Enfermedades Infecciosas: Un Enfoque Microbiológico

Enfermedades Infecciosas: Tipos, Transmisión y Respuesta Inmunitaria

Algunas de las enfermedades infecciosas más mortíferas son nuevas, pero la mayoría han sido azotes de la humanidad a lo largo de toda su historia.

Enfermedades Emergentes y Reemergentes

Enfermedades Emergentes

Según la OMS, desde la aparición del SIDA en 1983 hasta el SRAS, que apareció en la primavera de 2003, el ritmo al que surgen nuevas enfermedades infecciosas es de una por año. Estas enfermedades emergentes son transmitidas por gérmenes hasta ahora desconocidos. Algunos de estos gérmenes han permanecido durante mucho tiempo confinados en su lugar de origen antes de entrar bruscamente en contacto con las personas. Así se supone que ha ocurrido con terribles fiebres hemorrágicas, como el Ébola, cuyos agentes responsables se han puesto por primera vez en contacto con las personas a consecuencia de la invasión y destrucción de los bosques. Otros casos se deben a que han sufrido mutaciones que los han convertido en peligrosos para la especie humana.

Enfermedades Reemergentes

Las grandes enfermedades infecciosas del pasado siguen con nosotros. Algunas, denominadas reemergentes, azotan regiones del planeta en las que ya se creía definitivamente erradicadas. Este es el caso de:

  • El Cólera: Volvió de nuevo a América del Sur en 1991, después de un siglo de ausencia, y acabó con la vida de casi 400.000 personas.
  • La Tuberculosis: Tras retroceder en la segunda mitad del siglo XX, ha regresado a la Europa del Este y sobre todo al África Subsahariana en la que afecta a más de dos millones de personas cada año.
  • El Dengue: Estaba limitado al Sudeste Asiático, se propagó en los últimos años del siglo XX al continente americano y ha acabado infectando a más de 50 millones de personas cada año.
  • La Malaria: Causa la muerte de casi un millón de personas al año. Hacia 1960, el uso de insecticidas contra los mosquitos que transmiten la malaria hizo pensar que ya no era una amenaza pública. En los últimos años ha emergido en nuevas áreas y regresado a zonas donde se pensaba que ya había sido erradicada.

La Respuesta del Organismo ante la Infección

Los seres vivos que se encuentran infectados por un germen patógeno se consideran fuentes de infección. El agua, el suelo, el aire o los alimentos son medios de transmisión a través de los cuales se propagan los gérmenes. Los gérmenes pueden pasar desde las fuentes de infección a un organismo sano de dos formas:

  1. Transmisión directa o contagio: Se produce por contacto directo entre la persona enferma y la sana. El contacto puede ser físico o a través de las partículas desprendidas del enfermo. La gripe, por ejemplo, puede contagiarse al inhalar las gotitas que pasan al aire con el estornudo o la tos de un enfermo.
  2. Transmisión indirecta: Los gérmenes procedentes de la fuente de infección pasan al medio, por ejemplo al agua o a los alimentos, y de allí pueden transmitirse a una persona sana. Por ejemplo, la bacteria que ocasiona el cólera se transmite por el agua. El transporte de los gérmenes pueden hacerlo otros animales que se denominan vectores; los mosquitos, por ejemplo, son vectores del dengue y la malaria.

Se denominan reservorios a los animales que albergan agentes infecciosos para la especie humana. En ellos, los gérmenes viven y se reproducen y pueden transmitirse a las personas. Los roedores son los principales reservorios de virus.

La Respuesta Inmunitaria

Nuestro organismo posee barreras naturales que dificultan la entrada de los agentes infecciosos. La piel, las lágrimas, o las secreciones ácidas de nuestro aparato digestivo frenan la entrada de los gérmenes, aunque estas barreras no son infranqueables. Si los agentes infecciosos logran superarlas aún deberán enfrentarse al sistema inmunitario. El sistema inmunitario está formado por un conjunto de órganos, tejidos y células que se encuentran repartidos por todo el organismo, aunque los glóbulos blancos son el componente central. Este sistema elabora respuestas para proteger al organismo de infecciones y de cuya ejecución se encargan los glóbulos blancos. En muchos casos, la respuesta inmunitaria logra eliminar los gérmenes causantes de la enfermedad y esta se supera en unos pocos días, como suele ocurrir en los resfriados comunes.

