Enfermedades Infecciosas
Las enfermedades más mortíferas
Unas pocas enfermedades, como la neumonía, la tuberculosis o el paludismo, provocan casi el 90% de las muertes en el mundo por enfermedades infecciosas. Algunas de estas son nuevas, pero otras han estado presentes siempre.
Enfermedades emergentes
Según la OMS, surge una enfermedad infecciosa cada año. Estas enfermedades emergentes son transmitidas por gérmenes hasta ahora desconocidos. Así ha ocurrido con las fiebres hemorrágicas.
Otros casos se deben a que han sufrido mutaciones peligrosas para los humanos.
Enfermedades reemergentes
Estas azotan regiones en las que ya se creía erradicadas. Este es el caso, por ejemplo, de:
- El cólera: Volvió de nuevo a África del Sur en 1991, después de un siglo de ausencia, y mató a 400.000 personas.
- La tuberculosis: Afecta a más de dos millones de personas cada año.
- El dengue: Ha acabado infectando a más de 50 millones de personas al año.
- La malaria: Causa la muerte de casi 1 millón de personas al año.
Epidemia, Endemia y Pandemia
Una epidemia es un brote de enfermedad infecciosa que se propaga rápidamente, afectando a una gran porción de personas en una misma región geográfica durante un tiempo limitado. Si permanece en la zona se llama endemia. Una pandemia es una epidemia que afecta a muchos países en el mundo al mismo tiempo.
La teoría microbiana de la enfermedad
Robert Koch, un médico alemán, la puso a prueba. Centró sus primeros trabajos en el estudio de una enfermedad del ganado, el carbunco. Koch observó al microscopio preparaciones de sangre de los enfermos y comprobó que siempre había una bacteria, la Bacillus anthracis. Para poner a prueba su teoría, tomó una muestra de sangre de un ratón con carbunco y se la inyectó a un ratón sano, que al poco tiempo enfermó y murió. Con esto, no solo confirmó el papel de los microorganismos en las infecciones, sino también la idea de que cada enfermedad está producida por un microorganismo determinado, y cada microorganismo genera una enfermedad diferente.
Agentes infecciosos
Solo algunos producen enfermedades infecciosas: los microorganismos patógenos. Son parásitos que invaden el cuerpo de un ser vivo, llamado huésped, y se reproducen en su interior o sobre él, ocasionando daños en sus tejidos. Estos daños son los responsables de los síntomas de la enfermedad. Los agentes infecciosos pueden ser:
- Virus: Son parásitos celulares. Son los de menor tamaño y resultan difíciles de eliminar si no se destruyen las células en las que viven.
- Bacterias: Son organismos unicelulares procariotas y pueden reproducirse sin invadir otras células.
- Protozoos y hongos: Los protozoos son unicelulares eucariotas; los hongos, unicelulares o pluricelulares.
La respuesta del organismo ante la infección
Los gérmenes pueden pasar desde la fuente de infección a un organismo sano de dos formas:
- Transmisión directa o contagio: Se produce por contacto directo entre la persona enferma y la sana. El contacto puede ser físico o a través de partículas del enfermo (ej: la gripe).
- Transmisión indirecta: Los gérmenes pasan por medio del agua o los alimentos, y de allí se transmiten a una persona sana. El transporte de los gérmenes pueden hacerlo otros animales que son los vectores, como los mosquitos. Se denomina reservorio a los animales que albergan agentes infecciosos para la especie humana.
La respuesta inmunitaria
El sistema inmunitario está formado por un conjunto de órganos, tejidos y células que se encuentran repartidos por todo el organismo, aunque los glóbulos blancos son el componente central. Este sistema elabora respuestas para proteger al organismo de infecciones, y de cuya ejecución se encargan los glóbulos blancos. En muchos casos, la respuesta inmunitaria logra eliminar los gérmenes causantes de la enfermedad, y esta se supera en unos pocos días, como en los resfriados comunes.
Memoria inmunitaria e inmunidad
La inmunidad es el estado de protección frente a una enfermedad después de pasarla. La primera vez que una persona se expone a un agente infeccioso, hay un lapso, de varios días, antes de que se aprecie un aumento de anticuerpos y linfocitos T. Pero el sistema inmunitario recuerda este germen y, en el segundo encuentro con él, reacciona de forma más rápida. En estas condiciones, esa persona es capaz de resistir la enfermedad infecciosa y se dice que es inmune a ella. Gracias a la capacidad de memoria del sistema inmunitario:
- La recuperación de muchas enfermedades, como la varicela, proporciona una inmunidad natural contra ellas. Muchas enfermedades infecciosas solo se padecen una vez en la vida.
- Podemos protegernos frente a enfermedades graves, como el tétanos, mediante la inmunidad artificial. Esta puede adquirirse mediante la vacunación.
Antígenos, anticuerpos y respuesta
Los antígenos son organismos o moléculas que son reconocidos por el sistema inmunitario y estimulan su respuesta. Los anticuerpos son proteínas fabricadas por los linfocitos (glóbulos blancos que circulan con la sangre). Estos se vierten al plasma sanguíneo, donde se unen al antígeno particular. La respuesta inmunitaria se caracteriza por su:
- Especificidad: Los linfocitos y anticuerpos producidos como respuesta a un antígeno solo sirven para ese antígeno.
- Diversidad: El sistema inmunitario es capaz de responder ante una ingente variedad de moléculas, virus, etc.
- Distinción entre lo propio y lo extraño: El sistema inmunitario solo responde ante moléculas o células extrañas.
- Memoria: Recuerda el patógeno y responde más rápido.