Función de relación en el ser humano

La función de relación en el ser humano

La función de relación es aquella mediante la cual los seres vivos perciben e interpretan los cambios o estímulos que ocurren en su medio interno y en su entorno, para responder de forma adecuada a ellos.

Gracias a la función de relación, cada ser vivo consigue:

  • La adaptación a los cambios de su medio, tanto externo como interno.
  • El funcionamiento coordinado y acoplado del conjunto de todos los órganos, aparatos y sistemas de su cuerpo, logrando así que actúen como una unidad.

En la función de relación participan los receptores sensoriales, el sistema nervioso, el sistema endocrino y el aparato locomotor.

Los estímulos. Los receptores sensoriales

Los estímulos son factores externos o internos capaces de provocar algún tipo de respuesta en un organismo.

Gracias a los estímulos, los seres vivos interaccionan con su medioambiente y se adaptan a él. Esto resulta indispensable para la supervivencia del organismo y para el mantenimiento de su equilibrio interno.

Los receptores sensoriales son estructuras especializadas en la captación de estímulos.

Pueden ser terminaciones nerviosas aisladas o bien encontrarse agrupadas en órganos sensoriales u órganos de los sentidos.

Exterorreceptores

Son receptores sensoriales localizados en regiones más o menos superficiales del organismo.

Captan estímulos que proceden del medio externo, como la temperatura y la luz.

Se clasifican en función de los estímulos que los excitan.

Interorreceptores

Son receptores sensoriales situados en el interior del organismo. Detectan cambios del medio interno (presión, temperatura, acidez, oxigenación, etc.).

El tejido nervioso

El tejido nervioso está integrado por dos tipos celulares básicos: las neuronas y la neuroglia.

Las neuronas son células altamente especializadas en la generación y en la transmisión del impulso nervioso, que han perdido la capacidad de división. Constan de las siguientes partes: dendritas, soma y axón.

Solo somos conscientes de su actividad cuando se generan ciertas sensaciones internas como la sed, el hambre, las náuseas o el dolor.

Dendritas

Son prolongaciones celulares cortas, ramificadas y numerosas, que parten del soma. Por ellas entra el impulso nervioso.

Soma

Es el cuerpo celular de la neurona. En él se localizan el núcleo y el resto de orgánulos celulares.

Axón

Es una prolongación larga que parte del soma y está ramificada en su extremo. Por el axón sale el impulso nervioso.

La neuroglia está integrada por un conjunto de células intercaladas entre las neuronas y responsables de su protección y nutrición. Existen varios tipos de células de neuroglia, entre las que destacan los astrocitos, los oligodendrocitos y las células de Schwann.

Vaina de mielina

La vaina de mielina es una envoltura que aísla los axones para evitar interferencias en la transmisión del impulso nervioso.

Célula de Schwann

Forma la vaina de mielina localizada en torno a los axones de las neuronas del sistema nervioso periférico.

Oligodendrocito

Forma la vaina de mielina que se encuentra alrededor de los axones de las neuronas del sistema nervioso central.

Astrocito

Interviene en los procesos de nutrición de las neuronas, retira los neurotransmisores del espacio sináptico y da soporte mecánico a las neuronas.

El impulso nervioso y la sinapsis

Las neuronas se excitan al recibir un estímulo; como resultado, se genera un impulso nervioso que se transmite a lo largo de la neurona como una corriente eléctrica unidireccional: se inicia en las dendritas y sale por el axón.

Las neuronas contiguas se comunican entre sí mediante unas conexiones denominadas sinapsis. Existen dos tipos de sinapsis: la química y la eléctrica.

Sinapsis eléctrica

En la sinapsis eléctrica, el impulso nervioso pasa de una neurona a otra en forma de corriente eléctrica. Tiene lugar principalmente en los animales invertebrados y en algunas células de los vertebrados (por ejemplo, en la retina).

Neurona presináptica

Sentido del impulso nervioso

Neurona postsináptica

Espacio o hendidura sináptica

Es un pequeño espacio que separa las dos neuronas que están implicadas en la sinapsis.

Zona postsináptica

Corresponde a las dendritas de la neurona posterior a la sinapsis (neurona postsináptica).

Llegada del impulso nervioso

Zona presináptica

Es la zona terminal del axón de la neurona previa a la sinapsis (neurona presináptica). Contiene vesículas sinápticas cargadas de neurotransmisores, que son moléculas mediadoras en la transmisión del impulso nervioso entre las neuronas contiguas.

Vesículas sinápticas cargadas de neurotransmisores Se liberan neurotransmisores en el espacio sináptico Receptores de los neurotransmisores Se genera un nuevo impulso nervioso

El sistema nervioso coordina el funcionamiento del organismo. Lo forma el tejido nervioso y, desde el punto de vista anatómico, está constituido por el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP).

EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

En el sistema nervioso central residen las funciones cognitivas superiores del ser humano. Además, se encarga de la coordinación e integración general.

Desde un punto de vista histológico, en el sistema nervioso central se distinguen la sustancia gris, formada por los somas y dendritas de las neuronas, y la sustancia blanca, constituida por los axones mielinizados de las neuronas.

El sistema nervioso central está integrado por el encéfalo y la médula espinal, que se encuentran protegidos por el cráneo, la columna vertebral y las meninges.

Las meninges

Son tres membranas protectoras que rodean al encéfalo. De fuera hacia dentro reciben el nombre de duramadre, aracnoides y piamadre. Entre la aracnoides y la piamadre circula el líquido cefalorraquídeo, que amortigua los efectos de posibles contusiones.

Cráneo Duramadre Aracnoides Piamadre Encéfalo Médula espinal Columna vertebral

EL ENCÉFALO

El encéfalo se encuentra alojado y protegido en el interior del cráneo. Se distinguen en él tres regiones: el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico.

El cerebro

Está formado por dos hemisferios cerebrales, separados por un surco central, la cisura interhemisférica. En un corte lateral del cerebro se pueden diferenciar, de fuera hacia dentro, la corteza cerebral, el cuerpo calloso y el sistema límbico.

Hemisferios cerebrales Cisura interhemisférica Vermis Hemisferios cerebelosos Bulbo raquídeo

Corteza cerebral Es la parte externa de los hemisferios cerebrales. La constituye la sustancia gris. Su superficie está replegada formando las circunvoluciones cerebrales. Es responsable de:
  • La interpretación de la información procedente de los órganos de los sentidos.
  • La elaboración de las respuestas motoras voluntarias.
  • Las funciones intelectuales (pensamientos conscientes, memoria, inteligencia…).
Cuerpo calloso Se sitúa en la base de los hemisferios cerebrales. Está formado por sustancia blanca. Comunica ambos hemisferios.
Sistema límbico

Se ubica bajo el cuerpo calloso. Destacan dos regiones:

  • El hipotálamo, que es el centro regulador del hambre, de la sed y del sistema endocrino, a través de la glándula hipófisis.
  • La amígdala, donde residen las funciones relacionadas con el comportamiento emocional.

El cerebelo

Se encuentra en la parte posterior del encéfalo. Lo integran dos hemisferios cerebelosos, separados por una estructura denominada vermis.

La corteza cerebelosa es la parte externa de los hemisferios cerebelosos y está compuesta por sustancia gris. Su superficie está replegada, formando las circunvoluciones cerebelosas. En su interior se localiza la sustancia blanca que, debido a su aspecto arborescente, se conoce como árbol de la vida.

La corteza cerebelosa se encarga de:

La coordinación de los movimientos.

El equilibrio, gracias a lo cual tenemos noción de nuestra posición en el espacio.

El tronco encefálico

Es una región situada en la base del encéfalo y está integrada por la protuberancia y el bulbo raquídeo.

Corteza cerebral Cerebelo Cuerpo calloso Hipotálamo Bulbo raquídeo Protuberancia

Hipófisis

Amígdala

La protuberancia

Se localiza a continuación del sistema límbico.

Es una zona donde se cruzan las vías nerviosas que conectan el encéfalo con la médula espinal.

Debido a este cruce de vías, el lado derecho del cerebro controla las actividades del lado izquierdo del cuerpo, y viceversa.

El bulbo raquídeo

Se sitúa a continuación de la protuberancia y se prolonga con la médula espinal. En la parte externa se localiza la sustancia blanca, y en su interior, la gris.

Se encarga de regular las funciones viscerales autónomas que nos mantienen con vida, como el latido cardíaco, los movimientos respiratorios o la presión sanguínea.

LA MÉDULA ESPINAL

La médula espinal es un cordón nervioso que parte del bulbo raquídeo y discurre por la zona dorsal del cuerpo, en el interior del canal medular de la columna vertebral. Al igual que el encéfalo, la médula espinal está envuelta y protegida por las meninges y el líquido cefalorraquídeo.

En una sección transversal de la médula espinal se diferencian dos regiones: sustancia blanca y sustancia gris.

Vértebra Cuerpo vertebral Nervio raquídeo Médula espinal Canal medular Astas anteriores o ventrales

Son anchas y gruesas. De ellas parten las raíces motoras de los nervios raquídeos.

Epéndimo

Es un conducto lleno de líquido cefalorraquídeo que recorre longitudinalmente la médula por su parte central.

Sustancia blanca

Está formada por los axones mielinizados de las neuronas.

Raíz motora del nervio raquídeo Nervio raquídeo Ganglio raquídeo

Se sitúa en la rama sensitiva del nervio raquídeo.

Astas posteriores o dorsales

Son estrechas y delgadas. A ellas llegan las raíces sensitivas de los nervios raquídeos.