Mecanismo de la Respuesta Inmunitaria

  1. El germen es detectado y fagocitado por un macrófago.
  2. Partes del germen se exponen en la superficie externa del macrófago y son presentados a diferentes linfocitos hasta encontrar alguno capaz de fabricar un anticuerpo eficaz contra él.
  3. Este linfocito recibe el estímulo que le hace multiplicarse rápidamente.
  4. Algunos linfocitos, los linfocitos B, fabrican anticuerpos específicos contra el germen y facilitan su destrucción (respuesta humoral).
  5. Otros linfocitos, los linfocitos T, son capaces de detectar células infectadas por el germen y las destruyen (respuesta celular).

Memoria Inmunitaria e Inmunidad

La primera vez que una persona se expone a un agente infeccioso (un antígeno) existe un lapso, por lo común de varios días, antes de que se aprecie un aumento de anticuerpos y linfocitos T. Pero, durante años, a veces por toda la vida, el sistema inmunitario «recuerda» a ese germen particular y en un segundo encuentro con él reacciona de forma mucho más rápida e intensa. En estas condiciones, esa persona es capaz de resistir la enfermedad infecciosa provocada por ese mismo germen y se dice que es inmune a ella. Gracias a la capacidad de memoria del sistema inmunitario:

  • La recuperación de muchas enfermedades como la varicela proporciona una inmunidad natural contra ellas. Muchas enfermedades infecciosas solo se padecen una vez en la vida.
  • Podemos protegernos frente a enfermedades graves, como el tétanos, mediante la inmunidad artificial. Esta puede adquirirse introduciendo en el cuerpo patógenos enteros o parte de ellos, que han perdido su capacidad de provocar la infección pero mantienen la capacidad de estimular la respuesta del sistema inmunitario. Este proceso se llama vacunación. Una vez vacunados de una enfermedad nuestro organismo se hace inmune a ella por un periodo de tiempo, en muchos casos para toda la vida.

Los Antibióticos

Los antibióticos son sustancias químicas, de origen biológico o sintético, que matan a las bacterias o impiden su multiplicación. Su descubrimiento supuso una auténtica revolución en la lucha contra las enfermedades infecciosas. En 1929, el médico inglés Alexander Fleming observó que las placas de cultivo de la bacteria Staphylococcus aureus que conservaba en su laboratorio habían sido contaminadas por un hongo, y que la zona que rodeaba al hongo en crecimiento estaba libre de bacterias. Tras años de investigación se consiguió aislar, a partir del hongo identificado como Penicillium notatum, la sustancia que impedía el desarrollo de la bacteria. Fue el primer antibiótico conocido, la penicilina. A partir de entonces se han descubierto otros antibióticos producidos por seres vivos y también se han fabricado en el laboratorio moléculas que tienen un efecto similar, los denominados antibióticos sintéticos.

Los Antivirales

Los antivirales actúan sobre los virus, pero no tienen ningún efecto sobre otros agentes infecciosos, como los hongos o los protozoos. Para las enfermedades infecciosas no bacterianas debe utilizarse otro tipo de medicamentos. La importancia de algunas enfermedades víricas, como el SIDA, ha obligado a que las empresas farmacéuticas hayan puesto su empeño en el desarrollo de medicamentos antivirales. Sin embargo, no es sencillo lograr que un medicamento acabe con una infección vírica. El problema fundamental se deriva de que los virus no son células y además se reproducen en el interior de las células del huésped. Los pocos fármacos antivirales que existen están destinados a evitar que el virus entre en las células o que, tras su reproducción, no puedan liberarse y contagiar a las células vecinas.

