Relación entre Color de Piel, Raquitismo y Radiación Solar
Existen varias formas de la vitamina D:
- Vitamina D2: Procedente del ergosterol.
- Vitamina D3: Procedente del colesterol.
Los rayos ultravioletas (UV) de la luz solar son responsables de la producción de ambas formas de vitamina. En ciertas partes del mundo con limitada cantidad de luz solar, existe la posibilidad de que la cantidad de vitamina D sintetizada no sea siempre suficiente.
El color de la piel, determinado por la melanina, es una forma de protección que filtra los excesos de radiación UV.
Interconexión entre Vitamina D y Color de Piel
La melanina constituye la primera línea de defensa del organismo contra enfermedades relacionadas con los rayos UV. Sin embargo, los rayos del sol también son beneficiosos; de hecho, son necesarios, ya que al incidir sobre la piel, la luz solar permite la síntesis de vitamina D a partir de las sustancias grasas de la epidermis. La sangre transporta la vitamina D a los intestinos, donde desempeña un papel fundamental en la absorción del calcio. A su vez, el calcio es indispensable para la fortaleza de los huesos. Sin una adecuada absorción de calcio, facilitada por la vitamina D, las personas pueden desarrollar raquitismo (en niños) u osteomalacia (en adultos).
Aunque la vitamina D se obtiene de pocos alimentos, las poblaciones del interior a menudo se ven obligadas a depender de los rayos del sol y de su propia piel para obtener el suministro de esta sustancia fundamental.
El color de piel específico de una población humana representa una solución de compromiso evolutivo entre los peligros de una radiación excesiva (quemaduras agudas, cáncer de piel) y los de una radiación insuficiente (riesgo de raquitismo y osteomalacia).
La selección natural favoreció a las personas de piel clara en latitudes altas, ya que podían utilizar las dosis de sol más débiles y breves para sintetizar eficientemente la vitamina D.
¿Existe Justificación Biológica para el Racismo?
El racismo se basa en la suposición errónea de que existen razas humanas «inferiores» y «superiores». Según esta ideología, las razas consideradas «superiores» manifiestan atributos especialmente relevantes de los que carecen las «inferiores». Sirve de excusa al racista para considerar a otros grupos como una degeneración de la especie, intentando justificarlo mediante razones científicas falsas o inventadas. Es crucial entender que el concepto de «raza» humana carece de fundamento biológico sólido. A menudo, el argumento biológico se mezcla con una concepción cultural que afirma la superioridad de ciertos grupos étnicos en términos de civilización.
Los datos biológicos sobre la adaptación del color de la piel y la síntesis de vitamina D, expuestos anteriormente, constituyen una contradicción absoluta de las tesis racistas. Estas no pueden, en modo alguno, reivindicar una justificación científica.
Concepto Antropológico de Naturaleza Humana
La naturaleza del ser humano es el conjunto de las capacidades y características que definen a la especie humana y que se encuentran codificadas en su genoma.
Las características genéticas son compartidas por todos los miembros de una especie, aunque en ellas también residen las bases de las diferencias individuales.
Factores Genéticos Compartidos e Individuales
- Caracteres de Especie: En una misma especie, los individuos comparten un conjunto de caracteres gracias a los cuales esa especie se distingue de otras. Los factores genéticos compartidos son aquellos que determinan la pertenencia de un individuo a una especie determinada. Las diferencias genéticas entre especies de seres vivos son, en realidad, menores de lo que se creía; pequeñas variaciones en los genes pueden conducir a grandes diferencias en la conducta y morfología.
- Variabilidad Individual: Gracias a la reproducción sexual, los caracteres de los descendientes proceden tanto del padre como de la madre, por lo que cada individuo es el resultado único de este intercambio genético. Los factores genéticos establecen también que todos los seres humanos seamos diferentes. Existe una sola excepción natural: los gemelos univitelinos (idénticos), que comparten la misma información genética.
El Binomio Naturaleza – Cultura
El ser humano se caracteriza por tener una naturaleza (determinada por la herencia genética) y, a lo largo de su vida, adquirir una cultura (compuesta por hábitos y costumbres). Cultura y Naturaleza son dos términos imprescindibles para explicar y entender qué es el ser humano.
Definiciones
- Naturaleza: Se refiere a los determinantes genéticos que un individuo posee desde su nacimiento. Incluye aquellos factores y condicionamientos biológicos que heredamos.
- Cultura: Engloba todo aquello que el ser humano aprende o adquiere a lo largo de su vida. Se relaciona con el ambiente o «lo adquirido». Incluye las costumbres, normas sociales, lenguaje, conocimientos y también aquellas herramientas tecnológicas incluidas que han surgido como aplicación de los conocimientos científicos.
El ser humano es un ser biocultural: nace con una naturaleza biológica y, a lo largo de su vida, desarrolla y se integra en una cultura. Aunque hay factores que dependen casi exclusivamente de la genética (ej. grupo sanguíneo) y otros que son eminentemente culturales (ej. idioma materno), existen muchos rasgos y comportamientos que dependen de la interacción compleja entre la naturaleza y el ambiente (cultura).
Averiguar en qué medida una característica depende de la naturaleza o de la cultura es una cuestión a menudo difícil, pero de gran relevancia, ya que la respuesta puede tener importantes implicaciones sociales, éticas y políticas, afectando a campos diversos como la educación, la medicina o la legislación.