Enfermedades comunes en ovinos y bovinos
Pasteurelosis
Pasteurelosis: Sólo los rumiantes domésticos están sujetos a infecciones clínicas serias por P. haemolytica. Además de neumonías, esta bacteria causa mastitis, meningitis y otitis.
- En el bovino son frecuentes en neumonías y aislados en nasofaringe de animales sanos.
- En el ovino son responsables de neumonías en ovejas. Son frecuentemente aislados de tonsilas (amígdalas) de ovejas normales y de pasteurelosis septicémica de corderos de engorda.
Se describen las siguientes enfermedades causadas por pasteurelas.
Foot-Rot Ovino
Foot-Rot Ovino: El foot-rot contagioso del ovino es una infección aguda o crónica de los tejidos epidérmicos de la pezuña. La enfermedad se produce por la acción sinérgica de Bacterioides nodosus y Fusobacterium necrophorum y factores predisponentes como humedad y altas temperaturas.
La enfermedad ocurre en ovinos a pastoreo o en engordas en encierro, y está asociada a determinados rebaños donde hay brotes recurrentes. Se estima que las razas de pezuña clara, como los Merino, son más susceptibles a la infección, pero no se describen diferencias de susceptibilidad de edad o sexo.
Diagnóstico y control
El diagnóstico se realiza por las características de la enfermedad. Las vacunas comerciales generalmente contienen varias cepas de virus virulento (no están en Chile). Se pueden hacer autovacunas mediante la maceración de costras e inoculación del sobrenadante, mediante escarificación en un sitio de la piel que quede protegido (lado interno del muslo). Se genera una lesión pustular única que protege al animal de por vida.
Se recomienda vacunar al rebaño durante un brote cuando está afectado menos del 10% de los animales. No conviene utilizar la vacuna en lugares donde nunca se ha presentado la enfermedad porque indudablemente se introduce el virus a la población. Las partes afectadas pueden ser tratadas con antisépticos locales y removiendo las costras.
Infecciones clostridiales producidas por Clostridios invasores de tejidos
Son conocidos por producir cuadros de gangrena y lesiones hepáticas localizadas. Desde los tejidos alterados por la bacteria se difunden las toxinas que ejercen sus efectos sobre órganos y tejidos. Estas toxinas, dependiendo de su tipo, tienen efectos letales, necróticos y hemolíticos.
Clostridium chauvei
Es la especie que con mayor frecuencia se encuentra en la gangrena enfisematosa o gaseosa, o carbunclo sintomático del bovino y ovino. Aunque la enfermedad es esporádica, existen áreas que están sujetas a brotes recurrentes.
Este microorganismo también está involucrado en la infección de heridas con consecuencias fatales. La condición patológica que produce es conocida como edema maligno, en las especies domésticas y es uno de los componentes del grupo gangrena que causa infecciones en humanos.
Clostridium novyi
El tipo de mayor importancia veterinaria es Cl. novyi tipo B, siendo el tipo A el agente causal más frecuente de gangrena gaseosa en el hombre y causa de infecciones en carneros debidas a peleas. En estos casos se describe un gran aumento de volumen de la cabeza.
La enfermedad clásica producida por Cl. novyi tipo B es una hepatitis necrótica infecciosa conocida también como “bradsot alemán”. La especie más afectada es el ovino, aunque también han sido descritos casos en bovinos. La bacteria puede encontrarse en el hígado de animales sanos sin producir problemas, hasta que eventos que lesionan el parénquima hepático generan las condiciones de anaerobiosis óptimas. Estas microlesiones producidas especialmente por migración de parásitos, son el punto inicial de multiplicación del clostridio, produciéndose focos necróticos en el hígado desde los cuales difunden las toxinas hacia todo el organismo. Además de la toxemia, se establece pronto una bacteremia y aparición de lesiones hemorrágicas subcutáneas, que dan el aspecto oscuro y sanguinolento que describe el cuadro como “enfermedad negra”.
Clostridium haemolyticum
Es conocido también como Cl. novyi tipo D y produce una enfermedad conocida como hemoglobinuria infecciosa o bacilar del bovino.
Clostridium tetani
Produce el tétano, enfermedad que afecta a animales y ser humano mediante la acción de una neurotoxina denominada tetanospasmina. Las esporas de esta bacteria pueden ser encontradas en terrenos cultivados y fertilizados con materia orgánica de origen fecal. Es una enfermedad más frecuente en climas tropicales y se considera de ocurrencia esporádica.
Infecciones clostridiales producidas por clostridios productores de enterotoxemias
Las enterotoxemias se caracterizan por el desarrollo de clostridios a nivel intestinal y producción de gran cantidad de toxinas que pasan a circulación, produciendo toxemia y lesiones en diversos órganos. Los cambios de alimentación, en especial desde un nivel pobre a uno excesivo y de alto nivel nutritivo, son un factor que desencadena el desarrollo de Cl. perfringens. Existen varios tipos de Cl. perfringens diferenciados por las toxinas que producen.
