El Proceso de Edafogenesis y la Formación del Suelo

1.1 Proceso de Edafogenesis

La edafogenesis es el proceso de formación del suelo. Aunque varía dependiendo de diferentes factores, es similar en la mayoría de las situaciones. Se parte de un sustrato rocoso, sobre el que actúan los agentes meteorizantes y erosivos (fundamentalmente los climáticos), provocando una disgregación física de sus componentes y una alteración química de sus constituyentes mineralógicos. Así, al cabo de cierto tiempo, la roca estará más o menos modificada.

Sobre este sustrato se asientan los primeros colonizadores biológicos: los líquenes, cianobacterias y los musgos. Son organismos carentes de raíces verdaderas; los líquenes poseen hifas rizinosas y los musgos, rizoides, con capacidad de fijarse en la roca y absorber agua.

Estos colonizadores contribuyen con su actividad biológica a transformar el sustrato sobre el que se asientan, de forma que se origina un tapiz en el que caen semillas que, al germinar, desarrollan un sustrato vegetal inicial.

Mientras tanto, los agentes erosivos continúan su acción de tal forma que, al cabo de cierto tiempo, se habrá formado una capa de suelo que se hará más profunda. Se constituye así el perfil del suelo, en cuya base se localiza la roca madre, a una profundidad que puede oscilar entre unos pocos centímetros y varios metros.

Factores que intervienen en la edafogenesis

  • El clima: Sobre todo la temperatura y el balance hídrico, y en general los agentes erosivos que meteorizan la roca y la alteran más o menos profundamente. Es quizá el factor primordial, tanto en la formación como en la posterior evolución del suelo.
  • Los organismos: La vegetación, las bacterias, hongos, la micro y mesofauna, que con su actividad biológica y sus restos van transformando el sustrato rocoso y originando la materia orgánica del suelo.
  • El tiempo: Lógicamente, a medida que transcurre el tiempo, el suelo va evolucionando, de tal forma que se puede hablar de suelos jóvenes y maduros; estos últimos son los que han terminado su evolución, encontrándose en equilibrio con la vegetación y el clima. Entonces hablamos del clímax del suelo edáfico, que es el perfil que está en equilibrio con las condiciones climáticas características de una región.
  • La roca madre: Proporciona las características únicas al suelo, dependiendo de la dureza, composición, etc., del sustrato litológico. Los suelos se pueden desarrollar a partir de todo tipo de rocas, cuya naturaleza será determinante en las características del futuro suelo, principalmente en lo relativo a su fertilidad y propiedades fisicoquímicas.
  • El relieve: Los suelos que se forman en terrenos llanos son más profundos que los que se originan en topografías de pendiente, en las cuales, debido a la erosión y al lavado lateral, se produce un escalonamiento regular de los suelos desde la cima hasta la base de las laderas. Esta sucesión de suelos se llama catena.
  • La acción antrópica: El hombre puede modificar la evolución de los suelos alterando su estructura y composición, y cambiando la vegetación. La forma en que esta influencia es más directa es la implantación de cultivos, en donde los horizontes superficiales se homogeneizan debido al trabajo continuo en el suelo y el tipo de vegetación se instala o se elimina a conveniencia. En general, provoca la evolución regresiva del suelo.

1.2 El Perfil del Suelo

El suelo está estructurado desde la superficie hasta la roca madre en una serie de estratos llamados horizontes, que se diferencian entre sí por su estructura, composición y propiedades. El conjunto de horizontes de un suelo se denomina perfil edáfico.

Un perfil completo consta de dos tipos de horizontes: los más superficiales son los de eluviación (A); debajo suyo se encuentran los de iluviación (B), que descansan sobre el material rocoso que se está degradando (C).

  • Horizonte A: Es un horizonte mineral de asimilación de materia orgánica en el que parte de sus componentes minerales han sido lavados hacia horizontes más profundos. Es una capa muy importante porque proporciona al suelo los elementos nutritivos y suele constituir lo que se llama capa arable.
  • Horizonte B: Es un horizonte mineral de acumulación de materia mineral, enriquecido por los elementos que provienen del horizonte superior. Se caracteriza por tener mayor cantidad de arcilla y un color más intenso y claro que el anterior.

Por debajo se encuentra la roca madre, constituyendo el horizonte C, que procede de la roca compacta situada por debajo de él, llamándose a este último horizonte D.

1.3 Los Componentes Edáficos

Fase Sólida

Está constituida por organismos y materia inerte:

Organismos

  • Bacterias: Se pueden encontrar hasta diez millones de bacterias por gramo en el suelo. Suelen vivir en zonas con materia orgánica.
  • Hongos: Muy abundantes igualmente, se desarrollan en el interior del suelo e intervienen decisivamente como descomponedores de la materia orgánica.
  • Algas y cianobacterias: Pueden existir hasta 5000 algas por gramo de tierra y viven cerca de la superficie.
  • Protozoos: Muy abundantes en suelos con gran cantidad de materia orgánica, de la que se alimentan.
  • Animales: Todos ellos heterótrofos, se alimentan de materia orgánica en descomposición o de otros organismos, en ocasiones de forma parásita, causando a veces graves perjuicios agrícolas. Los más abundantes son invertebrados artrópodos.

Materia Inerte

  • Materia orgánica: Constituida por restos de organismos en descomposición que forman el humus y los compuestos húmicos. Su cantidad es pequeña, normalmente no supera el 5% en peso del total de la materia inerte.
  • Materia inorgánica: Constituye el 95% del total de materia inerte. Está formada por fragmentos de roca sin alterar, de un tamaño más o menos grande.

La materia inorgánica constituye la base de la estructura y textura del suelo con sus propiedades fisicoquímicas.

Fase Líquida

Es una disolución acuosa de diferentes iones:

  • Cationes: Na…
  • Aniones: Cl…

El agua del suelo puede ser de diferentes tipos, según su movilidad:

Agua circulante

Es la que se mueve por los poros y grietas del suelo.

  • Agua de gravitación: Tiene movimientos de escorrentía y drenaje, llena los poros más grandes del suelo. No es aprovechable.
  • Agua capilar absorbible: Llena los poros de tamaño intermedio y puede perderse a la atmósfera por evaporación.

Agua retenida

Es la que no circula o lo hace muy difícilmente.

  • Agua capilar no absorbible: Llena los poros más pequeños, puede evaporarse lentamente y no es absorbible por las plantas.
  • Agua higroscópica: Es captada por el suelo a partir de la humedad atmosférica. Forma una fina película alrededor de las partículas del suelo y no puede evaporarse ni ser absorbida por las raíces.

Fase Gaseosa

Es el aire del suelo. Su composición es parecida a la del aire atmosférico, pero con una menor proporción de O2 y mucho mayor de CO2 debido a la gran actividad biológica que se desarrolla en el suelo. Además, estos gases pueden disolverse en el agua, encontrándose concentraciones mucho más elevadas de CO2 que de O2.

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