El parto y sus etapas: dilatación, expulsión y alumbramiento

La Sangre

La sangre es un líquido rojo que circula por el interior de los vasos sanguíneos que recorren todo nuestro organismo. En nuestro cuerpo tenemos cinco litros de sangre. Algunas de sus funciones son transportar sustancias por todo el organismo y proteger el cuerpo de enfermedades.

Componentes de la Sangre

  • Glóbulos rojos: Tienen forma de disco bicóncavo y son rojos debido a la hemoglobina, una proteína que transporta el oxígeno y el dióxido de carbono. Son células pequeñas, elásticas y deformables, sin núcleo, lo que les permite atravesar capilares finos.
  • Glóbulos blancos: Tienen forma irregular y son casi transparentes. Combaten las infecciones causadas por microorganismos. Son células más grandes que los eritrocitos y poseen núcleo. Existen cinco tipos: neutrófilos, eosinófilos, basófilos, linfocitos y monocitos.
  • Plaquetas: Tienen forma redondeada y son las responsables de la coagulación de la sangre cuando se produce un corte en la piel. Son fragmentos celulares sin núcleo que provienen de células gigantes de la médula ósea.

La Placenta

La placenta es un órgano efímero presente en los mamíferos euterios y, en mucho menor medida, en algunos metaterios y tiburones. Se desarrolla durante la gestación para satisfacer las necesidades del feto de respiración, nutrición y excreción. Se forma a partir de las mismas células del espermatozoide y el óvulo que originaron el embrión y tiene dos componentes: una porción fetal (corion frondoso) y una porción materna (decidua basal).

El Aparato Reproductor

El aparato reproductor está constituido por diversos órganos, externos e internos, y puede ser masculino o femenino. En estos aparatos se producen las células reproductoras o gametos, que tras la fecundación, originan un nuevo individuo en el interior de la madre.

El Aparato Locomotor

El aparato locomotor está compuesto por el sistema muscular (músculos) y por el sistema esquelético (huesos). Se encarga de la locomoción y de los movimientos voluntarios del cuerpo.

La Circulación Mayor

La circulación mayor es el recorrido sanguíneo entre el corazón y los diferentes órganos del cuerpo. Este circuito es más largo que el circuito pulmonar.

La Menstruación

La menstruación o regla forma parte del proceso de maduración del cuerpo femenino y posibilita que las mujeres puedan ser madres.

La Inseminación Artificial

En la especie humana, la inseminación artificial (IA) se utiliza como técnica para tratar la infertilidad o para permitir el embarazo sin pareja, gracias a un donante de esperma. En este caso, la madre también lo es desde el punto de vista genético, y el donante es genéticamente el padre.

La Fecundación In Vitro

La fecundación in vitro (FIV) es una técnica a través de la cual se realiza la fecundación del ovocito por parte del espermatozoide fuera del cuerpo de la madre. La FIV es el principal tratamiento para la infertilidad cuando otros métodos de reproducción asistida no han tenido éxito.

Órganos de Eliminación de Desechos

Tres órganos principales se encargan de la eliminación de desechos: riñones, pulmones e hígado.

Etapas del Parto

Dilatación

La dilatación es el primer período del parto y se divide en una fase latente y una fase activa. La fase latente termina cuando se alcanzan los 2 cm de dilatación. A partir de este momento se inicia el parto y comienza la fase activa de la dilatación, que comprende de 2 a 10 cm (dilatación completa), en la que el cuello uterino ya no se palpa.

En esta etapa, la bolsa que contiene el líquido amniótico se rompe, ya sea espontáneamente o por la comadrona. Se rasura la zona genital y se aplica un enema. La fase latente dura una media de 9 horas en la mujer primípara y 5 horas en la multípara. La fase activa dura 5 y 2 horas respectivamente.

En la fase latente, las contracciones no son fuertes y se suceden cada 15 o 20 minutos, con una duración de entre 60 y 90 segundos. Se soportan sin mayor esfuerzo. Durante la fase activa, las contracciones se vuelven cada vez más dolorosas y frecuentes (cada 5 minutos).

Recuerda mantener la calma y practicar los ejercicios respiratorios aprendidos en la preparación al parto. En este periodo, ya debes estar en la clínica.

Expulsión

La expulsión es el segundo periodo del parto. Se inicia al alcanzar la dilatación completa del cuello uterino y termina con la salida del bebé. Se completa el descenso, la rotación y la flexión de la cabeza, que finalmente aparece por el cuello uterino, seguida del cuerpo.

En esta fase, las contracciones uterinas llegan al máximo de energía y frecuencia. Aparecen los pujos, contracciones involuntarias de la musculatura abdominal, que se sienten como un impulso irrefrenable de empujar. Estas contracciones coinciden con las contracciones uterinas para favorecer la progresión fetal en el canal del parto y la salida de la cabeza. Este periodo dura menos de una hora en las mujeres primíparas y pocos minutos en las multíparas.

Alumbramiento

Una vez expulsado el feto y el resto del líquido amniótico, las contracciones uterinas pierden intensidad y el útero expulsa la placenta. La altura uterina desciende dos dedos por debajo del ombligo. El útero, en estas condiciones, no sangra y se palpa fácilmente bajo las cubiertas abdominales, con una consistencia firme conocida como «globo de seguridad», que impide la hemorragia del lecho placentario.

Esta fase, aunque más relajada, puede presentar complicaciones si no se asiste correctamente. El médico debe asegurarse de la expulsión completa de la placenta. Los controles post-alumbramiento incluyen el vaciado de la vejiga, la toma del pulso y la tensión arterial, y el control del «globo de seguridad».

Es normal sentir frío y agotamiento después del parto. Es posible que experimentes una «tiritona». Debes permanecer tapada adecuadamente y en reposo. Puedes mantener a tu hijo contigo si lo deseas y tus fuerzas te lo permiten.

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