¿Qué son los antibióticos?
Los antibióticos, del griego «anti» (contra) y «bios» (vida), son medicamentos que se utilizan para tratar infecciones causadas por bacterias. Las bacterias son microorganismos que pueden causar enfermedades en humanos y animales, como la tuberculosis, la salmonela, la sífilis y algunas formas de meningitis. Si bien algunas bacterias son perjudiciales, otras son beneficiosas. Nuestro sistema inmunológico, con sus glóbulos blancos, generalmente puede combatir las bacterias dañinas antes de que se multipliquen y causen síntomas. Sin embargo, en ocasiones, el cuerpo necesita la ayuda de los antibióticos.
El primer antibiótico: la penicilina
La penicilina fue el primer antibiótico. Antibióticos relacionados, como la amoxicilina, la ampicilina y la bencilpenicilina, se utilizan ampliamente en la actualidad para tratar diversas infecciones.
¿Cómo funcionan los antibióticos?
Existen diferentes tipos de antibióticos, pero todos actúan de dos maneras principales:
- Bactericidas: Matan las bacterias. La penicilina es un ejemplo de bactericida, que interfiere con la formación de la pared celular bacteriana.
- Bacteriostáticos: Detienen la multiplicación de las bacterias.
¿Para qué se usan los antibióticos?
Los antibióticos se utilizan para tratar infecciones causadas por bacterias, hongos y parásitos. Sin embargo, los antibióticos no son eficaces contra los virus. Es importante determinar si una infección está causada por una bacteria o un virus. La mayoría de las infecciones de las vías respiratorias superiores, como los resfriados y el dolor de garganta, son causadas por virus, por lo que los antibióticos no son efectivos en estos casos.
Resistencia a los antibióticos
El uso excesivo o incorrecto de antibióticos puede provocar que las bacterias se vuelvan resistentes, lo que significa que el antibiótico se vuelve menos eficaz contra ese tipo de bacteria.
Tipos de antibióticos
- Amplio espectro: Tratan una amplia gama de infecciones.
- Espectro estrecho: Son eficaces contra tipos específicos de bacterias.
- Aeróbicos: Atacan bacterias que necesitan oxígeno.
- Anaeróbicos: Actúan contra bacterias que no necesitan oxígeno.
Efectos secundarios de los antibióticos
Efectos secundarios comunes
- Diarrea
- Náuseas
- Infecciones fúngicas en la vagina y el tracto digestivo
Efectos secundarios raros
- Formación de cálculos renales (al tomar sulfonamidas)
- Coagulación sanguínea anormal (al tomar algunas cefalosporinas)
- Sensibilidad al sol (al tomar tetraciclinas)
- Trastornos de la sangre (al tomar trimetoprima)
- Sordera (al tomar eritromicina y aminoglucósidos)
Algunos pacientes, especialmente los ancianos, pueden experimentar inflamación del intestino (un tipo de colitis) que puede provocar diarrea grave. La clindamicina, un antibiótico utilizado para infecciones graves, suele tener este efecto secundario. Aunque con menos frecuencia, la penicilina, la cefalosporina y la eritromicina también pueden causarlo.
Reacciones alérgicas
Algunos pacientes pueden desarrollar reacciones alérgicas a los antibióticos, especialmente a la penicilina. Los síntomas pueden incluir erupciones cutáneas, hinchazón de la lengua y la cara, y dificultad para respirar. Las reacciones a los antibióticos pueden ser graves, incluso fatales (reacciones anafilácticas). Informe a su médico si ha tenido alguna reacción alérgica a un antibiótico.
Precauciones
Informe a su médico si:
- Tiene problemas hepáticos o renales.
- Está embarazada.
- Está amamantando.
Interacciones con otros medicamentos
Los antibióticos pueden interactuar con otros medicamentos. No tome otros medicamentos o remedios herbales sin consultar a su médico. La penicilina, la cefalosporina y otros antibióticos pueden reducir la eficacia de los anticonceptivos orales. Si el antibiótico causa diarrea o vómitos, la absorción de los anticonceptivos también puede verse afectada. En estos casos, considere métodos anticonceptivos adicionales.
Cómo usar los antibióticos
Los antibióticos se toman generalmente por vía oral, pero también se pueden administrar por inyección o aplicar directamente en la zona afectada. La mayoría de los antibióticos comienzan a actuar en pocas horas. Es fundamental completar el tratamiento para prevenir la reaparición de la infección y la resistencia a los antibióticos. Incluso si se siente mejor, debe completar el tratamiento. Algunos antibióticos no deben tomarse con ciertos alimentos o con el estómago lleno. Siga las instrucciones de su médico. No consuma alcohol mientras toma antibióticos, ya que puede afectar la absorción del medicamento.