Origen y Evolución de la Higiene Industrial
La Higiene Industrial es una técnica de prevención que trata de evitar la Enfermedad Profesional, definida según la Ley General de la Seguridad Social como «la enfermedad contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se especifican en el cuadro de enfermedades profesionales y que está provocada por la acción de los elementos o sustancias que se indican en el Cuadro Oficial».
La aparición de alteraciones patológicas de la salud de origen laboral viene determinada por un conjunto de factores:
- La naturaleza y estado físico de los agentes contaminantes.
- La concentración o intensidad del agente.
- El tiempo de exposición al agente en el medio ambiente de trabajo.
- La relatividad del concepto de salud.
- La presencia simultánea de varios agentes contaminantes.
- La vía de entrada al organismo.
La Higiene Industrial, tal como se conoce hoy, surge después de la Revolución Industrial como una necesidad ineludible de proteger al trabajador frente a los estragos originados por el trabajo. Las referencias hacia problemas higiénicos concretos se inician en el siglo IV a.C. con Hipócrates. Plinio el Viejo, aproximadamente en el siglo I, describe el peligro de intoxicación por polvo y vapores de azufre, y describe el uso de máscaras.
En el siglo II, Galeno describe también los riesgos respiratorios de los trabajadores en las minas de cobre, plomo y azufre. No existen referencias a problemas higiénicos en la Edad Media, que, como ocurre en otros campos, es una época de estancamiento.
No es hasta mediados del siglo XVI cuando aparece un tratado de recopilación de procesos metalúrgicos de los metales conocidos, debido a Georgius Agricola. Con la Revolución Industrial, se agudiza el problema higiénico de las empresas, que incide directamente sobre el obrero debido a las condiciones laborales deplorables y horarios de trabajo de 12, 14 y más horas.
Por fin, en el año 1833, aparece en Inglaterra la primera Ley que regula las condiciones laborales. A esta ley le siguen otras leyes complementarias, y en el año 1887 se crea en Londres una oficina centralizada encargada de inspeccionar y vigilar las condiciones de trabajo en las fábricas.
Ya en el siglo XX, aparecen tratados de Higiene Industrial en Gran Bretaña, Alemania e Italia, destacando la publicación en Italia de la revista La Medicina del Lavoro, cuyo primer número aparece en 1901 (Revista de Medicina del Trabajo y de Higiene Industrial).
Asimismo, surgen otros organismos supranacionales tales como la OMS y la OIT (Organización Internacional del Trabajo, creada en 1919). La Unión Europea ha desarrollado desde 1989 un cuerpo extenso de directivas sobre seguridad y salud en el trabajo que han trasladado a su derecho interno nacional los Estados miembros, entre los que se encuentra España, que las ha desarrollado por medio de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995 y los numerosos Reglamentos de desarrollo, completados con las Guías y otros documentos que gratuitamente pone a disposición de todos los interesados el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Partes de la Higiene Industrial y sus Aplicaciones
La Higiene Industrial tiene los siguientes objetivos:
- Conocer las características principales de los agentes físicos, químicos o biológicos y sus efectos.
- Detectar la presencia en los lugares de trabajo de aquellos factores o agentes físicos, químicos, biológicos o psicosociales que pueden constituir un riesgo higiénico para la salud.
- Evaluar cualitativa y cuantitativamente agentes contaminantes químicos y biológicos.
- Determinar el riesgo higiénico, comparando los resultados obtenidos en la evaluación con valores estándar previamente establecidos para cada agente.
- Definir y establecer, con la ayuda de otros conjuntos de datos estadísticos, epidemiológicos y de la toxicología, medidas preventivas.
- Corregir, mediante la aplicación de técnicas adecuadas, las condiciones adversas que puedan producir riesgo.
- Colaborar con otras disciplinas de prevención en el mantenimiento de la salud.
- Colaborar con otras técnicas de prevención.
- Conseguir que el esfuerzo físico y mental de cada trabajador en su ejercicio cotidiano sea el adecuado.
- Colaborar con otras técnicas de prevención en la minimización de la contaminación interior y exterior por parte de la empresa.
