Gasto Cardíaco
El gasto cardíaco es el volumen de sangre que moviliza el corazón en un minuto. Depende de cuatro factores:
- Precarga: Volumen de sangre que retorna al corazón. Al aumentar la sangre de retorno, se eleva el gasto cardíaco porque se incrementa la longitud de las fibras miocárdicas, elevando la eficacia de la contracción.
- Contractilidad: Fuerza de contracción del propio músculo cardíaco. Viene definida por la velocidad de acortamiento de la fibra miocárdica.
- Poscarga: Resistencia a la salida de la sangre del corazón. Al aumentar la poscarga, tiende a disminuir el gasto cardíaco.
- Frecuencia Cardíaca: Es el número de latidos en un minuto. Al aumentar la frecuencia cardíaca, se eleva el gasto cardíaco.
Gasto cardíaco = volumen latido x nº de latidos.
Modificando estos factores, el corazón se adapta a circunstancias fisiológicas o patológicas.
- Un deportista entrenado es capaz de bombear más cantidad de sangre con menos latidos. De esta forma, el esfuerzo que realiza es muy inferior al que debería llevar a cabo cualquier persona no entrenada.
- En la insuficiencia cardíaca el corazón, como músculo, funciona mal, por lo que su capacidad contráctil está deteriorada. Si el corazón se contrae mal, bombea menos sangre, por lo que ha de aumentar la frecuencia cardíaca (mecanismo compensador para mantener el gasto cardíaco). Como consecuencia, aumenta la longitud de las fibras, por lo que el corazón aumenta de tamaño.
El Aparato Valvular
El aparato valvular garantiza que la corriente sanguínea siga una dirección adecuada dentro del corazón. La sangre discurre siempre siguiendo la misma dirección: va de las aurículas a los ventrículos y de éstos pasa a las arterias. Las válvulas se abren por diferencias de presión y están cerradas cuando deben evitar que la sangre refluya o que lleve una dirección inadecuada.
El funcionamiento del aparato valvular cardíaco se conoce como ciclo cardíaco, y comprende las siguientes fases:
- Contracción isovolumétrica
- Sístole
- Eyección
- Relajación isovolumétrica
- Diástole
- Llenado ventricular
El Ciclo Cardíaco
El ciclo cardíaco empieza con la contracción isovolumétrica, fase en la que todas las válvulas (aurículo-ventriculares y semilunares) están cerradas. Cuando la presión en los ventrículos supera a la presión en las grandes arterias aorta y pulmonar, se abren las válvulas semilunares (aórtica y pulmonar) y comienza la eyección o salida de la sangre del corazón. Esta fase de eyección finaliza cuando la presión en las grandes arterias aorta y pulmonar supera la presión ventricular, momento en el que se cierran las válvulas aórtica y pulmonar, finalizando la sístole.
La diástole comienza con la relajación isovolumétrica, durante la cual las válvulas aurículo-ventriculares y semilunares están cerradas. Esta fase termina cuando la presión en las aurículas supera la presión ventricular, momento en el que se abren las válvulas aurículo-ventriculares dando comienzo al llenado ventricular. Inicialmente, el llenado ventricular es pasivo y va a depender de la contracción auricular (sístole auricular). El llenado finaliza cuando la presión en los ventrículos supera la presión auricular, cerrándose las válvulas aurículo-ventriculares y dando fin a la diástole.
La sangre sigue gradientes de presión (mmHg):
- Aurícula derecha: 2-6
- Aurícula izquierda: 5-10
- Ventrículo derecho:
- Sístole: 20-25
- Diástole: 2-6
- Ventrículo izquierdo:
- Sístole: 100-130
- Diástole: 5-12
- Arteria pulmonar:
- Sístole: 20-25
- Diástole: 10-15
- Arteria aorta:
- Sístole: 100-130
- Diástole: 70-80
Durante la diástole la presión ventricular se aproxima a 0, pero en las arterias no. Dado que la sangre sale del corazón de forma intermitente, la presión en las arterias debería ser nula una vez que ha pasado la sangre. Esto no es así porque la circulación sanguínea en las arterias fluye de forma continua.
El corazón tiene dos ruidos cardíacos, que se corresponden con las vibraciones que producen las válvulas cardíacas al cerrarse: el primero se corresponde con el cierre de las válvulas aurículo-ventriculares; el segundo se corresponde con el cierre de las válvulas sigmoideas.
Control de la Presión Arterial
Control Rápido
Se lleva a cabo por el sistema nervioso vegetativo y las catecolaminas que, habitualmente actúan de forma conjunta formando una unidad, pues la activación del sistema nervioso simpático libera catecolaminas por la médula suprarrenal.
Para que funcione este reflejo hay un centro cardiocirculatorio, que se encuentra en una región de la formación reticular centroencefálica, en la zona baja de la protuberancia y el bulbo raquídeo. Este centro recibe aferencias, que dan lugar al reflejo baroceptor.
- Los barorreceptores del cayado aórtico y el seno carotídeo informan de las variaciones de presión (modifican su actividad enviando aferencias).
- También hay barorreceptores en las venas pulmonares y en las aurículas.
- Hay quimiorreceptores en el cayado aórtico y en la carótida, que son sensibles a la disminución de la presión arterial parcial de O2 y al incremento de la presión arterial parcial de CO2.
- En la piel tenemos unos receptores menos específicos: dolor.
- El centro también recibe información desde la corteza, pasando por el hipotálamo. De ahí se explica la influencia de la psique (mente) sobre la circulación arterial.
- La falta de circulación sanguínea (isquemia) al SNC también activa al centro cardiocirculatorio.
A su vez, el centro cardiocirculatorio emite eferencias, regulando el sistema nervioso vegetativo, de modo que el aumento de la actividad del sistema nervioso simpático y el descenso de la actividad del sistema nervioso parasimpático, provocan un incremento de la presión arterial. Esto se debe al hecho de que aumenta la frecuencia cardíaca y la contractilidad, y viceversa.
Este control nervioso es rápido y poco duradero, pues el reflejo baroceptor es rápido, se adapta y deja de actuar.
Control Lento Renal
Volemia: volumen de sangre circulante en los vasos sanguíneos.
El riñón controla la volemia, que es fundamental para la precarga, y por tanto el gasto cardíaco. La controla regulando el balance de sodio y agua, fundamentalmente mediante el sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona.
Otros Mecanismos (menos importantes)
- Cambios en el calibre de las arterias según el flujo: si aumenta el flujo, aumenta el calibre.
- Paso de líquido desde el espacio intravascular capilar al espacio intersticial, que aumenta al aumentar la presión arterial.