Guía Completa de Micología: Estructuras, Clasificación y Enfermedades Fúngicas

Micología: Estructuras, Clasificación y Enfermedades Fúngicas

Artroconidios (artrosporas): Conidios que surgen de la fragmentación de las hifas.

Ascosporas: Después de la meiosis, se forman 4 a 8 meiosporas dentro de una asca.

Basidiosporas: Después de la meiosis, lo común es que se formen 4 meiosporas en la superficie de una estructura especializada, el basidio, en forma de clava.

Blastoconidios (blastosporas): Formación de conidios por gemación (común en levaduras).

Cigosporas: Después de la meiosis, surge una gran cigospora de pared gruesa.

Clamidosporas (clamidoconidios): Conidios grandes de pared gruesa, usualmente esféricos, producidos por las hifas terminales o intercalares.

Conidios: Estructuras reproductivas asexuales (mitosporas) producidas por la transformación de una levadura vegetativa o una hifa, o por una célula conidiógena especializada que puede ser sencilla o compleja y elaborada. Los conidios pueden formarse en hifas especializadas llamadas Conidióforos. Los Microconidios son pequeños y los Macroconidios son grandes o multicelulares.

Spora: Propágulo especializado con una mayor capacidad de supervivencia, como por resistencia a situaciones adversas o por rasgos estructurales que facilitan la dispersión. Las esporas pueden surgir por reproducción asexual (como los conidios o las esporangiosporas) o sexual. En este último caso, las células haploides de cepas compatibles se unen por un proceso de plasmogamia, cariogamia y meiosis.

Esporangiosporas: Estructuras asexuales que son características de los cigomicetos, son esporas mitóticas producidas dentro de un esporangio cerrado, apoyado a menudo por un Esporangióforo.

Fialoconidios: Conidios producidos por una célula conidiógena en forma de vasija o florero, llamada Fialide.

Hifas: Filamentos tubulares ramificados de los hongos. Constituyen la forma de crecimiento de los mohos. Muchas de las hifas están separadas por paredes porosas transversales o Tabiques (Septos). Las hifas de cigomicetos, de manera característica, tienen pocos tabiques. Las hifas vegetativas o de sustrato fijan la colonia y absorben nutrientes. Las hifas aéreas sobresalen de la colonia y poseen las estructuras reproductivas.

Hongos dematiáceos: Hongos cuyas paredes contienen melanina, lo que les imparte un color pardo o negro.

Hongos dimórficos: Hongos que poseen dos formas de proliferación: como mohos o como levaduras, y que se desarrollan en diversas situaciones de multiplicación (Blastomyces dermatitidis forma hifas in vitro y levaduras en los tejidos).

Hongos imperfectos: Los que no muestran reproducción sexual. Están representados solamente por un estadio mitótico o asexual de reproducción llamado Anamorfosis. Se identifican con arreglo a sus estructuras asexuales de reproducción (como las mitosporas).

Hongos perfectos: Hongos que pueden tener reproducción sexual, que constituye el estadio de Telomorfosis.

Levaduras: Hongos unicelulares cuya forma varía de esférica a elipsoide. Lo común es que se reproduzcan por gemación.

Micelio: Masa o conjunto de hifas o colonia de mohos.

Mohos: Colonias de hifas o micelios, o forma de proliferación.

Seudohifas: Cadenas de yemas (gemantes) alargadas o blastoconidios.

Tabique (septo): Paredes transversales de las hifas, típicamente perforadas.


Clasificación de los Hongos

Los hongos se clasifican en 4 filos:

A. Zygomycota (cigomicetos)

La reproducción sexual da como resultado una cigospora. La asexual se da por medio de esporangios. Las hifas vegetativas tienen tabiques escasos. Ejemplos: Rhizopus, Absidia, Mucor, Cunninghamella, Pilobolus.

