Mitosis, Meiosis y Nutrición Vegetal: Procesos Esenciales

Mitosis y Meiosis: División Celular Comparada

La **mitosis** es una división celular en la cual las células hijas contienen el mismo número de cromosomas que la célula madre, al igual que su información genética. A dicho número se le llama número **diploide** o **2n**. La mitosis es una pequeña fracción del ciclo celular.

La **meiosis** es una división celular especial que tiene como resultado 4 células hijas llamadas **gametos** y solamente ocurre en órganos especiales llamados **gónadas**. Las células hijas tienen la mitad del material genético de la célula madre (la mitad de los cromosomas, el número **haploide** o **n**). Los gametos en casi todas las especies (animales y vegetales) tienen un sexo u otro: el masculino y el femenino; además, se producen en sus respectivas gónadas. En el órgano reproductor femenino se unen los gametos para producir un embrión y sus tejidos circundantes, los cuales poseen el número de cromosomas de la especie (número diploide o 2n).

Espermatogénesis y Ovogénesis: Diferencias Clave

  • En la **ovogénesis** se produce un gameto funcional, mientras que en la **espermatogénesis** se producen cuatro gametos funcionales.
  • Se acumula mayor cantidad de material nutritivo durante la ovogénesis que en la espermatogénesis.
  • Las células resultantes de la ovogénesis presentan tamaños diferentes debido a que el material nutritivo no se distribuye equitativamente.
  • Durante la formación de los espermatozoides, se requiere un proceso de diferenciación para obtener gametos funcionales, lo cual no sucede durante la ovogénesis.
  • La ovogénesis se inicia al tercer mes del desarrollo intrauterino; la espermatogénesis hasta que el hombre llega a la pubertad.

Función Nutrición en Vegetales

La **nutrición vegetal** es el conjunto de procesos que permiten a los vegetales absorber del medio ambiente y asimilar los elementos nutritivos necesarios para sus distintas funciones fisiológicas: crecimiento, desarrollo, reproducción, etc. El principal elemento nutritivo que interviene en la nutrición vegetal es el **carbono**, extraído del gas carbónico del aire por las plantas **autótrofas** gracias al proceso de la **fotosíntesis**. Las plantas no clorofílicas, llamadas **heterótrofas**, dependen de los organismos autótrofos para su nutrición carbonosa.

La nutrición recurre a procesos de absorción de gas y de soluciones minerales, ya directamente en el agua para los vegetales inferiores y las plantas acuáticas, ya en el caso de los vegetales vasculares en la solución nutritiva del suelo por las raíces o en el aire por las hojas. Las raíces, el tronco y las hojas son los órganos de nutrición de los vegetales vascularizados: constituyen el aparato vegetativo.

Por los pelos absorbentes de sus raíces (las raicillas), la planta absorbe la solución del suelo, es decir, el agua y las sales minerales, que constituyen la **savia bruta** (ocurre que las raíces se asocian a hongos para absorber mejor la solución del suelo, se habla entonces de **micorriza**). Por las hojas, allí donde se efectúa la fotosíntesis, la planta recibe aminoácidos y azúcares que constituyen la **savia elaborada**. Bajo las hojas, los estomas permiten la evaporación de una parte del agua absorbida (oxígeno: O2) y la absorción de dióxido de carbono (CO2). Por el tallo, circulan los dos tipos de savia: la savia bruta por el xilema y la savia elaborada por el floema.

Los elementos nutritivos indispensables para la vida de una planta se subdividen en dos categorías: los **macronutrientes** y los **micronutrientes**. Los macronutrientes se caracterizan por sus concentraciones superiores al 0.1% de la materia seca. Entre ellos se encuentran los principales elementos nutritivos necesarios para la nutrición de las plantas, que son el carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno. Estos cuatro elementos que constituyen la materia orgánica representan más de un 90% por término medio de la materia seca del vegetal. Al cual se añaden los elementos utilizados como abono y enmiendas que son: el potasio, el calcio, el magnesio, el fósforo, así como el azufre. Los tres primeros macronutrientes se encuentran en el aire y en el agua. El nitrógeno, aunque representando un 78% del aire atmosférico, no puede ser utilizado directamente por las plantas que no pueden, a excepción de algunas bacterias y algas, asimilarlo más que bajo forma mineral, principalmente bajo la forma de ión nitrato (NO3). Eso explica la importancia de la «nutrición añadida de nitrógeno» en la nutrición vegetal y su adición como abono por los productores.

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