Cuidados de Enfermería en Insuficiencia Renal Aguda

  • Observación y vigilancia de las diversas manifestaciones clínicas de la insuficiencia renal aguda.
  • Control estricto de la ingesta y diuresis con balance, teniendo en cuenta la pérdida de líquidos por medio del sudor, los vómitos y las diarreas, de las cuales hay que dejar constancia.
  • Control continuo y estricto de las constantes vitales y del equilibrio hídrico.
  • Búsqueda de signos de deshidratación o trastornos hidroelectrolíticos y signos de infección urinaria.
  • Restricción del aporte de potasio, administración de resinas de intercambio por vía oral o rectal y de bicarbonato para la corrección de acidosis.
  • A los niños previamente sanos y bien alimentados se les debe restringir inicialmente las proteínas y enriquecer la dieta con hidratos de carbono.
  • Hablar con el niño y la familia, proporcionándoles el apoyo necesario.
  • Confección de todas las pruebas analíticas.
  • Detección de posibles complicaciones como la hiperpotasemia, acidosis metabólica, hiponatremia, hipocalcemia, hipertensión arterial, anemia…

Hemodiálisis

La hemodiálisis consiste en la eliminación de toxinas y del exceso de líquidos mediante la circulación extracorpórea de la sangre a través de un dializador. Se realiza mediante un catéter o fístula arteriovenosa cada 4 veces por semana, unas 3 horas de duración. En niños se suele colocar un injerto arteriovenoso sintético (politetrafluoroetileno) o un catéter permanente de doble luz.

Cuidados de Enfermería en Hemodiálisis

  • Control de constantes inmediatamente después del inicio de la diálisis y después, cada hora, siempre que lo precise el estado del paciente y especial atención a la tensión arterial.
  • Control horario de los parámetros que intervienen en la diálisis, incluso el funcionamiento de los elementos del monitor.
  • Control de la descoagulación, según las normas del servicio y de las necesidades de cada niño.

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