B. Ascomycota (ascomicetos)

Para la reproducción sexual se necesita de un saco o asca en el cual se produce la cariogamia y la meiosis con la generación de ascosporas. La reproducción asexual se hace por medio de conidios. Los mohos tienen hifas tabicadas. Ejemplos: Casi todas las levaduras (Saccharomyces, Candida) y los mohos (Coccidioides, Blastomyces, Trichophyton).

C. Basidiomycota (basidiomicetos)

La reproducción sexual genera 4 basidiosporas hijas apoyadas por un basidio en forma de clava. Las hifas poseen septos complejos. Ejemplos: Setas, Cryptococcus.


Enfermedades Fúngicas

Pitiriasis Versicolor

Micosis superficial/climas tropicales. Se debe a la infección por la levadura lipofílica Malassezia furfur.

Taxonomía:

  • Reino: Fungi
  • Filo: Basidiomycota
  • Clase: Incertae Sedis
  • Orden: Malasseziales
  • Familia: Incertae Sedis
  • Género: Malassezia
  • Especie: M. furfur

En muestras de raspado de piel, M. furfur aparece formando grupos de células levaduriformes esféricas u ovaladas de pared gruesa y un diámetro comprendido entre 3 y 8 µm. Las células levaduriformes pueden mezclarse con hifas cortas poco ramificadas cuyos extremos tienden a alinearse. Las células levaduriformes presentan fialoconidias y muestran la formación polar de yemas con un labio o collarete alrededor del punto de iniciación de la yema en la célula progenitora. La infección del ser humano se debe a la transferencia directa o indirecta de material queratinoso infectado de una persona a otra.

Las lesiones son máculas descoloridas irregulares bien demarcadas que pueden sobre elevarse y recubrirse de una delgada escama. Las lesiones presentan hipopigmentación en las personas de tez oscura debido a que M. furfur tiende a alterar la producción de melanina. En los sujetos de tez clara, las lesiones presentan una coloración rosada a marrón claro y se tornan más evidentes cuando no se broncean tras ser expuestas al sol. La reacción del anfitrión es pequeña o inexistente y las lesiones son asintomáticas con excepción de un leve prurito en algunos casos. La infección de los folículos pilosos produce foliculitis, perifoliculitis y abscesos dérmicos.

Diagnóstico: Visualización microscópica directa de los elementos fúngicos en muestras de escamas epidérmicas tratadas con hidróxido potásico (KOH) al 10% con o sin blanco de calcoflúor. Los microorganismos suelen abundar y también se visualizan por medio de las tinciones de hematoxilina-eosina (H-E) y de ácido peryódico de Schiff (PAS). Las lesiones emiten fluorescencia de color amarillento al ser expuestas a la lámpara de Wood.

El crecimiento de colonias levaduriformes se observa después de un periodo de incubación de 5 a 7 días a 30 °C. Microscópicamente, las colonias se componen de células levaduriformes en gemación y algunas hifas esporádicas.

Tratamiento: Administración de azoles tópicos o de champú de sulfuro de selenio. En las infecciones más amplias se emplea ketoconazol o itraconazol por vía oral.

Dermatofitosis (Tiñas)

Complejo de entidades causadas por algunos hongos filamentosos relacionados desde el punto de vista taxonómico que pertenecen a los géneros Trichophyton, Epidermophyton y Microsporum. Los hongos son queratinofílicos y queratinolíticos, por lo que son capaces de degradar las superficies de queratina de las citadas estructuras. En el caso de las infecciones cutáneas, los dermatofitos invaden solamente la capa más externa de la epidermis, el estrato córneo. Es infrecuente la penetración por debajo de la capa granular de la epidermis. De igual forma, tan solo invaden las capas queratinizadas más externas del cabello y las uñas puesto que forman parte de la piel. Las diversas dermatofitosis reciben el nombre de tiñas.

