Gametogénesis: formación de gametos
Gametogénesis
Proceso de formación de gametos. Se lleva a cabo en gónadas masculinas y femeninas mediante meiosis.
Espermatogénesis
1) Fase de proliferación: las células diploides se dividen por mitosis formando espermatogonias.
2) Fase de crecimiento: las espermatogonias aumentan de tamaño, transformándose en espermatocitos de primer orden.
3) Fase de maduración: los espermatocitos de primer orden se dividen por meiosis, dando lugar a espermatocitos de segundo orden. Estos realizan una segunda división meiótica, dando lugar a espermátidas haploides (n).
4) Espermiogénesis: las espermátidas se diferencian en espermatozoides. El aparato de Golgi forma el acrosoma y el centriolo forma los microtúbulos del flagelo.
Ovogénesis
1) Fase de proliferación: las células diploides se dividen por mitosis formando ovogonias.
2) Fase de crecimiento: las ovogonias aumentan de tamaño y acumulan vitelo, transformándose en ovocitos de primer orden. Estos comienzan la profase I meiótica y se paralizan antes de la metafase I (hasta la pubertad). El ovocito queda rodeado de una capa de células que forma el folículo primario.
3) Fase de maduración: cada ovocito finaliza la primera división meiótica, originando un ovocito de segundo orden y un primer corpúsculo polar. En la segunda división meiótica, el ovocito de segundo orden bloquea la división en metafase, completándose con la fecundación. La mayoría de ovocitos secundarios en metafase que no son fecundados degeneran.
4) Formación del óvulo: si se completa la meiosis, se transforma en óvulo y se producen 3 corpúsculos polares.
Reproducción
Reproducción asexual
Ventajas
- Solo se necesita un individuo.
- Se produce una gran cantidad de individuos.
Desventajas
- No hay variabilidad genética (solo si hay mutaciones).
Reproducción sexual
Ventajas
- La fusión del material genético aporta variabilidad genética.
Inconvenientes
- Necesarios dos individuos con gametos diferentes.
- Mayor gasto energético.
Aparato reproductor masculino
Conducto deferente: conecta el epidídimo con la uretra.
Vesículas seminales: segregan un fluido denso y viscoso que contiene nutrientes.
Testículos: constituidos por túbulos seminíferos, en cuyas paredes se forman los espermatozoides. Se localizan en el escroto, externo en la mayoría de los mamíferos.
Próstata: segrega un líquido alcalino a la uretra, neutralizando su pH.
Glándulas de Cowper: segregan un líquido lubricante.
Pene: órgano copulador. Deposita los espermatozoides en el aparato reproductor femenino.
Epidídimo: continuación de los túbulos seminíferos, donde se almacenan y maduran los espermatozoides.
Aparato reproductor femenino
Ovarios: elaboran hormonas femeninas y contienen los folículos primarios que dan lugar a óvulos.
Trompas de Falopio: lugar donde se produce la fecundación. Paredes con cilios que facilitan el desplazamiento del óvulo.
Útero: lugar donde se produce la gestación en los mamíferos. Tres capas (perimetrio, miometrio, endometrio).
Vagina: órgano copulador femenino. Se adapta al pene en el coito.
Genitales externos: constituidos por labios mayores, menores, clítoris y glándulas de Bartolino, que segregan un líquido que humedece la vagina.
Impulso nervioso
Mensaje electroquímico que se transmite por las neuronas. Se origina en los órganos receptores o en el sistema nervioso. Su propagación:
En condiciones normales, la membrana neuronal tiene un potencial de reposo; hay diferentes potenciales a ambos lados de la membrana (fuera cationes (+) y dentro aniones (-)). Esto crea una diferencia de carga.
Un cambio en la distribución de + y – inicia el impulso nervioso. Cuando un axón es estimulado, se altera la permeabilidad de la membrana y entran muchos iones -. Se produce un intercambio y los iones + pasan al interior, invirtiendo la polaridad. Esta inversión crea una diferencia de potencial llamada potencial de acción.
El potencial de acción avanza por la membrana neuronal, despolarizándola y dando lugar al impulso nervioso.
Después, la neurona vuelve a su estado inicial (repolarización) debido a la salida de iones K+ desde el interior.
Formación de la orina
El proceso más importante que ocurre en el riñón es la formación de la orina. Comienza cuando la arteria renal penetra en el riñón por la pelvis renal. Su sangre lleva las sustancias de desecho que recoge por el cuerpo. La arteria se ramifica y se dirige hacia la zona de la corteza renal. Allí da lugar a multitud de glomérulos, que son una especie de «grumos» formados por capilares.
Parte del plasma sanguíneo sale del glomérulo y penetra en la nefrona. El plasma va recorriendo todos los túbulos que forman la nefrona, a fin de que las sustancias útiles que han pasado a su interior sean devueltas a la sangre. Las sustancias de desecho, en cambio, quedan en el interior de la nefrona y dan lugar a la orina.
La orina de cada nefrona llega al túbulo colector y se dirige a la pelvis renal, de donde sale a través del uréter hacia la vejiga y hacia el exterior.
La mayor parte de la orina es agua. Además, contiene diversas sales minerales, sobre todo cloruro sódico, y urea, una sustancia que se produce durante el metabolismo de las proteínas y que constituye nuestro principal producto de excreción.
El riñón controla la concentración de la orina, regulando la concentración de los líquidos internos. Cuando el organismo está bien hidratado, la orina es diluida; cuando hay poca agua, la orina está concentrada. Sin embargo, la orina no se puede concentrar indefinidamente (no puede ser más concentrada que el agua de mar).