- Conseguir, tanto del personal directivo de la empresa como de los trabajadores, el cumplimiento de sus obligaciones.
- Realizar estudios toxicológicos.
Para conseguir estos objetivos es necesaria una íntima colaboración con las principales técnicas de prevención de riesgos y con otras ciencias de carácter tecnológico. Para llevar a cabo las funciones y objetivos principales de la Higiene Industrial, esto es, la identificación, medida, corrección y control de los ambientes laborales con el fin de prevenir la aparición de enfermedades, aunque es una ciencia y técnica que debe ser considerada en su conjunto, sin embargo, es frecuente clasificarla en 4 ramas o partes, a las que corresponden objetivos y funciones específicas, y que son las siguientes:
- Higiene Teórica: Su función fundamental es establecer la relación dosis-respuesta, proponiendo unos valores-límite de referencia para cada agente contaminante, por debajo de los cuales la mayoría de los trabajadores pueden estar expuestos sin sufrir ningún riesgo o alteración funcional a lo largo de su vida laboral.
- Higiene de Campo: Su objetivo principal es realizar el estudio de la situación higiénica del propio ambiente de trabajo. Para ello, debe desarrollar diversas funciones tales como:
- Análisis de los puestos de trabajo.
- Identificación cualitativa de contaminantes.
- Valoración previa de la situación higiénica.
- Recogida de cualquier otro tipo de información que sea de interés para la evaluación final de la situación higiénica de los puestos de trabajo.
- Higiene Analítica: Su objetivo fundamental es identificar y analizar cuantitativamente los agentes contaminantes presentes en el puesto de trabajo, bien mediante medidas «in situ» o sobre muestras representativas tomadas en el puesto de trabajo, mediante las técnicas adecuadas.
- Higiene Operativa: Su objetivo fundamental es la corrección técnica del ambiente y de los puestos de trabajo que presenten riesgos higiénicos, hasta reducirlos a límites tolerables para la salud.
Prevención y Control de los Riesgos Higiénicos
En el ámbito de la Higiene Industrial, se define como «agente contaminante» toda manifestación energética o tipo de materia, viva o no, que, estando presente en el ambiente laboral, puede afectar a la salud de las personas, siempre que su intensidad o concentración supere unos límites determinados en cada caso.
Según se trate de una energía, de un producto químico o de un ser vivo, los contaminantes se clasifican en 3 grandes grupos:
-
Agentes Físicos: Pueden considerarse como manifestaciones energéticas agresivas generadas por fuentes concretas. Estas energías pueden ser de tres tipos: mecánica, térmica o electromagnética. Métodos de medida y análisis:
- Ruido: Es el más conocido y se presenta con mayor frecuencia en los centros laborales, siendo el agente responsable de la pérdida de la capacidad auditiva, además de otros trastornos fisiológicos y psicológicos difíciles de evaluar.
- Vibraciones: Producen efectos que dependen de su frecuencia.
- Energía Térmica: Los casos más conocidos son los de exposición a temperaturas elevadas (calor) y bajas temperaturas (frío).
- Energías Electromagnéticas: Llamadas habitualmente radiaciones, suelen clasificarse en diversos tipos en función de una serie de parámetros relacionados entre sí como son: la frecuencia, longitud de onda o la propia energía, dando lugar a lo que se conoce como espectro de ondas electromagnético, dentro del cual se encuentra la luz visible.
-
Agentes Contaminantes Químicos: Son las sustancias constituidas por materia no viva, natural o sintética, que durante su extracción, fabricación, manipulación, presencia o uso pueden generar un riesgo laboral para los trabajadores expuestos.
- Clasificación según el estado de agregación del contaminante: Generalmente, los contaminantes químicos se encuentran dispersos en el aire formando un sistema disperso: aire-sustancia contaminante, que recibe nombres específicos según que el estado de agregación del contaminante sea sólido (gas y vapor), líquido (niebla, bruma, smog) y aire (polvo, fibras, humos, iones).
- Clasificación general según los posibles riesgos: Peligros físicos (explosivos, inflamables, etc.), peligros para la salud humana (tóxicos, mutagénicos, etc.) y para el medio ambiente (capa de ozono).