Microsporum se identifica por la observación de macroconidias, mientras que las microconidias representan las estructuras características del género Trichophyton. Epidermophyton floccosum no genera microconidias, aunque son inconfundibles sus macroconidias de pared lisa agrupadas en parejas o tríos.

Los dermatofitos geofílicos viven en el suelo y son patógenos ocasionales de los animales y el ser humano. Los dermatofitos zoofílicos suelen parasitar el pelo y la piel de los animales, aunque pueden transmitirse al ser humano. Por último, los dermatofitos antropofílicos infectan generalmente al ser humano y se transmiten directa o indirectamente de una persona a otra.

Diagnóstico: Las muestras se tratan con una gota de KOH al 10%-20% en un portaobjetos y se examinan a nivel microscópico. Se pueden observar hifas filamentosas hialinas características de los dermatofitos en las muestras de raspado de piel y uñas, y de cabello. El blanco de calcoflúor se ha empleado para examinar muestras respecto a la presencia de elementos fúngicos y se ha asociado a unos resultados excelentes.

Cultivo: Agar de Sabouraud, con o sin antibióticos, o medio de prueba para el aislamiento de dermatofitos. Las colonias se visualizan tras un periodo de incubación comprendido entre 7 y 28 días.

Tratamiento:

A. Tiña de la cabeza

Las infecciones de la piel cabelluda se tratan con la ingestión de griseofulvina o terbinafina durante varias semanas. Los champús y la crema de miconazol y otros antimicóticos tópicos pueden ser eficaces si se utilizan durante semanas. Otros fármacos por emplear son el cetoconazol y el itraconazol, y son muy eficaces.

B. Tiñas del cuerpo, de los pies e infecciones similares

En estos casos los fármacos más eficaces son el itraconazol y la terbinafina. Sin embargo, cabe recurrir a diversos preparados tópicos como el nitrato de miconazol, el tolnaftato y el clotrimazol. Si tales fármacos se aplican durante dos a cuatro semanas, como mínimo, los índices de curación por lo regular son de 70 a 100 por ciento. El tratamiento debe continuarse durante una a dos semanas después de que las lesiones han cedido. En casos difíciles cabe recurrir a la ingestión de griseofulvina por un lapso breve.

C. Tiña de las uñas

Las infecciones de las uñas son las más difíciles de tratar y para ello se necesita ingerir durante varios meses itraconazol o terbinafina, y también la extracción.

Esporotricosis

Sporothrix schenckii es un hongo térmicamente dimórfico que vive en la vegetación. Reside en diversas plantas, como las hierbas, los árboles, el líquido de pantanos, rosales y otros ejemplares hortícolas. A temperatura ambiental prolifera con la forma de un moho y produce hifas tabicadas y ramificadas y conidios, y en tejido o en un medio in vitro a 35 a 37°C, una levadura con pequeñas yemas. S. schenckii, después de su introducción traumática en la piel origina esporotricosis, que es una lesión granulomatosa crónica. En forma típica, después del primer episodio sigue la propagación secundaria con ataque de vasos linfáticos que drenan la zona y ganglios linfáticos.

El microorganismo produce hifas tabicadas y ramificadas y conidios pequeños característicos (3 a 5 µm), concentrados delicadamente en los extremos ahusados de los conidióforos. Los microorganismos también pueden formar conidios de mayor tamaño, directamente desde las hifas. S. schenckii es térmicamente dimórfico y a 35°C en un medio muy nutritivo se transforma y reproduce en levaduras pequeñas, a menudo multigemantes de forma variable, pero frecuentemente fusiformes.

Diagnóstico:

A. Muestras

Las muestras comprenden material de biopsia o exudado de lesiones granulomatosas o ulcerosas.

