Receptores Sensitivos
Denominamos estímulos a aquellos cambios ambientales que pueden ser detectados por nuestro organismo. Los estímulos son captados por unas células nerviosas sensibles que denominamos receptores.
En función de su localización, distinguimos dos tipos de receptores:
- Receptores internos o interorreceptores
- Receptores externos o exterorreceptores
Los receptores se clasifican según el tipo de estímulo que reciben en:
- Mecanorreceptores: reaccionan ante los cambios de presión.
- Termorreceptores: perciben los cambios de temperatura.
- Quimiorreceptores: detectan sustancias químicas.
- Fotorreceptores: son sensibles a la luz.
La Piel
La piel, además de revestir y proteger el cuerpo, es el órgano donde se localizan los receptores táctiles. Está constituida por dos capas: la más superficial, la epidermis, y la más profunda, la dermis.
Receptores Táctiles
- Corpúsculo de Ruffini: el tacto, la presión y el aumento de temperatura.
- Corpúsculo de Krause: el descenso de temperatura (sensación de frío).
Higiene de la Piel
La piel es una barrera defensiva que impide la entrada de multitud de microbios. Cualquier herida puede ser la entrada para estos microorganismos.
El Olfato
El sentido del olfato se localiza en las fosas nasales. Esta cavidad está revestida por el epitelio de la mucosa nasal, que denominamos pituitaria.
El Gusto
Los receptores del gusto se encuentran en los botones gustativos de las papilas de la lengua, y también en el paladar, la faringe y la laringe. Son sensibles a sustancias disueltas en la saliva. Existen receptores para cuatro tipos de sabores (dulce, salado, ácido y amargo).
Higiene del Olfato y del Gusto
La pérdida o reducción del sentido del olfato es la anomalía más frecuente. Se produce cuando excesiva mucosidad originada en las fosas nasales impide captar las partículas volátiles. Por otra parte, la reducción o pérdida del sentido del gusto suele ser consecuencia de trastornos que afectan a la lengua, provocados, por ejemplo, por el tabaco.
Sentido del Oído
Los oídos son los órganos de la audición y del equilibrio. A través de ellos, percibimos los sonidos y nos informan sobre la posición de la cabeza para mantener el equilibrio. En los oídos podemos reconocer tres partes:
- Oído externo: está constituido por el pabellón de la oreja, que es un repliegue de la piel, y el conducto auditivo externo, cerrado en su extremo final por la membrana del tímpano.
- Oído medio: contiene tres huesecillos encadenados: martillo, yunque y estribo.
- Oído interno: formado por un sistema de canales encajados en el hueso, que denominamos laberinto óseo.
Funcionamiento del Oído
El oído es un órgano que realiza dos funciones:
- La audición: las ondas sonoras, que son recogidas por el pabellón de la oreja y dirigidas hacia el conducto auditivo, hacen vibrar al tímpano. Esa vibración, amplificada por la cadena de huesecillos, se transmite hasta el caracol, donde se encuentran los mecanorreceptores. Estos convierten el estímulo en impulsos nerviosos, que son enviados al cerebro por el nervio auditivo.
- El equilibrio: cuando movemos la cabeza, este movimiento es captado por los receptores situados en las paredes de los canales semicirculares, es transformado en impulsos nerviosos, que envían la información de esos movimientos al cerebro.
Higiene del Oído
Para una correcta audición y para prevenir infecciones, es preciso mantener despejados los conductos auditivos externos.
Sentido de la Vista
Los ojos son los órganos donde reside el sentido de la vista. El ojo está formado por: el iris, la córnea, la pupila, la conjuntiva, el cristalino, la esclerótica, el coroides y la retina (capa donde se localizan los receptores visuales).
Funcionamiento del Ojo
Los receptores de la retina captan la luz reflejada por los objetos que vemos y producen impulsos nerviosos que son transportados por el nervio óptico hasta el cerebro. Los receptores de la retina son de 2 tipos:
- Bastones: perciben la luz de poca intensidad, aunque no los colores.
- Conos: son sensibles a los colores, pero no a la luz de baja intensidad.
La Miopía
La miopía es una anomalía de la visión que se debe a una excesiva longitud del globo ocular, que hace que los objetos se dibujen delante de la retina. Las personas miopes ven nítidamente los objetos cercanos, mientras que los objetos lejanos los observan borrosos.
Higiene de los Ojos
Como medida de protección para la vista, es conveniente: utilizar una buena luz para leer y estudiar, mantener una distancia adecuada ante las pantallas del ordenador y la TV, y evitar leer en vehículos en movimiento que provoquen cambios en la distancia entre el ojo y el texto.
La Corteza Cerebral
En la corteza cerebral se localizan áreas sensitivas, donde se reciben los impulsos procedentes de los distintos órganos de los sentidos a través de los nervios sensitivos. En estas áreas, los impulsos se traducen en sensaciones. La destrucción de una región sensitiva de la corteza cerebral lleva emparejada la insensibilidad de la zona del cuerpo correspondiente.
Actos Voluntarios y Reflejos
Los actos voluntarios son actos conscientes, controlados de forma voluntaria, como por ejemplo andar o pensar. Los actos reflejos son respuestas rápidas y automáticas ante estímulos que no implican un control voluntario, como la tos, el parpadeo… En los actos reflejos, las órdenes son elaboradas por neuronas motoras de la médula espinal sin el control de la corteza cerebral.
El Sistema Locomotor
El sistema locomotor está integrado por los huesos y los músculos esqueléticos.
El Esqueleto
El esqueleto constituye un armazón interno que sostiene nuestro cuerpo, protege las partes más delicadas del organismo y en él se insertan los músculos que permiten el movimiento. Está formado por 208 huesos.
La Musculatura Esquelética
Estos músculos actúan sobre el esqueleto y ejecutan los movimientos voluntarios de respuesta ante estímulos. La musculatura esquelética está integrada por más de 650 músculos.
Las Articulaciones
Las articulaciones son estructuras que unen los huesos del esqueleto y permiten la movilidad de la mayoría de sus piezas. Una articulación móvil, como por ejemplo la rodilla, presenta los siguientes elementos:
- Ligamentos: fibras muy fuertes que unen los huesos.
- Cartílagos: piezas de tejido cartilaginoso que recubren las superficies de los huesos en contacto.
- La cápsula sinovial: bolsa situada entre los huesos, rellena de un líquido lubricante llamado sinovia.