Los Sentidos
Detectamos la energía física del ambiente que nos rodea y la codificamos en señales de tipo nervioso. Este proceso cerebral primario se denomina sensación. Se inicia y es posible gracias a los sentidos, que nos permiten entrar en contacto con la realidad exterior y también con las transformaciones que se producen en nuestros propios cuerpos.
Receptores Sensoriales
Los receptores son células nerviosas (terminales) especializadas que reaccionan ante los cambios físico-químicos producidos en el ambiente o el interior del cuerpo. Emiten una señal (estímulo) que se transmite en forma de impulso nervioso.
Clasificación de Receptores (Wenger y Jones)
Según la clasificación de Wenger y Jones, se distinguen cuatro tipos principales de receptores sensoriales:
- Exteroceptores: Se hallan situados en la superficie del organismo. Su función consiste en captar la estimulación del medio ambiente. Responden a estímulos originados fuera del cuerpo. Incluyen los cinco sentidos clásicos: vista, audición, olfato, gusto y tacto. El tacto, a su vez, se considera que engloba sensaciones de presión, temperatura (frío/calor) y dolor. La percepción de frío y calor depende de la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el exterior.
- Interoceptores: Se encuentran dentro del organismo, localizados en los aparatos respiratorio, digestivo, urogenital y, en general, dentro de las vísceras. Reciben la estimulación interna (como cambios de temperatura en los órganos). Su respuesta consiste esencialmente en alteraciones viscerales. Gracias a ellos obtenemos sensaciones como hambre, sed, bienestar, etc.
- Propioceptores: Situados en músculos, tendones y articulaciones. Controlan las respuestas musculares, permitiéndonos coordinar movimientos, mantener el equilibrio y ser conscientes de la posición de nuestro cuerpo. Incluyen el sentido cinestésico, que nos informa de la posición y movimiento de nuestros miembros, y el sentido vestibular (localizado en el oído interno), crucial para el equilibrio y la orientación espacial.
- Nociceptores: Se encuentran distribuidos por casi todo el organismo. Reaccionan primordialmente ante estímulos intensos que pueden causar daño en los tejidos (mecánicos, térmicos, químicos), transmitiendo al cerebro sensaciones de dolor.
Otras Clasificaciones de Receptores
Existen otras clasificaciones de los receptores sensoriales basadas en el tipo de energía o estímulo al que responden:
- Fotoceptores: Captan energía lumínica (ej. vista).
- Mecanorreceptores: Detectan presión, vibraciones y movimiento (ej. oído, tacto).
- Termoceptores: Responden a cambios de temperatura (frío y calor).
- Quimioceptores: Detectan sustancias químicas (ej. olfato, gusto).
La Sensación
Perspectiva Fisiológica
Desde un punto de vista fisiológico, la sensación es un proceso que consta de varias fases:
- Excitación: Un receptor sensorial es activado por un estímulo adecuado.
- Transducción: Conversión de la energía del estímulo (física, química, mecánica) en un impulso nervioso (eléctrico).
- Transmisión: El impulso nervioso viaja de neurona en neurona a través de las vías sensoriales.
- Recepción: El impulso nervioso llega a áreas específicas del cerebro para su procesamiento inicial.
Perspectiva Psicológica
En sentido psicológico, la sensación es la experiencia básica resultante de la estimulación de los órganos sensoriales; es la captación de una cualidad sensible (un color, un sonido, un olor). Las sensaciones son las respuestas mentales inmediatas a los estímulos y los componentes elementales de la percepción.
Para que los sentidos sean activados se necesitan estímulos.
Estímulo
Un estímulo es cualquier forma de energía (física, química, mecánica, etc.) que puede excitar un receptor sensorial y desencadenar una respuesta en un organismo (ej. ondas sonoras, reacciones químicas, ondas de luz).
La sensación, por tanto, implica la captación de cualidades sensibles como respuesta a un estímulo.
Umbrales Sensoriales
Los umbrales sensoriales definen los límites de nuestra capacidad para detectar estímulos.
- Umbral Mínimo o Absoluto: Es la intensidad más pequeña de un estímulo necesaria para que pueda ser detectado por un receptor sensorial (y percibido) al menos el 50% de las veces.
- Umbral Máximo: Es la mayor intensidad de un estímulo que un sentido puede soportar antes de que la sensación se vuelva dolorosa o el sistema sensorial se sature y deje de procesarla adecuadamente.
- Umbral Diferencial (o Diferencia Mínima Perceptible, DMP): Es la diferencia mínima necesaria entre dos estímulos para que sean percibidos como distintos.
Un psicofísico del siglo XIX, Ernst Weber, descubrió que el umbral diferencial no es una cantidad fija, sino que depende de la intensidad del estímulo original. La Ley de Weber establece que el umbral diferencial es directamente proporcional a la magnitud del estímulo inicial (ΔI / I = k, donde ΔI es el umbral diferencial, I es la intensidad del estímulo inicial y k es una constante que varía para cada sentido).
La ley de Weber se cumple razonablemente bien para estímulos de intensidad media, pero puede no ser precisa para intensidades muy bajas (cercanas al umbral absoluto) o muy altas.