Modos de Articulación
Se analizan los órganos articulatorios desde la perspectiva de su función en la articulación del sonido.
En el cuerpo humano, diversas regiones intervienen en la producción del sonido. Principalmente se localizan en la cabeza, incluyendo estructuras móviles como la lengua y los labios. Otras estructuras importantes se encuentran en el interior, como la laringe, la faringe y la glotis.
Articuladores Activos y Pasivos
Los órganos articulatorios del lenguaje se clasifican en dos tipos:
- Articuladores activos: Son aquellos que se mueven activamente durante la producción del sonido.
- Articuladores pasivos: Son aquellos que permanecen relativamente inmóviles durante la producción del sonido y sirven como punto de apoyo o contacto para los articuladores activos.
El mecanismo básico implica que los articuladores activos se mueven hacia los articuladores pasivos o interactúan entre sí, creando diferentes grados de obstrucción o modificación del flujo de aire proveniente de los pulmones. Esta interacción es la que genera los distintos sonidos del habla que forman las palabras.
Órganos Articulatorios en la Cavidad Bucal
La boca o cavidad bucal alberga la mayoría de los órganos articulatorios. Entre ellos destacan:
- Labios: Situados en el exterior, forman la apertura de la boca. Son órganos móviles compuestos por:
- Labio superior: Generalmente considerado un articulador pasivo, aunque puede moverse.
- Labio inferior: Es el más móvil y, por tanto, un articulador activo principal en la producción de muchos sonidos (ej., /p/, /b/, /m/, /f/, /v/).
- Paladar: Se encuentra en el techo de la cavidad bucal, separándola de la cavidad nasal. Es un articulador pasivo fundamental. Se divide en dos partes recubiertas por mucosa:
- Paladar duro (o bóveda palatina): La parte anterior y ósea, formada por partes de los huesos maxilar y palatino. En su superficie se encuentran rugosidades (pliegues palatinos transversos) y la papila incisiva. Es el punto de articulación para sonidos como /t/, /d/, /n/, /l/, /r/ (alveolares o palatales).
- Paladar blando (o velo del paladar): La parte posterior, muscular y móvil. Termina en la úvula. Puede elevarse para cerrar el paso a la cavidad nasal (sonidos orales) o descender para permitir el paso del aire (sonidos nasales como /m/, /n/, /ɲ/).
- Dientes: Anclados en los huesos maxilar y mandibular, son articuladores pasivos cruciales. Están rodeados por las encías. Intervienen en la producción de sonidos dentales (ej., /t/, /d/ en algunas lenguas) e interdentales (ej., /θ/ en español peninsular) cuando la lengua contacta con ellos, y labiodentales (ej., /f/, /v/) cuando el labio inferior los toca. El aire que pasa entre ellos puede generar fricción para sonidos como /s/.
- Úvula (o campanilla): Es una pequeña prolongación muscular que cuelga del borde inferior del paladar blando. Funciona como punto de articulación pasivo para los sonidos uvulares (producidos con el postdorso de la lengua), presentes en lenguas como el francés (ej., la /ʁ/) o el árabe.
- Lengua: Es el órgano articulador activo más importante y versátil, debido a su gran movilidad y flexibilidad. Es un músculo complejo que puede adoptar múltiples formas y posiciones. Para su estudio fonético, se suele dividir en varias partes (aunque las divisiones pueden variar ligeramente según la escuela):
- Ápice: La punta de la lengua. Interviene en sonidos apicales como /t/, /d/, /n/, /l/, /r/, /rr/ en español.
- Lámina (o predorso): La superficie justo detrás del ápice. Participa en sonidos laminares como /s/ en muchas variedades del español.
- Dorso: La parte superior y más ancha de la lengua. Se subdivide a menudo en:
- Predorso: Parte anterior del dorso.
- Mediodorso: Parte central. Articula sonidos palatales como /ɲ/ (ñ), /ʎ/ (ll), /ʝ/ (y).
- Postdorso: Parte posterior. Articula sonidos velares como /k/, /g/, /x/ (j) al contactar con el paladar blando, y sonidos uvulares al contactar con la úvula.
- Raíz: La parte más posterior, que forma la pared anterior de la faringe.
Los movimientos de la lengua (elevación, descenso, protrusión, retracción, lateralización, acanalamiento, etc.) son esenciales para modificar la forma del tracto vocal y producir la gran variedad de sonidos del habla.
El Papel del Aparato Respiratorio
El aparato respiratorio es fundamental para la fonación, ya que proporciona el flujo de aire necesario que será modificado por los órganos articulatorios. Aunque la articulación ocurre principalmente en el tracto vocal superior, algunas estructuras respiratorias son clave:
- Fosas nasales: Cavidades que se extienden desde los orificios nasales hasta la nasofaringe. Recubiertas de mucosa, actúan como resonadores y son la vía de salida del aire en los sonidos nasales (cuando el velo del paladar está descendido).
- Laringe: Órgano situado entre la faringe y la tráquea. Es esencial para la fonación porque alberga las cuerdas vocales (o pliegues vocales). La vibración de las cuerdas vocales al pasar el aire produce la voz (sonidos sonoros). La ausencia de vibración produce sonidos sordos. La laringe contiene:
- Músculos intrínsecos: Responsables directos del movimiento de las cuerdas vocales (tensión, abducción, aducción), lo que permite variar el tono y la sonoridad.
- Músculos extrínsecos: Conectan la laringe con otras estructuras y permiten su movimiento vertical.
- Glotis: Es el espacio entre las cuerdas vocales. Su apertura o cierre es crucial para la fonación y la respiración.
- Faringe: Tubo muscular situado detrás de la cavidad nasal, la cavidad bucal y la laringe. Actúa como caja de resonancia, modificando el timbre de la voz.
- Pulmones y Músculos Respiratorios (Diafragma, Intercostales): Proporcionan la corriente de aire (egresivo en la mayoría de las lenguas) que inicia el proceso de fonación.