Enfermedades de los Árboles: Armillaria y Heterobasidion Annosum

Armillaria sp. (Basidiomycota, Agaricales)

Hospedantes

Hongo polífago que puede afectar a cualquier especie leñosa, e incluso se ha encontrado en especies no leñosas.

Daños

Provoca anillamiento en raíces y cuello, destruyendo la albura, el cambium y el floema. La pudrición del sistema radical causa disfunción en la absorción de agua y nutrientes, lo que conlleva a la pérdida de estabilidad del fuste y la copa. El viento puede provocar el descalce y la caída del árbol. En los árboles jóvenes, la enfermedad progresa rápidamente, mientras que en los viejos lo hace lentamente, llegando a ser crónica.

Síntomas

Los síntomas no son específicos y tardan en ser evidentes. A medida que el hongo destruye las raíces, las copas comienzan a mostrar los daños. Si aparece un factor desencadenante, la evolución de la enfermedad puede ser muy rápida y producir la muerte súbita del árbol. También pueden transcurrir varios años desde que el árbol está enfermo hasta que se observan síntomas. Para un diagnóstico precoz, hay que sospechar de pies con la copa rala, ligeramente clorótica, con grupos de hojas de pequeño tamaño, piñas pequeñas en coníferas, menor crecimiento en altura, etc. En estos casos, se aconseja descalzar y observar el estado del sistema radical. Debajo de la corteza crece un característico micelio blanco amarillento, denso y de tacto suave. También son típicos los rizomorfos con aspecto de cordones y, finalmente, la formación de grupos de basidiocarpos.

Aspectos Biológicos

Hongo del suelo que normalmente vive sobre materia orgánica muerta sin causar daños. Determinadas circunstancias permiten al hongo desarrollar su poder infectivo y atacar las raíces de árboles vivos, generalmente debilitados. Presenta el ciclo típico de los basidiomicetes. Durante mucho tiempo se consideró una sola especie, Armillaria mellea, pero ahora se reconocen varias: A. ostoyae, A. gallica, A. tabescens.

Medios de Lucha

  • Higiene de las plantaciones y cuidados culturales: evitar heridas, practicar claras, aportar abonos (particularmente con N2), plantar especies que se adapten bien a las condiciones locales.
  • Evitar dejar enterrados troncos y tocones: retirar los árboles afectados y dejar el hoyo abierto hasta la siguiente plantación.
  • Delimitar el área afectada con una zanja y echar cal viva.
  • Sulfato de Carbono: se hacen cuatro orificios alrededor de los árboles afectados a 1 m de distancia del tronco y de 1 m de profundidad, en ellos se inyecta 150 cm3 de sulfato de carbono. En zonas donde se sospecha su presencia, el orificio será de 0.30 m de profundidad, separados entre sí 50 cm, y se introduce 0.75 cm3 de sulfato de carbono. Este tratamiento favorece el desarrollo de Trichoderma viride (T. ligmorum), hongo antagónico de Armillaria. Debe completarse con la eliminación y retirada total de los tocones y raíces de árboles muertos por la enfermedad.

Heterobasidion annosum (Basidiomycota, Aphyllophorales) – Pudrición Blanca

Hospedante

Especialmente en coníferas. En Galicia, la especie más afectada es Pinus pinaster.

Daños

En otros países, es considerado uno de los mayores patógenos en coníferas. Produce pudrición progresiva del sistema radical, generando alteraciones funcionales y, finalmente, la muerte del árbol. Destruye la lignina y la celulosa (pudrición blanca), la madera se vuelve fibrosa y sin resistencia mecánica.

Síntomas

Son parecidos a los de Armillaria y, en general, a los de todos aquellos que deriven de problemas de raíces. El basidiocarpo es básico para el diagnóstico; crece a nivel del cuello del árbol y suele estar oculto por la hojarasca. Puede ayudar al diagnóstico el tipo de pudrición y la presencia bajo la corteza de un micelio similar al de Armillaria, pero menos consistente y sin rizomorfos. El desarrollo de los daños es diferente en Pinus que en otras coníferas (Abies, Pseudotsuga, Larix,…). En los pinos, invade el sistema radical, atacando los tejidos corticales y la albura, entre los cuales va creciendo el micelio. La destrucción de las raíces provoca en la copa: clorosis, muerte de brotes y ramas, y ralentización del crecimiento. En plantaciones, se observan daños en corros concéntricos a partir de los primeros árboles afectados, que presentan daños más agudos que los de la periferia.

Aspectos Biológicos y/o Ciclo

El hongo puede vivir en las raíces de los tocones durante años. La liberación de las esporas suele tener lugar en otoño. Estas son transportadas por el viento y pueden germinar sobre otros tocones. Las esporas que caen al suelo pueden iniciar una infección directa, sobre todo si existen heridas en las raíces. Una vez establecida la enfermedad, el hongo coloniza las raíces sanas de otros árboles por contacto. El micelio se desarrolla entre el duramen y la albura, produciendo conidios del anamorfo. Unos años después, el árbol muere.

Medios de Lucha

  • Preventivos: plantar árboles no susceptibles a esta enfermedad o plantaciones mixtas para evitar que contacten las raíces.
  • Mecánicos: el destoconado en las zonas afectadas reduce el ataque. Evitar el contacto con raíces afectadas cavando fosas de 60-80 cm de profundidad.
  • Lucha biológica: sobre pinos y para poblaciones poco atacadas, aplicar una composición comercial de suspensión de esporas de Phlebiopsis gigantea (=Peniophora gigantea), hongo antagónico de Heterobasidion annosum.

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