B. Examen microscópico

Las muestras se pueden examinar directamente con hidróxido de potasio o calcoflúor blanco, pero rara vez se identifican levaduras. A pesar de que su número sea pequeño en los tejidos, la sensibilidad de los cortes histopatológicos aumenta con las tinciones corrientes para paredes de hongos como la metenamina argéntica de Gomori, que imparte color negro a dichas paredes, o el ácido peryódico de Schiff, que da un color rojo a dichas estructuras. Como otra posibilidad, se les identifica con la tinción de anticuerpos fluorescentes. Las levaduras tienen 3 a 5 µm de diámetro y son esféricas o alargadas.

C. Cultivo

El método más fiable para el diagnóstico es el cultivo. El operador inocula las muestras en estrías en agar con alguna sustancia que inhibe la proliferación de mohos o de Sabouraud que contiene antibióticos bacterianos y las incuba a 25 a 30°C. La identificación se confirma por la proliferación de los microorganismos a 35°C y su transformación en levaduras.

D. Estudios serológicos

La aglutinación de suspensiones de levaduras o de partículas de látex cubiertas de antígeno se produce en título alto con los sueros de pacientes infectados, pero no constituye un recurso diagnóstico.

Tratamiento: En algunos casos, la infección cede por sí sola. La ingestión de una solución saturada de yoduro de potasio en leche es muy eficaz, pero muchos pacientes no la toleran. El tratamiento más indicado es el itraconazol ingerible u otros azólicos. Si la enfermedad es generalizada se administra anfotericina B.

Cromoblastomicosis

Micosis subcutánea causada por la inoculación traumática de alguno de los cinco hongos identificados que viven en la tierra y en la vegetación. Todos son dematiáceos y en sus paredes tienen melanina: Phialophora verrucosa, Fonsecaea pedrosoi, Rhinocladiella aquaspersa, Fonsecaea compacta y Cladophialophora carrionii. La infección es crónica y se caracteriza por lesiones granulomatosas de evolución lenta que con el tiempo inducen hiperplasia de tejidos epidérmicos.

Sus colonias son compactas de color pardo oscuro o negro y muestran una superficie aterciopelada, a menudo con arrugas. Los agentes de la cromoblastomicosis se identifican por sus formas de generación de conidios. En los tejidos tienen un aspecto similar, con producción de células pardas esféricas llamadas cuerpos muriformes o escleróticos, que se dividen por tabicación transversal. La tabicación en planos diferentes con retraso en la separación puede originar cúmulos de 4 a 8 células. Las células en las costras o exudados superficiales pueden germinar y dar origen a hifas ramificadas y tabicadas.

  • Phialophora verrucosa: Los conidios son producidos por fiálides en forma de redomas o floreros con collaretes en copa. De la fiálide salen conidios maduros, que son esféricos u ovales y por lo común se acumulan a su alrededor.
  • Cladophialophora (Cladosporium) carrionii: Especies de Cladophialophora y Cladosporium producen cadenas ramificadas de conidios por gemación distal (acropétalos). El conidio terminal de una cadena origina el siguiente por un proceso de gemación. Las especies se identifican con base en sus diferencias en la longitud de las cadenas y en la forma y tamaño de los conidios. C. carrionii produce conidióforos alargados, con cadenas largas ramificadas de conidios ovales.
  • Rhinocladiella aquaspersa: La especie mencionada genera conidios laterales o terminales, de una célula conidiógena en alargamiento, que es una prolongación impódica. Los conidios tienen forma elíptica o de clava.
  • Fonsecaea pedrosoi: Fonsecaea es un género polimórfico. Sus miembros pueden presentar: 1) fiálides; 2) cadenas de blastoconidios, signo similar al de las especies de Cladosporium, o 3) conidios simpódicos del tipo de la rinocladiela.

Diagnóstico: Las muestras de raspaduras o fragmentos de tejido de las lesiones se colocan en hidróxido de potasio al 10% y se estudian microscópicamente en busca de células esféricas oscuras. La detección de los cuerpos escleróticos es un signo diagnóstico de la cromoblastomicosis, independientemente del agente etiológico. En los cortes de tejido se identifican granulomas e hiperplasia extensa del tejido dérmico.