-
Agentes Biológicos: Presentan marcadas diferencias con los agentes físicos y los agentes químicos, al tratarse de seres vivos que presentan un ciclo vital: generación, crecimiento, reproducción y muerte. Los contaminantes biológicos se pueden clasificar en 5 grandes grupos según sus características biológicas: virus, bacterias, parásitos y hongos.
- Según el tipo de riesgo laboral, se clasifican en:
- Grupo 1U: Cuando es poco probable que altere la salud de los humanos.
- Grupo 2U: Cuando puede afectar a los humanos y suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la colectividad; existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces.
- Grupo 3U: Cuando puede causar una enfermedad grave a los humanos y presenta serio peligro, con riesgo de propagación a la colectividad; existen generalmente profilaxis o tratamientos eficaces.
- Grupo 4U: Cuando puede causar una enfermedad grave a los humanos y supone un serio peligro para los trabajadores, además de que se propague a la colectividad, no existiendo profilaxis o tratamientos eficaces.
La Encuesta Higiénica
Intenta llegar a un conocimiento profundo y real del posible riesgo higiénico generado como consecuencia de la actividad laboral. Las fases de actuación son:
- Reconocimiento e Identificación: En esta fase, debe conseguirse toda la información posible que permita centrar el problema y vislumbrar los posibles riesgos higiénicos en la empresa o puestos de trabajo objeto de estudio.
- Análisis: La determinación analítica de los posibles agentes contaminantes identificados cualitativamente en la etapa anterior se realiza, bien mediante aparatos de lectura directa en el propio puesto de trabajo o mediante toma de muestras ambientales para su posterior análisis en los laboratorios.
- Evaluación: Para facilitar la evaluación higiénica, habrá de tenerse en cuenta no sólo la concentración o intensidad medida en la evaluación analítica, sino también el tiempo de exposición a dicha concentración. Para conjugar estos dos factores, se ha definido el concepto de Dosis Máxima Permisible, que indica el porcentaje del valor de referencia (valor-límite) con respecto a tiempos de exposición diferentes a 8 horas por día. Obviamente, si este valor es superior a 100, existe riesgo de exposición al agente evaluado.
- Corrección y Control: De una manera muy general, las medidas correctoras se pueden clasificar en los siguientes tipos:
- Aislamiento de la fuente.
- Confinamiento.
- Sustitución de sustancias y/o procesos por otros menos peligrosos.
- Captación del contaminante en el mismo punto en que se produce.
- Ventilación general de las áreas de trabajo.
- Limitación de los tiempos de exposición.
- Protección personal.
Prevención y Control de los Riesgos por Exposición a Agentes Químicos
- Asfixiantes: Su efecto es impedir el suministro de oxígeno, bien por disminución de su presión parcial (asfixiantes simples) o bien por interferir en su intercambio (asfixiantes químicos). Son compuestos generalmente gaseosos que producen en las personas y animales superiores un efecto de asfixia. Se clasifican a su vez en dos grupos: asfixiantes simples y asfixiantes químicos.
- Explosivos: Son aquellas sustancias o preparados que pueden explosionar, bien bajo el efecto de una llama, o bien por percusión, choque o fricción.
- Comburentes: Se definen como tales aquellas sustancias que, en contacto con otras sustancias, en especial las sustancias inflamables, originan una reacción fuertemente exotérmica. Son ejemplos característicos el aire (oxígeno), el oxígeno líquido, la mezcla sulfonítrica, los nitritos, el agua oxigenada y otros peróxidos inorgánicos y orgánicos, los percloratos, cloratos y permanganatos.
- Inflamables: Son las sustancias que pueden arder. La peligrosidad depende de una serie de parámetros físico-químicos característicos de la sustancia, tales como: punto de inflamación o destello; punto de autoignición; límites superior o inferior de inflamabilidad; presión de vapor (en el caso de líquidos) y del calor de combustión o potencia calorífica. De acuerdo con la mayor o menor «facilidad de inflamación», las sustancias inflamables se clasifican en tres grupos: extremadamente inflamables, fácilmente inflamables e inflamables.
