El Proceso de Floración en Cultivos Frutales
Inducción y Diferenciación Floral
La inducción floral es un cambio fisiológico que ocurre en un momento determinado en una yema, condicionando su evolución a yema de flor. Posteriormente, la diferenciación floral implica cambios fisiológicos y procesos de diferenciación morfológica que conducen a la aparición de primordios florales.
Teoría para Influir en la Cantidad de Yemas Florales
La hipótesis más aceptada vincula la formación de yemas de flor a un equilibrio hormonal interno a nivel de la propia yema. Este equilibrio está influenciado por factores ambientales, nutricionales, fisiológicos y genéticos.
Factores Clave en la Inducción Floral
- Superficie foliar: Una gran superficie foliar favorece la inducción floral, con una influencia más hormonal que nutricional.
- Frutos y crecimiento vegetativo: La presencia de frutos y un intenso crecimiento vegetativo compiten fuertemente con el proceso de inducción floral. La inhibición de esta inducción parece estar relacionada con la síntesis y traslocación de giberelinas en semillas y ápices de crecimiento.
- Reservas: La formación de flores solo se alcanza cuando la planta o algunos órganos alcanzan un cierto nivel de reservas.
Época de Inducción Floral
La inducción floral suele ocurrir al final del periodo de crecimiento primaveral, típicamente en junio, julio o agosto en climas templados. En especies como el melocotonero, ciruelo y cerezo, la inducción es difícil de apreciar a simple vista. Es crucial determinar la fecha de inducción floral de una variedad en una región frutícola específica como un dato más de su ciclo vegetativo.
Influencia de las Operaciones de Cultivo
El árbol responde a variaciones en la relación C/N (carbono/nitrógeno). Mediante prácticas como la poda, especialmente la poda en verde, y el ajuste del abonado nitrogenado, se puede influir en el índice C/N para favorecer el crecimiento, la floración o un equilibrio entre ambos. Otras técnicas como la poda de raíces, el riego y el estado fitosanitario también permiten situar al árbol en un estado fisiológico determinado.
Polinización y Fructificación
La polinización es el traslado del grano de polen desde las anteras de los estambres hasta el estigma del pistilo. Puede ser autógama (misma flor) o alógama (flores distintas). La polinización más frecuente es la entomófila (mediante insectos).
Partenocarpia y Apogamia
La partenocarpia se refiere a la formación de frutos sin semillas debido a condiciones anormales o falta de fecundación. La apogamia es el desarrollo de frutos sin semillas por ausencia de fecundación.
Tipos de Variedades según su Fertilidad
- Variedades auto-estériles: Su polen es incapaz de realizar la fecundación.
- Variedades inter-fértiles: Su polen puede fecundar los óvulos de las flores de otra variedad. En las plantaciones se suele recurrir a la polinización cruzada.
- Variedades auto-fértiles: Su polen puede realizar la fecundación de sus propias flores.
Causas de la Esterilidad en Frutales
Causas Intrínsecas
- Genéticas: Difíciles de corregir. Hacen que en la mayoría de frutales sea imprescindible la polinización cruzada. Las variedades diploides son de mejor auto-fertilidad que las triploides.
- Fisiológicas: Ligadas a causas genéticas. Problemas comunes incluyen la degeneración precoz de óvulos o el crecimiento lento de tubos polínicos.
- Morfológicas: Limitan la polinización y fecundación, conduciendo a la esterilidad. Si el origen es genético, la solución es compleja, y solo la selección de clones puede permitir el cultivo. Si los problemas son por otras circunstancias (orografía, región, etc.), pueden tener una solución más fácil. Ejemplos: aborto de pistilos, escasez de granos de polen.
Causas Extrínsecas
- Climáticas: Los procesos de floración son muy sensibles a las condiciones ambientales. La temperatura es el factor con mayor incidencia.
- Temperaturas < 10ºC pueden disminuir el porcentaje de germinación del polen y ralentizar el crecimiento de los tubos polínicos, reduciendo las probabilidades de fecundación.
- Temperaturas > 28-30ºC pueden acelerar el crecimiento y provocar la ruptura de tubos polínicos, inhibir la germinación del polen, acelerar la degeneración de los óvulos y malograr la fecundación.
- Temperaturas < 0ºC (heladas) son peligrosas porque los órganos sexuales femeninos son muy sensibles al frío.
- Las primaveras lluviosas y húmedas pueden originar una mala cosecha por el corrimiento de la flor, debido a la limitación del vuelo de insectos y abejas, el lavado de los granos de polen desde los estigmas y el arrastre de granos de polen al suelo.
- Un bajo grado higrométrico ambiental, unido a altas temperaturas durante el periodo de receptividad de los estigmas, provoca la desecación de estos y evita la adherencia de los granos de polen.
- Vientos de más de 10 km/h impiden el vuelo de polinizadores. Vientos secos y altas temperaturas deshidratan los estigmas. Vientos fuertes pueden provocar daños mecánicos en las hojas.
- Nutricionales: La carencia o el desequilibrio nutricional pueden inhibir el proceso de floración. Todas las carencias provocan efectos adversos, siendo muy marcada la carencia de nitrógeno. Se recomiendan aplicaciones nitrogenadas en prefloración. Cualquier disminución de hidratos de carbono de reserva afectará negativamente la floración.
- Accidentales: Comprometen el cuajado del fruto. Incluyen ataques de parásitos, efectos fitotóxicos, malas prácticas (podas tardías, riegos en floración) y cualquier intervención que produzca un shock.
Consideraciones Prácticas para Mejorar la Polinización y Fructificación
- Emplear árboles polinizadores, excepto en variedades autofértiles.
- Usar preferiblemente dos variedades polinizadoras, con buen valor comercial y adaptables a las condiciones ecológicas de la zona. Su floración debe coincidir con la de las variedades principales.
- El número de árboles de la variedad polinizadora debe ser del 10-20% del total, con una distancia máxima de 30-40 metros.
- Disponer los polinizadores de forma regular y homogénea, evitando problemas de recolección, tratamientos y riegos.
- Comprobar la interfertilidad varietal de cada zona.
- Emplear colmenas (1-2 colmenas/ha).
- No realizar tratamientos fitosanitarios en plena floración. Si son imprescindibles, realizarlos con nebulizadores y productos no tóxicos.
- Eliminar factores de esterilidad fisiológicos y nutricionales mediante técnicas de cultivo adecuadas (abonados preflorales, riegos de invierno, podas, labores adecuadas) para alcanzar la plena floración en las mejores condiciones fisiológicas posibles.