Es necesario cultivar las muestras en agar con sustancias que inhiban la proliferación de mohos o agar de Sabouraud con antibióticos. La especie dematiácea se identifica por sus características y estructuras conidiales, como será descrito luego. Puede haber innumerables mohos dematiáceos saprófitos similares, pero difieren de la especie patógena en que no proliferan a 37°C y digieren la gelatina.

Tratamiento: El tratamiento más indicado en el caso de lesiones pequeñas es la extirpación quirúrgica, con bordes amplios. En el caso de lesiones de mayor tamaño puede ser eficaz la quimioterapia con flucitosina o itraconazol. El calor local es beneficioso y las recidivas son frecuentes.

La cromoblastomicosis aparece más bien en los trópicos. Los hongos son saprófitos y probablemente aparecen en vegetales y en la tierra. La enfermedad afecta principalmente las piernas de trabajadores agrícolas descalzos, después de introducción traumática del hongo. El trastorno mencionado no es transmisible. Es probable que la infección se evite con el uso de calzado y protección de las piernas.

Micetoma

Infección subcutánea crónica inducida por la inoculación traumática de diversas especies de hongos saprófitos o bacterias actinomicetas que normalmente están en la tierra. Los signos clínicos que definen a un micetoma son hinchazón, deformación y fístulas que drenan pus y gránulos. Los hongos que causan el micetoma incluyen, entre otros, Pseudallescheria boydii (anamórfico, Scedosporium apiospermum), Madurella mycetomatis, Madurella grisea, Exophiala jeanselmei y Acremonium falciforme. En Estados Unidos, la especie que prevalece es P. boydii que es homotálico y es capaz de producir ascosporas en cultivo. E. jeanselmei y la especie Madurella son dematiáceos. Los mohos mencionados se identifican fundamentalmente por sus mecanismos de conidiación. P. boydii también puede ocasionar seudoalesqueriosis, infección generalizada en inmunodeficientes.

En los tejidos, el tamaño de los gránulos del micetoma puede llegar a 2 milímetros. El color del gránulo puede orientar respecto a la identidad del agente. Por ejemplo, los gránulos de micetoma causado por P. boydii y A. falciforme son blancos; los de M. grisea y E. jeanselmei son negros y M. mycetomatis produce gránulos rojos oscuros o negros. Las estructuras mencionadas son duras y contienen hifas septadas entremezcladas de 3 a 5 µm de ancho.

Tratamiento: El tratamiento del eumicetoma es difícil y comprende el desbridamiento o la extirpación quirúrgica y la farmacoterapia. La infección por P. boydii se trata con nistatina o miconazol tópicos. En el caso de infecciones por Madurella se recomienda usar itraconazol, cetoconazol e incluso anfotericina B, y en la infección por E. jeanselmei, usar flucitosina. Los agentes farmacológicos deben administrarse por periodos largos para que penetren adecuadamente en las lesiones.

Los microorganismos que ocasionan el micetoma están en la tierra y en la vegetación. Por tal razón, están expuestos a ellos a menudo los trabajadores agrícolas descalzos. Medidas razonables de control son la limpieza apropiada de heridas y el uso de calzado.

Paracoccidioidomicosis

Paracoccidioides brasiliensis es un hongo térmicamente dimorfo que ocasiona la paracoccidioidomicosis (blastomicosis sudamericana), circunscrita a regiones endémicas de América del Centro y del Sur.

Los cultivos de P. brasiliensis en su variedad de moho proliferan con enorme lentitud y producen clamidosporas y conidios. Las características no son peculiares. A 36°C en un medio con abundantes nutrientes, forma grandes levaduras de múltiples yemas (incluso de 30 µm). Las levaduras tienen tamaño mayor y paredes más delgadas que las de B. dermatitidis. Las yemas están unidas por una conexión angosta.