- Tóxicos: Son aquellas sustancias que pueden ser tóxicas para el ser humano y los animales superiores. Pueden distinguirse tres categorías en función de su toxicidad, determinadas por los efectos agudos (LD 50) en animales de experimentación en ensayos por vía oral, percutánea o por inhalación (vía pulmonar) son los siguientes: muy tóxicos, tóxicos y nocivos.
- Corrosivos: Son aquellos compuestos y mezclas que, en contacto con tejidos vivos, los destruyen o corroen, debido a reacciones ácidas, básicas o de deshidratación.
- Irritantes: Son sustancias que, por contacto inmediato, prolongado o repetido con la piel o las mucosas, provocan una reacción inflamatoria. Se clasifican en dos grupos: irritantes primarios y secundarios.
- Carcinogénicos: Se consideran en este grupo todas aquellas sustancias o preparados que, por inhalación, ingestión o penetración, pueden producir cáncer o aumento de su frecuencia. La clasificación corresponde al sistema REACH y al Reglamento CLP. Se subdividen en tres categorías.
- Mutagénicos: Son aquellas sustancias que, por inhalación, ingestión o vía percutánea, pueden producir alteraciones en el material genético de las células.
- Tóxicos para la Reproducción: Son todas aquellas sustancias y mezclas que, por inhalación, ingestión o vía percutánea, pueden producir alteraciones en el feto humano, el embrión, el aparato reproductor, las células germinales, etc. También se clasifican, análogamente, en tres categorías.
- Peligrosas para el Medio Ambiente: Son aquellas sustancias y mezclas cuya utilización presenta o puede presentar un riesgo inmediato o diferido para el medio ambiente.
- Sensibilizantes: Son aquellas sustancias que, en contacto con la piel y las mucosas, provocan una reacción anormal del sistema de defensa inmunológico (alergia).
- Anestésicos y Narcóticos: Son compuestos que actúan como depresores del sistema nervioso central. Forman parte de este grupo los disolventes industriales.
- Contaminantes que Dañan el Tejido Pulmonar: Está constituido por sustancias de gran incidencia en Higiene Industrial. Se pueden clasificar a su vez en tres grupos: polvos neumoconióticos, polvos inertes y alérgicos.
- Tóxicos Sistémicos: Producen efectos localizados al fijarse sobre ciertos órganos. Dichos efectos pueden ser debidos a ellos mismos o a sus metabolismos.
- Sustancias Productoras de Dermatosis: Producen alteraciones de la piel. Cabe distinguir los siguientes grupos:
Vías de Entrada de Agentes Contaminantes en Higiene Industrial
- Inhalación.
- Ingestión.
- Dérmica.
- Ocular.
Almacenamiento de Productos Químicos
Lo primero que hay que tener en cuenta es la reglamentación específica que es obligado cumplir. Esta legislación no solo es estatal, sino también autonómica y local.
La legislación nacional actualmente vigente está constituida por el Reglamento sobre almacenamiento de productos químicos RAPQ, Real Decreto 656/2017, de 23 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos y sus Instrucciones Técnicas Complementarias MIE APQ 0 a 10.
Desde el punto de vista preventivo, hay que tener en cuenta al menos los siguientes principios:
- Se debe mantener almacenado las cantidades mínimas indispensables de productos peligrosos y siempre envasados adecuadamente, correctamente cerrados y revisados periódicamente.
- En los lugares de trabajo, deben existir las cantidades mínimas necesarias.
- Se deben mantener separados los productos que puedan ser incompatibles entre sí.
- Algunos tipos de productos requieren un almacenamiento aislado o confinado, que deben ser especialmente gestionados y controlados (productos muy tóxicos, explosivos, etc.).
Los líquidos inflamables (punto de inflamación inferior a 38 ºC) y combustibles (punto de inflamación superior a 38 ºC) pueden almacenarse en recipientes móviles y en recipientes fijos.
Las salas de almacenamiento estarán dedicadas exclusivamente a este objetivo y se situarán en edificios para ello o en partes de edificios.
Es importante la limpieza, que deberá realizarse sin levantar polvo, por medios de aspiración y húmedos. Para el caso de producirse derrames y fugas, se tendrán previstos los procedimientos de actuación segura.
