El Medio Interno y su Importancia
El medio interno es el conjunto de líquidos extracelulares que se encuentran en el interior de un organismo. De él, las células extraen los nutrientes y el oxígeno que necesitan y a él vierten los desechos y el dióxido de carbono que producen en su metabolismo. En las personas, el medio interno está formado principalmente por plasma intersticial y por los líquidos circulantes: la sangre y la linfa.
- Plasma intersticial: es un líquido con funciones defensiva y nutritiva que queda entre las células. Se origina a partir de la sangre que ha sido filtrada a través de las finas paredes de los capilares sanguíneos.
- Sangre: es un medio de transporte de sustancias que discurre por el interior de los vasos sanguíneos.
- Linfa: es un líquido que se forma a partir del plasma intersticial y que circula por los vasos linfáticos, unos conductos que, tras recorrer gran parte del organismo, desembocan en los vasos sanguíneos.
El Sistema Circulatorio Sanguíneo: Distribución y Recogida
El sistema circulatorio distribuye los nutrientes y el oxígeno por todo el organismo, al mismo tiempo que recoge los productos de desecho del metabolismo celular y los lleva hasta los órganos encargados de su eliminación. El sistema circulatorio sanguíneo de las personas, al igual que el del resto de los vertebrados, está constituido por los vasos sanguíneos, la sangre y un órgano propulsor: el corazón.
Vasos Sanguíneos
Son conductos por los que circula la sangre a todas las partes del organismo. Pueden ser de tres tipos:
- Arterias: conducen la sangre desde el corazón hasta los diferentes órganos del cuerpo.
- Venas: conducen la sangre desde los distintos órganos hacia el corazón.
- Capilares: son vasos microscópicos que, a modo de red, unen las terminaciones de las arterias con el comienzo de las venas.
La Sangre: Un Fluido Vital
La sangre es un líquido viscoso de color rojo y de sabor salado que circula por el interior de los vasos sanguíneos. La sangre interviene en diferentes funciones, entre las que destacan:
- Nutrición: transporta los nutrientes desde el aparato digestivo hacia todas las células del organismo.
- Respiración: conduce el oxígeno desde los pulmones hasta las células y el dióxido de carbono producido por estas en sentido inverso.
- Excreción: recoge los residuos producidos por las células y los conduce al aparato excretor para que puedan ser eliminados al exterior.
- Defensa: transporta las células de defensa del organismo.
- Regulación térmica: interviene en la regulación de la temperatura corporal, calentando o refrigerando.
Composición de la Sangre
La sangre humana está compuesta por una parte líquida llamada plasma, donde se encuentran diferentes tipos de células sanguíneas.
- Plasma: es un líquido de color amarillento constituido en un 90% por agua. La mayoría de las propiedades de la sangre se deben a sus proteínas. El plasma sin ciertas proteínas se denomina suero sanguíneo. El proceso por el que el plasma se solidifica se llama coagulación.
- Células sanguíneas: son de tres tipos:
- Glóbulos rojos o eritrocitos: son pequeñas células bicóncavas carentes de núcleo. Son elásticos y deformables, lo que les permite atravesar incluso los capilares más finos.
- Glóbulos blancos o leucocitos: son células más grandes que los eritrocitos y con núcleo.
- Plaquetas o trombocitos: son fragmentos celulares sin núcleo que intervienen en los procesos de coagulación de la sangre.
El Corazón: Motor del Sistema Circulatorio
El corazón impulsa la sangre como una bomba, haciéndola circular por los vasos sanguíneos. El funcionamiento del corazón se basa en dos tipos de movimientos coordinados que tienen lugar en las aurículas y en los ventrículos: uno de contracción o sístole y otro de relajación o diástole.
- Diástole auricular: las aurículas se dilatan mientras las válvulas mitral y tricúspide permanecen cerradas. La sangre procedente de las diversas partes del cuerpo entra en el corazón.
- Sístole auricular: las aurículas se contraen, se abren las válvulas mitral y tricúspide, y pasa la sangre a los ventrículos.
- Diástole ventricular: los ventrículos se hinchan al recibir sangre de las aurículas. Las válvulas sigmoideas permanecen cerradas, impidiendo que la sangre de las arterias entre a los ventrículos.
- Sístole ventricular: los ventrículos se contraen y las válvulas sigmoideas se abren. Las válvulas mitral y tricúspide permanecen cerradas, impidiendo que la sangre regrese a las aurículas.
Circulación Doble y Completa
Las personas presentamos un tipo de circulación doble y completa. Decimos que es doble porque, en el curso de un recorrido completo, la sangre pasa dos veces por el corazón, estableciéndose así dos circuitos. Decimos que es completa porque no hay mezcla de sangre rica en oxígeno con sangre rica en dióxido de carbono. Esto es posible porque el corazón está dividido por un tabique interventricular que separa el lado derecho y el lado izquierdo, y cada lado recoge e impulsa sangre hacia un circuito diferente. Los dos circuitos que se establecen son:
- Circuito pulmonar: se establece entre el corazón y los pulmones. En este circuito, la sangre cargada de dióxido de carbono recogida en todos los órganos del cuerpo llega a la aurícula derecha por las venas cavas superior e inferior. Debido al corto recorrido que realiza la sangre, también se conoce como circulación menor.
- Circuito general: se establece entre el corazón y los diferentes órganos del cuerpo. En este circuito, la sangre lleva a todas las células el oxígeno y los nutrientes necesarios para que puedan realizar sus funciones y recoge el dióxido de carbono y los desechos producidos en el metabolismo.
El Sistema Linfático: Complemento Esencial
El sistema circulatorio linfático recoge el exceso de líquido que queda entre las células, devolviéndolo a la sangre, y además transporta las grasas que se absorben en el intestino. El sistema circulatorio linfático es mucho más sencillo que el sanguíneo. Está formado por los siguientes órganos:
- Capilares linfáticos: son pequeños vasos ciegos muy finos distribuidos por todos los tejidos. Se encargan de recoger el líquido intersticial.
- Vasos linfáticos: son vasos de estructura parecida a las venas. Resultan de la confluencia de capilares linfáticos. Estos vasos desembocan en el sistema circulatorio sanguíneo, al que vierten su contenido. En su interior presentan una serie de válvulas que solo permiten la circulación en una dirección.
- Ganglios linfáticos: son pequeños ensanchamientos que se producen a lo largo de los vasos linfáticos. En ellos se eliminan las sustancias extrañas y los microorganismos de la linfa con el fin de que no entren en la sangre. Son también centros de maduración de algunos tipos de glóbulos blancos.