Patentes y Genéricos

Para las empresas farmacéuticas, las patentes son un seguro para recuperar la inversión realizada en el descubrimiento y puesta en el mercado de nuevos fármacos. Para los pacientes de los países pobres, que padecen una carga desproporcionadamente alta de enfermedades, el acceso a medicamentos de calidad a precios asequibles tiene una importancia crítica. La mayoría de la población pobre paga los medicamentos directamente de su bolsillo, de manera que un ligero incremento en los precios torna los medicamentos que pueden salvar sus vidas en inasequibles. Por este motivo, y gracias a la presión ejercida por la sociedad, en noviembre de 2001 se firmó el Acuerdo sobre los ADPIC y Salud Pública, los llamados Acuerdos de Doha, que permiten que un país se salte una patente cuando se declara una crisis sanitaria. También se obliga a los miembros de la OMC a facilitar la exportación de medicamentos genéricos a todos los países pobres con escasa capacidad de producción propia. En la actualidad, los países pobres tienen la posibilidad de acceder a algunos fármacos baratos mediante la importación o producción de genéricos. Aunque, con frecuencia, toda una serie de trabas burocráticas lo convierte en imposible. Los laboratorios ofrecen muchas veces productos a bajo precio, aunque las ONG los consideran insuficientes. Normalmente, en la mayoría de los casos estos tratamientos a bajo precio son los de «primera línea», los que se recetan al principio del tratamiento. Pero son necesarios también los de «segunda línea», los que permiten a enfermos de SIDA o de tuberculosis mantener una aceptable calidad de vida, aunque son estos los que los laboratorios no rebajan porque son los últimos que han sacado y de ellos obtienen sus mayores beneficios.

Medicamentos Genéricos

Son medicamentos con la misma composición, eficacia terapéutica, seguridad y calidad que el original. Deben ajustarse a las siguientes normas:

  • Figurar en su etiquetado las siglas EFG (especialidad farmacéutica genérica).
  • Tener igual composición cualitativa y cuantitativa en el principio activo y la misma forma farmacéutica que el medicamento original.
  • Ser igual de seguro y eficaz que el medicamento original.
  • Tener un precio menor que el medicamento original.

La comercialización de medicamentos genéricos ha hecho bajar el precio de los tratamientos contra el SIDA.

Los Postulados de Koch

  1. El microorganismo debe estar presente en todos los individuos con la misma enfermedad.
  2. El microorganismo debe ser recuperado del individuo enfermo y poder ser aislado en un medio de cultivo.
  3. El microorganismo proveniente de ese cultivo debe causar la misma enfermedad cuando se inocula a otro huésped.
  4. El individuo experimentalmente infectado debe contener el microorganismo.

Agentes Infecciosos

Hoy sabemos que la mayoría de los organismos son inocuos para los demás seres vivos. Solo algunos producen enfermedades infecciosas, los denominados microorganismos patógenos. Por otra parte, algunos agentes causantes de enfermedades infecciosas no son organismos, como los virus, por eso suele utilizarse la expresión más general de agentes infecciosos o, de forma más vulgar, gérmenes o microbios. Los agentes infecciosos son parásitos que invaden el cuerpo de un ser vivo, denominado hospedador o huésped, y se reproducen, en su interior o sobre él, ocasionando daños en sus tejidos. Estos daños son los responsables de los síntomas de la enfermedad. Cuando el conjunto de síntomas que acompaña a una enfermedad es complejo, de causa no específica y variable de unos individuos a otros se utiliza el término síndrome. Por ejemplo, una persona afectada de SIDA puede manifestar síntomas respiratorios, problemas en la piel e incluso trastornos mentales. Los agentes infecciosos pueden ser:

  • Virus: Son parásitos celulares, ya que necesitan introducirse en las células para poder reproducirse. Son los agentes infecciosos de menor tamaño y resultan difíciles de eliminar si no se destruyen las células en las que viven. Producen enfermedades como la gripe y los resfriados comunes, las fiebres hemorrágicas (Ébola, Dengue…), el SIDA o el SRAS.
  • Bacterias: Son organismos unicelulares procarióticos y pueden reproducirse sin invadir otras células. Si tienen forma alargada se denominan bacilos. La tuberculosis, el carbunco, el cólera o la legionelosis son enfermedades producidas por bacterias.
  • Protozoos y Hongos: Los protozoos son unicelulares eucarióticos, y los hongos pueden ser unicelulares o pluricelulares. A los protozoos y hongos infecciosos se les suele englobar en el término parásitos aunque todos los agentes infecciosos lo son. El paludismo (malaria) o la enfermedad del sueño son producidas por protozoos, el pie de atleta o la candidiasis, por hongos.