Los riesgos del almacenamiento de productos químicos se derivan tanto de sus propias características (naturaleza y estado) como del estado y condiciones del mismo almacenamiento. En consecuencia, en función de qué productos, qué cantidades, qué estado, qué posibles incompatibilidades y qué condiciones de humedad, presión, temperatura, etc., se puede producir cualquier tipo de daño: explosiones (química, física, BLEVE = “Boiling Liquid Expanding Vapor Explosion” = explosión por expansión brusca del vapor de un líquido en ebullición), incendio, fugas al ambiente de productos tóxicos, reacciones violentas, derrames, etc.
Conceptos de Protección Individual y Colectiva
La Higiene Industrial Operativa tiene como objetivo la corrección técnica del ambiente o puestos de trabajo que presenten riesgos higiénicos, eliminándolos o reduciéndolos hasta límites tolerables para la salud. Para conseguir este objetivo, se debe actuar sobre algunos de los tres elementos siguientes, con este orden de prioridad:
- La fuente o foco contaminante.
- El medio ambiente en el que se propaga.
- Sobre el sujeto receptor, en este caso el trabajador.
Por lo tanto, con el aislamiento de la fuente se persigue evitar la salida del contaminante hacia el ambiente, aunque no siempre es aplicable tecnológicamente; con el confinamiento, se pretende separar físicamente las operaciones peligrosas para limitar al máximo la población expuesta; con la sustitución de sustancias y/o procesos por otros menos peligrosos, se tiene el mejor método, siempre que técnicamente sea posible.
Con la captación del contaminante en el mismo punto en que se produce, se trata de evitar que el contaminante se disperse en el medioambiente del puesto de trabajo y en sus inmediaciones.
Con la ventilación general de las áreas de trabajo y la limitación de los tiempos de exposición, se puede conseguir rebajar la exposición de las personas concernidas.
Finalmente, la protección personal individual es una medida que sólo se debe poner en práctica cuando no es posible ninguno de los procedimientos anteriores (protección colectiva).
Se define como Equipo de Protección Individual (EPI) “cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos, que pueden amenazar su seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin”. Por tanto, no hay que confundir los EPI con la protección colectiva, cuyo objetivo es proteger a un colectivo de trabajadores frente a un riesgo determinado. Esta protección colectiva es la primera que hay que aplicar por ser más eficaz, más económica y más humana.
Electricidad Estática como Factor de Riesgo: Medidas a Adoptar
La electricidad estática se genera por fricción y rozamiento en diversas operaciones (entre ellas, la pulverización) donde entran en contacto materiales diferentes. Este fenómeno corresponde a una distribución de cargas eléctricas desigual entre dos superficies de materiales distintos o separadas por un dieléctrico, lo que genera un campo eléctrico y una diferencia de potencial.
Ante estos riesgos, las medidas preventivas a adoptar comienzan por el control del ambiente y evitar que se generen atmósferas inflamables.
- Impedir la presencia de mezclas inflamables con una ventilación suficiente (logrando estar por debajo del límite inferior de inflamabilidad) o, todo lo contrario, provocar una alta proporción del agente inflamable, situándose por encima del límite superior de inflamabilidad.
- Evitar o limitar la formación de cargas eléctricas mediante el empleo de aditivos antiestáticos, la utilización de instalaciones, equipos y dispositivos protegidos.
- Evitar impactos mecánicos que generen chispas o vibraciones, pudiéndose utilizar, si fuera necesario, herramientas mecánicas de seguridad, no generadoras de chispas.
- Los operarios no deben utilizar ropas de tejido sintético, siendo la más conveniente la de algodón. El calzado debe ser conductor (si la suela es de goma u otro material aislante, se deben colocar remaches de metal) y el suelo permitir la disipación de las cargas.
- El mantenimiento de una humedad alta, al menos de más del 60%, provoca una mejor conductividad de las superficies, lo que facilita una mejor disipación de las cargas eléctricas.
Clasificación de los Equipos de Protección Individual con Respecto al Riesgo Químico
La Unión Europea clasifica los EPI, según el nivel de la gravedad de los riesgos que tratan de evitar, en tres categorías que configuran su diseño y fabricación y, en consecuencia, establece los procedimientos de certificación, o lo que es lo mismo, de valoración de la conformidad de los EPI con los requisitos esenciales de seguridad. En la primera categoría, el fabricante asume la responsabilidad de las prestaciones obtenidas por el modelo en los ensayos que ha realizado y, si considera que esas prestaciones obtenidas garantizan los requisitos esenciales de seguridad exigibles, autocertifica su EPI, mientras que para las categorías 2 y 3, en los ensayos participa un organismo de control notificado.
Además, el folleto informativo, que es información técnica a presentar por el fabricante, y la marca CE estampada sobre un EPI o su embalaje, suponen la conformidad del EPI con los requisitos esenciales de seguridad.
El marcado para las diferentes categorías se efectúa de la siguiente manera:
- Para los EPI de primera categoría, diseño simple: sólo las iniciales CE.
- Para los EPI de 2ª categoría: además de CE, las dos últimas cifras del año en que se ha marcado.
- Para los EPI de la 3ª categoría, diseño complejo: se añadirá el número del organismo notificado que hace el control de la producción.
El tiempo de utilización de los EPI viene determinado por la gravedad del riesgo, concentración del contaminante, frecuencia de exposición, características del puesto de trabajo, así como de las prestaciones del equipo.
La protección del cráneo se efectúa con cofia, redes, gorros, etc. para evitar la acumulación de sustancias peligrosas.
Para la protección de pies y extremidades frente a líquidos corrosivos u otras sustancias químicas, se utilizará calzado con piso de caucho, neopreno, cuero tratado o madera, y se deberá sustituir el cosido por vulcanización en la unión del cuero con la suela. La protección de las extremidades inferiores se completará, si fuera necesario, con el uso de cubrepiés y polainas de cuero curtido, caucho, etc.
Las cremas, lociones, pomadas, jabones, etc. utilizadas para proteger la piel son ayudas para completar la acción protectora de otros elementos o cuando no se pueden utilizar ropas protectoras, eliminando el contaminante o disponiendo una barrera que impida la agresión a la piel.
Pautas para la Utilización de los Equipos de Protección Individual
La formación previa del usuario de un EPI debe constar como mínimo de:
- Exposición del problema y de los riesgos para la salud.
- Instrucciones de colocación y ajuste.
- Pruebas de ajuste.
- Duración de los EPI.
- Tiempos sin uso.
- Mantenimiento y su programación.
- Evaluaciones periódicas.
Esto puede garantizar la aceptación del EPI por el trabajador si, además, los documentos emitidos en todo el proceso quedan para consulta por los usuarios.
A continuación, se facilita una relación, de carácter indicativo y no exhaustivo, de actividades y sectores de actividades que pueden requerir la utilización de equipos de protección individual para protección respiratoria:
- Trabajos en contenedores, locales exiguos y hornos industriales alimentados con gas, cuando pueden existir riesgos de intoxicación por gas o de insuficiencia de oxígeno.
- Trabajos en la boca de los altos hornos.
- Trabajos cerca de convertidores y conducciones de gas de altos hornos.
- Trabajos cerca de la colada en cubilote, cuchara o caldero cuando puedan desprenderse vapores de metales pesados.
- Trabajos de revestimientos de hornos, cubilotes o cuchara y calderos, cuando pueda desprenderse polvo.
- Pintura con pistola sin ventilación suficiente.
- Trabajos en pozos, canales y otras obras subterráneas y de la red de alcantarillado.
- Trabajos en instalaciones frigoríficas en las que exista un riesgo de escape de fluido frigorífico.
Finalmente, se detallan a continuación unas indicaciones, con carácter no exhaustivo, para la evaluación de equipos de protección individual de las vías respiratorias:
- Riesgos que deben cubrirse:
- Acciones de sustancias peligrosas contenidas en el aire respirable.
- Falta de oxígeno en el aire respirable.
- Riesgos debidos al equipo:
- Incomodidad y molestias al trabajar.
- Accidentes y peligros para la salud.
- Alteración de la función protectora debido al envejecimiento.
- Riesgos debidos a la utilización del equipo:
- Eficacia protectora insuficiente.