Clostridium perfringens tipo A
Ha sido involucrado en enterotoxemias fatales en ovejas y terneros, con características hemoglobinúricas. Sin embargo, por su frecuencia y facilidad de aislamiento, se cree que enmascara la presencia de otros microorganismos participantes.
Clostridium perfringens tipo B
Es la causa tradicional de la disentería hemorrágica del cordero, que se presenta antes de las dos semanas de vida, cuando existe una lactancia abundante debido a una excelente calidad de la alimentación de las madres. A pesar de que pueden existir pocos síntomas, se describen hemorragias subepicárdicas (corazón) y presencia de úlceras intestinales, que sirven para diferenciarla de cuadros hemorrágicos producidos por Escherichia coli.
Clostridium perfringens tipo D
Este microorganismo produce la más conocida de las enterotoxemias en ovinos y bovinos jóvenes sometidos a alimentación excesiva con fines productivos. En las especies domésticas, la enfermedad se presenta generalmente en forma de brotes, pues, aunque no es contagiosa, todos los animales están sometidos a las mismas condiciones que favorecen su aparición, que es súbita, de curso corto y mortal. Los cambios patológicos no son muy evidentes, aunque una constante son las hemorragias subendocárdicas y epicárdicas y presencia de fluidos en la cavidad pericárdica. La putrefacción del cadáver es acelerada, acumulándose gran cantidad de gas en cavidades e intestino. Los riñones también se descomponen en forma rápida, perdiendo su forma y adquiriendo una consistencia blanda y friable.
Diagnóstico y control
El diagnóstico se realiza primariamente por los síntomas, pero se requiere el uso del laboratorio para reconocer las toxinas, lo cual es muy difícil de realizar. Para la prevención de las clostridiosis existen muy buenas vacunas preparadas a partir de toxinas inactivadas y, en algunos casos, cuerpos bacterianos muertos. Debe vacunarse a las ovejas 30 días previo a los partos e inmunizar a las borregas a contar de los 2 meses de vida y repetir a los 30 días.
Distomatosis (Fasciola hepática)
Esta es una enfermedad interna causada por parásitos del género Fasciola, denominado vulgarmente como “pirigüín”. El agente causal de esta enfermedad es un tremátodo (gusano plano) que se ubica en los canalículos biliares del hígado de la oveja. Esta afección es causa de decomisos de hígados en mataderos y de bajas en el potencial productivo de los animales afectados. El ciclo biológico es indirecto ya que para poder realizarlo la Fasciola hepática necesita la presencia de un hospedador, un caracol llamado Lymnaea viatrix. Este caracol normalmente se ubica en cursos de agua detenida y al comenzar a aumentar las temperaturas, después del invierno, inicia su actividad.
Signos y síntomas
Existen tres formas de presentación de la Distomatosis: la aguda, la subaguda y la crónica. Los animales afectados empeoran su estado corporal, presentando todo el rebaño un aspecto homogéneo, aletargamiento, vellones ralos y bajos índices de desarrollo corporal. En general, los síntomas aparecen en los casos crónicos. Estos son: falta de peso, debilidad general, edema submandibular y palidez de mucosas. En casos de muerte las lesiones y las fasciolas son muy evidentes.
Diagnóstico y control
El conocimiento de la existencia del caracol en la zona y la asociación con la sintomatología ayuda a un diagnóstico clínico más rápido. El diagnóstico definitivo debe ser coproparasitario, encontrando huevos en las fecas. Puede tratar de eliminarse el caracol usando Sulfato de Cobre, que puede colocarse en pequeñas bolsas de arpillera donde están las fuentes de agua, para que su liberación sea lenta dentro del flujo de agua. La clave es proteger al máximo a los animales jóvenes, que son los más susceptibles, a través de técnicas de manejo (que no pastoreen campos cercanos a cursos de agua).
Miasis Nasal (Falso Torneo)
Descripción y síntomas
Esta Miasis es producida por una mosca que deposita sus huevos en los ollares de los ovinos. Esta mosca pertenece a la familia Oestridae, denominadas vulgarmente zumbadoras. Estos huevos, a lo largo de un año de infestación, evolucionarán a larvas y se desarrollará la enfermedad en la cavidad nasal, pudiendo acceder a los senos paranasales frontal, maxilar e incluso migrar al encéfalo, lo cual determina la sintomatología de doblar la cabeza, por lo cual se denomina “Falso Torneo”.
Los signos y síntomas son netamente respiratorios y aparecen durante los meses de verano. Las larvas obstruyen e irritan la mucosa nasal con lo que se produce una descarga nasal y la disnea (dificultad respiratoria). Además se hace evidente la rinitis, pudiendo ser ésta serosa, mucosa y hasta sanguinolenta. El grado de complejidad sintomática va a depender, en gran medida, del número de la carga parasitaria. Los animales que tienen esta parasitosis tratan de sacarse las larvas estornudando y dándose golpes. Los fuertes estornudos ayudan a los animales a salvarse de esta enfermedad.
Diagnóstico y control
El diagnóstico es clínico y por la presencia de las larvas. El control y tratamiento se hace por el uso de antiparasitarios a la salida del verano, usando drogas fasciolicidas o ivermectinas, doramectinas o avermectinas.