Medios para Hacer Frente a las Epidemias

  • Las vacunaciones infantiles han resultado extremadamente eficaces para reducir la mortalidad por sarampión y otras enfermedades evitables.
  • Los mosquiteros para las camas y otras estrategias de prevención y tratamiento pueden evitar el 50% de todas las muertes por paludismo.
  • El DOTS (tratamiento breve bajo observación directa) puede evitar el 60% de todas las muertes por tuberculosis.
  • La LIEI (lucha integrada contra las enfermedades de la infancia) puede evitar la mayor parte de las muertes infantiles por neumonía, diarrea, paludismo y sarampión. Una parte importante de la LIEI es la terapia de rehidratación oral, que puede evitar hasta el 90% de las muertes por enfermedades diarreicas.
  • Los antibióticos usados en dosis oportunas y correctas, combinados con otras estrategias como la LIEI, son muy eficaces para evitar las muertes por neumonía.
  • Las estrategias de prevención contra el VIH, como la promoción de los preservativos, la educación sexual y los tratamientos de las ETS, han resultado eficaces para reducir la propagación del VIH/SIDA.

Prevención del Bioterrorismo

Los virus y las bacterias pueden transformarse en armas en manos de terroristas. Varias enfermedades se consideran armas potenciales como la viruela, el botulismo o la peste. Apenas unos días después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los EEUU, una serie de cartas conteniendo esporas de Bacillus anthracis, el bacilo del carbunco, fueron enviadas a través del servicio de correos del país. Veintidós personas se vieron afectadas y cinco de ellas murieron. Este ataque reavivó la inquietud internacional por el bioterrorismo. Para prevenir un posible ataque, muchos países han puesto en marcha planes de prevención que van desde la vigilancia de ciertos laboratorios al almacenamiento de vacunas para hacer frente a gérmenes ante los que la población no está inmunizada, como el virus de la viruela. De cualquier modo, los riesgos de un ataque masivo son muy limitados por la dificultad y el costo de fabricar y transportar microorganismos a gran escala.

Éxitos que Ayudan al Optimismo

Algunas epidemias ya no son una fatalidad.

  • La viruela, que causaba millones de muertos hace tan solo 60 años, ha podido ser erradicada gracias a una campaña mundial de vacunación lanzada por la OMS en 1967.
  • La poliomielitis está en franco retroceso. Desde que la Asamblea Mundial de la Salud resolvió erradicar la enfermedad, en 1988, se han realizado enormes progresos en la lucha mundial contra esta enfermedad. El número mundial de casos de poliomielitis ha disminuido de 350.000 en 1988 a menos de 700 en 2003. Tres cuartas partes de todos los casos mundiales están relacionados con un pequeño número de focos clave en tres países: la India, Nigeria y Pakistán.

Para que nuevos ejemplos se añadan a la lista de las batallas ganadas contra las infecciones es necesario que la comunidad internacional se movilice, fundamentalmente para permitir el acceso a la salud de todos los habitantes del planeta.

El Virus de la Gripe: Estructura y Multiplicación

El virus de la gripe se caracteriza porque:

a) La información genética está distribuida en 8 pequeñas moléculas de ARN.

b) La envoltura lleva ancladas dos tipos de moléculas que definen los distintos tipos de virus: H (hemaglutinina) y N (neuramidasa).

Existen y han existido varios tipos de virus de la gripe humana, cada tipo posee una combinación diferente de las dos moléculas (N y H) que el virus posee en su envoltura. Estas moléculas N y H son las responsables de la unión del virus a la célula hospedador y, además, funcionan como antígenos. Los virus se nombran haciendo referencia a esta combinación de moléculas, H y N, por ejemplo el H1N1 es uno de los tres virus que causan las epidemias de gripe humana cada año.

La Vacuna de la Gripe Cambia Cada Año

Los virus de la gripe humana se encuentran en evolución constante, debido a la acumulación de mutaciones en todos sus genes. Si esas mutaciones provocan algún cambio en las moléculas de su envoltura, los anticuerpos fabricados en nuestro organismo con anterioridad a estos cambios ya no pueden neutralizar a esa nueva variante del virus. Así logran reinfectarnos, aunque hayamos estado previamente expuestos a otras variantes del virus y hayamos desarrollado anticuerpos. La vacuna contra la gripe se fabrica con componentes de los diferentes tipos de virus que causan epidemias actualmente. Su composición debe revisarse cada año para modificarla en función de las variantes que en ese momento circulen por la población.

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