Coordinación Nerviosa

Función de Relación o Coordinación en Animales

Los sistemas nervioso y endocrino coordinan de forma conjunta las funciones de todos los sistemas y aparatos de los animales.

El estrés es detectado por la vista y el olfato, que avisan al cerebro, el cual desencadena una serie de respuestas:

• El sistema nervioso autónomo simpático desencadena la respuesta de huida, que coordinará los músculos para escapar (ejemplo de la liebre seguida por el perro). Este sistema inhibirá el flujo de sangre hacia los órganos que no son esenciales para la huida y estimulará la médula de las glándulas suprarrenales, que segregarán adrenalina.
• Si consigue escapar, el sistema nervioso autónomo parasimpático disminuirá los ritmos respiratorio y cardíaco, dirigiendo la sangre al aparato digestivo para que el animal coma para reponer energías.

Componentes de la Coordinación Nerviosa

Sistema Nervioso

El sistema nervioso está formado por un tejido especializado en la recepción de estímulos y la conducción de impulsos a gran velocidad. Sus células son capaces de transmitir información del medio externo e interno.

El sistema nervioso tiene las siguientes fases:

1. Recepción sensorial: Se produce en los exterorreceptores e interorreceptores, capaces de captar estímulos y convertirlos en impulsos nerviosos.
2. Coordinación: Los impulsos nerviosos viajan por las neuronas sensitivas al sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal), que interpretan la información, la almacenan y toman decisiones sobre la conducta.
3. Respuesta: Transmitida mediante neuronas motoras a los órganos efectores, donde se ejecuta. La respuesta puede ser fisiológica o de comportamiento.

Receptores Sensoriales

Son células especializadas y adaptadas para ser sensibles a diferentes estímulos, tanto del medio externo como interno.

Pueden ser:

• Terminaciones nerviosas: Receptores de dolor y temperatura.
• Células epiteliales modificadas: Conos y bastones del ojo.
• Órganos de los sentidos: Células receptoras se asocian a otro tipo de células (ojo, oído).

Los receptores sensoriales se caracterizan por su especificidad y su adaptación.

Quimiorreceptores

Encargados de captar la presencia de estímulos químicos en el medio ambiente (olfato, gusto, dolor).

• Receptores olfativos: Se estimulan por sustancias volátiles y captan los olores. Son importantes en la identificación de alimentos y en comportamientos sociales.
• Receptores gustativos: Células aisladas o agrupadas en órganos que responden a sustancias químicas en disolución (agua, saliva) y son menos sensibles que el olfato. Existen cinco tipos de receptores: ácido, amargo, dulce, salado y umami.
• Receptores del dolor: Terminaciones libres estimuladas cuando un tejido está dañado. Las células dañadas segregan potasio, que estimula las terminaciones nerviosas, y segregan enzimas que transforman proteínas sanguíneas en bradicinina (sustancia que estimula los receptores del dolor).

Mecanorreceptores

Receptores sensoriales que recogen la información mecánica (tacto, presión).

• Receptores táctiles: Abundantes en la cara y extremidades. Detectan el frío (corpúsculos de Krause), calor (corpúsculos de Ruffini), tacto (corpúsculos de Meissner) y presión (corpúsculos de Pacini). En animales, determinan reflejos defensivos, como en las lagartijas, que se autoamputan.
• Propioceptores: Informan del grado de contracción de los músculos, la tensión de los tendones y la posición de las articulaciones.
• Órganos del equilibrio: Captan información sobre la posición y movimiento para mantener el equilibrio. El órgano más simple es el estatocisto, que se encuentra en el oído interno de los mamíferos.
  • Conductos semicirculares: Están orientados en el espacio en tres planos perpendiculares entre sí y sus extremos ensanchados y provistos de crestas con cilios sensitivos que detectan cambios en la velocidad, rotación y traslación.
  • El utrículo y sáculo: Provistos de cilios sensitivos y protegidos por una sustancia gelatinosa y cristales pequeños de carbonato. Con el movimiento, el peso de los cristales dobla los cilios y provoca un estímulo nervioso que informa de la nueva posición.
• Línea lateral: La poseen peces y anfibios, y es un sistema receptor de vibraciones, cambios de presión hidrostática u objetos en movimiento.
• Receptores auditivos: Captan ondas y existen en animales capaces de emitir sonidos. Los mamíferos tienen el órgano del oído muy desarrollado, dividido en tres partes: externo (capta ondas sonoras), medio (cadena de huesecillos que transmiten y amplifican) e interno (tubo cerrado enrollado en espiral que tiene en su interior el órgano de Corti, formado por células sensitivas que informan al nervio auditivo).

Termorreceptores

Son dendritas de neuronas sensitivas que captan cambios de temperatura.

Fotorreceptores

Células receptoras sensibles a la energía luminosa que transforman la energía química por los fotopigmentos.

• Ojos en cámara del ser humano: El globo ocular consta de tres capas: esclerótica (rígida y protectora), coroides (vasos sanguíneos) y retina (sensible a la luz).
• La córnea es anterior a la esclerótica. Detrás está el iris, que regula el tamaño de la pupila.
• El cristalino enfoca las imágenes y las señales luminosas alcanzan la retina. Entre la córnea y el cristalino está la cámara anterior, llena de humor acuoso, y entre el cristalino y la retina, la cámara posterior, llena de humor vítreo. La retina posee bastones para la visión nocturna y conos para la percepción de colores.
• El nervio óptico se llama punto ciego porque no hay sensibilidad visual. La zona central de la retina o fóvea contiene conos y su número determina la nitidez o agudeza visual. El centro visual en cada uno de los hemisferios del cerebro, localizado en los lóbulos occipitales, recibe la información visual. Los nervios ópticos, que parten de la retina, recogen los mensajes sensoriales desde el ojo al cerebro. Los nervios se cruzan formando el quiasma óptico.