Residuos Radiactivos (RR)
Materiales que contienen o están contaminados con núcleos radiactivos en concentraciones superiores a las establecidas por las autoridades y para los cuales no está previsto ningún uso posterior. Se caracterizan por su peligrosidad y duración.
Tipos de Residuos Radiactivos
Se agrupan atendiendo al periodo de semidesintegración (tiempo necesario para que el número de átomos radiactivos se reduzca a la mitad) y la actividad específica (número de desintegraciones por unidad de tiempo):
- Residuos de media o baja actividad: Periodo de semidesintegración inferior a 30 años.
- Residuos de alta actividad: Periodo de semidesintegración superior a 30 años (incluyendo residuos de armas atómicas).
Radiaciones Ionizantes
Radiaciones electromagnéticas o partículas que, a partir de un foco emisor, se propagan al espacio y producen iones a su paso por la materia.
Efectos de las Radiaciones Ionizantes
Dan lugar a la formación de iones y radicales libres que provocan reacciones químicas con los componentes de los tejidos, produciendo tumores como leucemia, cánceres de pulmón y piel, y alteraciones en las gónadas. En España, la gestión es competencia de ENRESA. El almacenamiento de los residuos de media y baja actividad se realiza mediante vertido marino controlado, mientras que los de alta actividad se han gestionado mediante almacenamiento geológico profundo.
Tratamiento de los Residuos de Baja y Media Actividad
Se confinan por un período de 300 años en formaciones geológicas superficiales o de poca profundidad. En España, existe un depósito para estos residuos en una antigua mina abandonada de uranio en Córdoba. Los residuos se solidifican con cemento en bidones, lo que facilita el transporte. Estos bidones se almacenan en módulos superficiales. Estas celdas disponen de una red de drenaje para controlar la entrada de agua y retener los residuos.
Tratamiento de los Residuos de Alta Actividad
Es necesario garantizar su aislamiento durante 1000 años. El combustible gastado en las centrales se almacena en piscinas, estructuras de hormigón armado recubiertas internamente de láminas de acero inoxidable. Una alternativa es el almacenamiento en contenedores, situados cerca de la central nuclear.
El emplazamiento definitivo para este tipo de residuos sería el enterramiento en lugares adecuados a una profundidad superior a 300 metros. Se le llama almacenamiento geológico profundo y consiste en interponer entre los residuos y los seres vivos cuatro barreras físicas:
- Vitrificación del residuo: Para impedir su lixiviación.
- Contenedor de un material resistente a la corrosión: Donde permanecería confinado el residuo solidificado.
- Material impermeable.
- El medio geológico que le rodea: Las rocas más apropiadas son las arcillas.
Gestión del Combustible Gastado
Existen dos alternativas para la gestión del combustible gastado en las centrales nucleares:
- Ciclo abierto: El combustible gastado no se reelabora y pasa a ser un residuo.
- Ciclo cerrado: El combustible gastado se reelabora. Puede ser reciclado 3 o 4 veces.
La actividad que más riesgo supone es el transporte hasta su depósito definitivo, especialmente antes del acondicionamiento. Las centrales nucleares acondicionan los residuos de baja y media actividad, mientras que los de alta actividad son enviados al centro de almacenamiento de El Cabril, donde son cementados y compactados.