Importancia de la Alimentación en Pacientes Oncológicos

Una buena alimentación es fundamental para los pacientes oncológicos, ya que antes, durante y después del tratamiento puede ayudarles a sentirse mejor y a mantenerse más fuertes.

Beneficios de una buena alimentación durante el tratamiento

Comer bien mientras se encuentra en tratamiento contra el cáncer podría ayudar al paciente a:

  • Sentirse mejor
  • Mantener un nivel elevado de fuerza y energía
  • Mantener el peso y las reservas de nutrientes del cuerpo
  • Tolerar mejor los efectos secundarios relacionados con el tratamiento
  • Reducir el riesgo de infecciones
  • Sanar y recuperarse más rápido

Nutrientes importantes

Proteínas

Función estructural. Después de una cirugía, quimioterapia o radioterapia, las proteínas ayudan a sanar los tejidos y a combatir infecciones.

Alimentos ricos en proteínas: carnes rojas, aves, pescado, huevos, productos lácteos, legumbres, nueces y semillas.

Grasas

Función de reserva y energética.

  • Grasas Monoinsaturadas: Aceite de oliva.
  • Grasas Poliinsaturadas: Aceite de girasol, pescados.
  • Grasas Saturadas: De origen animal: carnes rojas, aves, leche, queso, mantequilla. Pueden elevar los niveles de colesterol, incrementando el riesgo de enfermedades del corazón. Procurar no consumir más del 10% de las calorías diarias.
  • Ácidos Grasos Trans: Se forman cuando los aceites vegetales son procesados en margarina o manteca. Se encuentran en margarina y bollería industrial. Este tipo de grasa puede elevar el colesterol malo y reducir el bueno.

Carbohidratos

Principal fuente de energía para el cuerpo, ofreciendo el combustible que requiere para la actividad física y el funcionamiento de los órganos.

Se encuentran en los alimentos integrales (cereales, harinas, panes, arroz integral, cebada) o en la fibra.

Existen dos tipos de fibra:

  • Fibra insoluble: Ayuda a eliminar los residuos de la comida.
  • Fibra soluble: Se adhiere al agua en las heces fecales para el ablandamiento de las mismas.

Agua

Beber 8 vasos de 235 ml (2 litros) diarios para asegurar que cada célula recibe la cantidad necesaria de fluidos.

Vitaminas y Minerales

En cantidades pequeñas, ayudan a que el cuerpo utilice la energía (calorías) proporcionada por los alimentos.

  • Antioxidantes: Vitaminas A, C y E, así como selenio y zinc. Se adhieren a los radicales libres para evitar que ataquen a las células normales. No se recomienda tomar complementos antioxidantes mientras se está recibiendo quimioterapia o radioterapia.
  • Fitonutrientes o Fitoquímicos: Vegetales como carotenoides (zanahoria), licopeno (tomate), resveratrol y fotosteroles que protegen la salud.

Efectos secundarios comunes que afectan la capacidad de comer

  • Pérdida de apetito
  • Dolor de boca o garganta
  • Resequedad bucal
  • Problemas dentales y de encías
  • Cambios en los sentidos del gusto u olfato
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Sensación de cansancio todo el tiempo (fatiga)
  • Depresión

Factores que determinan la aparición de efectos secundarios

  • El tipo de cáncer
  • La parte del cuerpo afectada
  • Duración y dosis del tratamiento

Consejos prácticos para incrementar la cantidad de calorías y proteínas

  • Consumir menos cantidad de alimento pero más veces al día.
  • Comer los alimentos favoritos a cualquier hora del día.
  • Ingerir comidas altas en calorías y cargadas de proteínas.
  • Hacer ejercicio.
  • Beber la mayor parte de líquidos entre comidas en vez de durante la comida para evitar la sensación de llenado.

Efectos secundarios de la radioterapia

El tipo de efectos secundarios causados por la radioterapia dependerá de:

  • El área del cuerpo tratada
  • El tamaño del área a tratar
  • La dosis total
  • El tipo de radiación
  • La cantidad de sesiones de tratamiento

Posibles efectos secundarios relacionados con la nutrición por radioterapia:

  • Cerebro y espina dorsal: Náuseas, vómitos (hasta 90 días), dolor de cabeza, cansancio.
  • Cabeza o cuello (lengua, cuerdas vocales, amígdalas, glándulas salivales, cavidad nasal, faringe): Dolor bucal, dificultad o dolor al tragar, cambio en el gusto o pérdida del gusto, dolor de garganta, boca reseca, saliva espesa (hasta 90 días), resequedad en la boca, deterioro de la mandíbula, tétanos, cambios en el gusto y el olfato.
  • Tórax (pulmones, esófago, seno): Dificultad para tragar, ardor, cansancio, pérdida del apetito (hasta 90 días), estrechez del esófago, dolor de pecho con la actividad física, corazón agrandado, inflamación del pericardio (membrana alrededor del corazón), cicatrización o inflamación pulmonar.
  • Abdomen, región del estómago (intestino grueso o delgado, próstata, cuello uterino, útero, recto, páncreas): Pérdida de apetito, náuseas, vómitos, diarrea, gases, hinchazón, dificultad para tolerar los productos lácteos, cambio en la micción (orina), cansancio (hasta 90 días), diarrea, sangre en la orina o irritación de la vejiga.

Cronología de los efectos secundarios

  • Comienzan alrededor de la segunda o tercera semana de tratamiento.
  • Son más intensos al cabo de dos terceras partes de la duración del tratamiento.

Consejos para el manejo de alimentos

  • Lavarse las manos con agua tibia durante 20 segundos antes y después de preparar alimentos y antes de comer.
  • Mantener los alimentos refrigerados a una temperatura inferior a 5ºC y los calientes a más de 60ºC.
  • Descongelar los alimentos en el refrigerador.
  • No ingerir germinados crudos de semillas vegetales.
  • Lavar las latas con jabón antes de abrirlas.
  • Eliminar los huevos con cáscaras agrietadas.
  • Cocinar bien los alimentos a una temperatura de 100ºC (212ºF).

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