Sistema Inmunitario: Mecanismos de Defensa y Tipos de Inmunidad
El sistema inmunitario (término preferido académicamente[1]) o inmunológico (del latín in-mūn(itātem) ‘sin obligación’, cient. ‘inmunidad’ y del griego sýn σύν ‘con’, ‘unión’, ‘sistema’, ‘conjunto’), también conocido con el término (rechazado a menudo[1]) sistema inmune (por influencia de la mala traducción del inglés de immune system) es aquel conjunto de estructuras y procesos biológicos en el interior de un organismo que lo protege contra enfermedades identificando y atacando a agentes patógenos y células cancerosas.[2] Detecta una amplia variedad de agentes, desde virus hasta parásitos intestinales,[3][4] y necesita distinguirlos de las propias células y tejidos sanos del organismo para funcionar correctamente.
El sistema inmunitario está compuesto principalmente por leucocitos (linfocitos,[5] otros leucocitos,[6] anticuerpos,[7] células T,[8] citoquinas,[8] macrófagos,[8] neutrófilos,[8] entre otros componentes que ayudan a su funcionamiento).[8] La detección es complicada, ya que los patógenos pueden evolucionar rápidamente, produciendo adaptaciones que evitan el sistema inmunitario y permiten a los patógenos infectar con éxito a sus huéspedes.[
Inmunidad es un término médico que describe el estado de tener suficientes defensas biológicas para evitar la infección, enfermedad u otra invasión biológica no deseada. La inmunidad involucra tanto a componentes específicos como no específicos. Los componentes no específicos actúan como barreras o como eliminadores de patógenos para detener la infección por microorganismos antes de que puedan causar la enfermedad. Otros componentes del sistema inmunitario se adaptan ellos mismos a cada nueva enfermedad encontrada y son capaces de generar inmunidad específica contra el germen patógeno.
Inmunidad Innata
Los microorganismos o toxinas que consigan entrar en un organismo se encontrarán con las células y los mecanismos del sistema inmunitario innato. La respuesta innata suele desencadenarse cuando los microbios son identificados por receptores de reconocimiento de patrones, que reconocen componentes que están presentes en amplios grupos de microorganismos, o cuando las células dañadas, lesionadas o estresadas envían señales de alarma, muchas de las cuales (pero no todas) son reconocidas por los mismos receptores que reconocen los patógenos. Los gérmenes que logren penetrar en un organismo se encontrarán con las células y los mecanismos del sistema inmunitario innato patógeno. Las defensas del sistema inmunitario innato son inespecíficas, lo cual significa que estos sistemas reconocen y responden a los patógenos de forma genérica. Este sistema no confiere una inmunidad duradera contra el patógeno. El sistema inmunitario innato es el sistema dominante de protección en la gran mayoría de los organismos.
Inmunidad Adaptativa
La inmunidad adaptativa, adquirida o específica a menudo se subdivide en dos grandes tipos dependiendo de cómo se introdujo la inmunidad. Pueden subdividirse aún más, dependiendo de la cantidad de tiempo que dura la protección. La inmunidad pasiva es a corto plazo, y normalmente dura sólo unos pocos meses, mientras la protección vía inmunidad activa dura más tiempo, y es a veces de por vida. El diagrama de debajo resume estas divisiones de inmunidad.
El sistema inmunitario innato comprende las células y los mecanismos que defienden al huésped de la infección por otros organismos, de forma no específica. Esto significa que las células del sistema innato reconocen, y responden a patógenos de forma genérica y, a diferencia del sistema inmunitario adaptativo, no confiere inmunidad a largo plazo o protectora al huésped.[1] El sistema inmunitario innato proporciona defensa inmediata contra la infección, y se encuentra tanto en animales como en vegetales.
Se cree que el sistema innato constituye una antigua estrategia evolutiva de defensa, que predomina en las plantas, los hongos, los insectos y los microorganismos multicelulares primitivos (ver Otras formas de inmunidad innata).[2]
Las funciones principales del sistema inmunitario innato en vertebrados incluyen:
- Reclutamiento de células inmunes hacia los sitios de infección y de inflamación, mediante la producción de factores químicos, incluyendo los mediadores químicos especializados, denominados citoquinas.
- Activación de la cascada del sistema del complemento para identificar bacterias, activar las células y promover el aclaramiento de las células muertas o de los complejos de anticuerpos.
- La identificación y remoción de sustancias extrañas presentes en órganos, tejidos, sangre y linfa, a cargo de los leucocitos.
- La activación del sistema inmunitario adaptativo mediante un proceso conocido como la presentación de antígenos.