P. brasiliensis penetra en el cuerpo por inhalación y por ello las lesiones iniciales se localizan en los pulmones. Después de un lapso de inactividad que puede durar decenios se activan los granulomas pulmonares con lo cual surge una neumopatía progresiva crónica o diseminación.

Diagnóstico: Los cultivos en el agar de Sabouraud o el agar con extracto de levaduras se cultivan a la temperatura ambiental y el resultado se confirma al observar conversión a la forma de levadura, por proliferación in vitro a 36°C. Los métodos serológicos son los más útiles para el diagnóstico.

Tratamiento: Al parecer, el itraconazol es el más eficaz contra la paracoccidioidomicosis, pero también lo son el cetoconazol y el trimetoprim-sulfametoxazol. La enfermedad grave puede ser tratada con anfotericina B.

La paracoccidioidomicosis afecta más bien zonas rurales de América Latina y en ellas en particular a los agricultores.

Candidiasis

En cultivos o en los tejidos, especies de Candida proliferan en la forma de levaduras ovales gemantes (3 a 6 µm de diámetro). También forman seudohifas cuando las yemas siguen creciendo, pero no se desprenden y así producen cadenas de células alargadas que muestran muescas o constricciones en los tabiques entre las células.

Por medio de antisueros adsorbidos se han podido definir dos serotipos de C. albicans: A (que incluye C. tropicalis) y B. Se han definido otros antígenos más que incluyen proteasas secretadas, una enolasa inmunodominante y proteínas de choque calórico.

La candidosis superficial (cutánea o de mucosas) surge por un incremento en el número local de células de Candida y daño de la piel o del epitelio, que permite la invasión local por las levaduras y por las seudohifas. Aparece candidosis sistémica cuando Candida penetra en la corriente sanguínea y las defensas del hospedador no bastan para contener la proliferación y la diseminación de dichas células. Desde la sangre Candida infecta riñones, se fija a las prótesis valvulares del corazón o produce candidosis en cualquier otro sitio (como artritis, meningitis o endoftalmitis).

Diagnóstico: Las muestras comprenden el material obtenido con aplicadores, raspaduras de lesiones superficiales, sangre, líquido cefalorraquídeo, tejidos para biopsia, orina, exudados y material de los catéteres intravenosos extraídos. Todas las muestras son cultivadas en medios para hongos o bacterias, a temperatura ambiental o a 37°C. Las colonias de levaduras son estudiadas en busca de seudohifas. C. albicans se identifica por la producción de tubos germinativos o clamidosporas.

Tratamiento: El algodoncillo y otras formas mucocutáneas de candidosis suelen ser tratadas con nistatina tópica, o con cetoconazol o fluconazol ingeribles. La forma sistémica o generalizada se trata con anfotericina B, a veces junto con flucitosina, fluconazol o caspofungina ingeribles. La candidosis mucocutánea crónica mejora satisfactoriamente con el cetoconazol oral y otros azólicos.

Criptococosis

Cryptococcus neoformans y C. gattii son levaduras de basidiomicetos con grandes cápsulas de polisacáridos. C. neoformans está distribuida a nivel mundial en la naturaleza y se le aísla fácilmente de las heces secas de palomas. C. gattii es menos frecuente y en forma típica está en árboles en áreas tropicales. Las dos especies originan criptococosis, que aparece después de inhalar levaduras secas y posiblemente basidiosporas de mayor tamaño.

Tratamiento: Se considera que el tratamiento estándar de la meningitis criptococócica es la combinación de anfotericina B y flucitosina, aunque no hay consenso en cuanto al beneficio de agregar el segundo fármaco. Muchos pacientes curan con la anfotericina B (con flucitosina o sin ella). Los enfermos de SIDA con criptococosis casi siempre recaen cuando se interrumpe el uso de la anfotericina B, razón por la cual necesitan terapia supresora a base de fluconazol; este último penetra en forma excelente en el sistema nervioso central.

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