Sustancia gris

Tiene forma de alas de mariposa extendidas. Está constituida por los somas y dendritas de las neuronas.

La médula espinal desempeña dos funciones:

Función conductora. Conduce las corrientes sensitivas desde los receptores sensoriales hasta las áreas correspondientes del encéfalo, así como las respuestas motoras elaboradas en el encéfalo hasta los órganos efectores.

Función refleja. Elabora las respuestas motoras involuntarias o actos reflejos, que se realizan de forma automática ante situaciones de peligro.

EL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO

El sistema nervioso periférico está formado por los nervios y los ganglios nerviosos. Conecta el sistema nervioso central con los órganos periféricos, receptores y efectores.

Nervio

Es la agrupación de axones (a veces, dendritas) aislados por su vaina de mielina y asociados en paquetes por medio de tejido conectivo.

Ganglio nervioso

Es la agrupación de cuerpos neuronales que aparecen a lo largo del recorrido de los nervios.

Vaina de mielina Axón

Los nervios siempre parten del sistema nervioso central. Dependiendo del área de la que procedan, se clasifican en nervios craneales y nervios raquídeos.

Nervios craneales

Parten del encéfalo. Son 12 pares. Según su función, pueden ser sensitivos, motores o mixtos.

  • Sensitivos. Son nervios aferentes, pues conducen la información que procede de los receptores sensoriales. Son ejemplos los nervios olfatorio, óptico y auditivo.
  • Motores. Son nervios eferentes, dado que conducen la información a los órganos efectores. Un ejemplo lo proporciona el nervio hipogloso, que controla los movimientos de la lengua.
  • Mixtos. Contienen fibras aferentes y eferentes, por lo que transmiten ambos tipos de informaciones. Ilustran esta categoría los nervios facial y glosofaríngeo, que reciben los impulsos gustativos de la lengua y estimulan la secreción de saliva por las glándulas salivales.

Nervios raquídeos o espinales

Parten de la médula espinal. Son 31 pares. Son siempre mixtos.

Funcionalmente, el sistema nervioso periférico se divide en dos partes: el sistema nervioso somático (SNS) y el sistema nervioso autónomo (SNA).

EL SISTEMA NERVIOSO SOMÁTICO

El sistema nervioso somático está integrado por aquellos nervios que conectan el sistema nervioso central con los músculos esqueléticos, responsables de las respuestas motoras.

Se encarga del control de los actos voluntarios y de los actos reflejos.

Los actos voluntarios

La respuesta se origina de forma consciente en un área de la corteza cerebral.

El proceso se desarrolla a través de las siguientes etapas:

1 La información procedente de los

receptores sensoriales entra en la médula espinal por sus astas posteriores, mediante la neurona sensitiva del nervio raquídeo.

2 Desde la médula es conducida al área correspondiente de la corteza cerebral, donde es procesada y se elabora la respuesta adecuada.

3 La respuesta baja por la médula espinal y sale de ella por sus astas anteriores, a través de la neurona motora del nervio raquídeo, hasta el órgano efector.

Los actos reflejos

Son respuestas involuntarias que surgen de manera inconsciente en la médula espinal, sin intervención del encéfalo, ante situaciones de peligro que requieren una respuesta rápida.

En estos actos interviene un sistema de tres neuronas (sensitiva, de asociación y motora), denominado arco reflejo.

1 La neurona sensitiva conduce la información desde los receptores sensoriales hasta las astas posteriores de la médula espinal.

2 La neurona de asociación está situada en la sustancia gris de la médula y conecta la neurona sensitiva con la neurona motora.

3 La neurona motora conduce la respuesta refleja desde las astas anteriores de la médula espinal hasta el órgano efector.


Sistema nervioso simpático Prepara el organismo para situaciones de emergencia o tensión, por lo que aumenta el gasto de energía. Suele estar activado durante el día. Los nervios del sistema nervioso simpático parten de las regiones torácica (dorsal) y lumbar de la columna vertebral.
Sistema nervioso parasimpático Se relaciona con el reposo y las situaciones de calma, por lo que disminuye el gasto de energía. Suele estar activado durante la noche. Los nervios del sistema nervioso parasimpático parten del encéfalo y de la región sacra de la columna vertebral.

EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO O VEGETATIVO

El sistema nervioso autónomo está integrado por los nervios que conectan el sistema nervioso central con la musculatura lisa de las vísceras, con el músculo cardíaco y con las glándulas endocrinas. Regula las actividades involuntarias vegetativas (latido cardíaco, secreción de las glándulas, funciones respiratoria, digestiva…) que nos mantienen con vida.

Funcionalmente, el sistema nervioso autónomo se subdivide en dos sistemas con efectos antagónicos que modulan nuestras respuestas según los estímulos: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *