Núcleos Reticulares
El núcleo reticular es una continuación de la formación reticular del tallo cerebral al diencéfalo. Recibe aferencias de la corteza cerebral y otros núcleos talámicos. Las primeras son colaterales de proyecciones corticotalámicas y las últimas de proyecciones talamocorticales. El núcleo reticular se proyecta a otros núcleos talámicos. El neurotransmisor inhibidor en esta proyección es el ácido gamma-aminobutírico (GABA). El núcleo reticular es único entre los núcleos talámicos porque sus axones no salen del tálamo. Con base en sus conexiones, el núcleo reticular interviene en la integración y control de las actividades de los núcleos talámicos.
Núcleos Intralaminares
Los núcleos intralaminares y el núcleo reticular reciben en conjunto fibras de varios orígenes, motoras y sensoriales, y se proyectan de forma difusa en la corteza (a través de otros núcleos talámicos). Sus aferencias de múltiples orígenes y sus proyecciones corticales difusas les permiten actuar en la respuesta cortical del despertar. Por sus conexiones con los ganglios basales, los núcleos intralaminares participan asimismo en mecanismos de control motor y, en virtud de las aferentes de vías ascendentes que median el dolor, intervienen asimismo en el reconocimiento de la experiencia sensorial dolorosa. El reconocimiento de esta última en los núcleos intralaminares está mal localizado y tiene una calidad emocional, en contraste con el reconocimiento cortical, que está bien situado.
Metatálamo
El término metatálamo se refiere a dos núcleos talámicos: geniculado medial y geniculado lateral.
1. Núcleo Geniculado Medial
Es un núcleo talámico de relevo en el sistema auditivo. Recibe fibras directas del lemnisco lateral o, con mayor frecuencia, después de una sinapsis en el colículo inferior. Estas fibras auditivas llegan al cuerpo geniculado medial a través del brazo del colículo inferior (brazo cuadrigeminal inferior). El núcleo geniculado medial recibe también fibras de retroalimentación de la corteza auditiva primaria en el lóbulo temporal. El flujo eferente del núcleo geniculado medial forma la radiación auditiva de la cápsula interna (parte sublenticular) a la corteza auditiva primaria en el lóbulo temporal (áreas 41 y 42). Infartos hemorrágicos pequeños en el núcleo geniculado medial se acompañan de ilusiones auditivas como hiperacusia y palinacusia y extinción completa de las aferencias del oído contralateral. El geniculado medial puede participar en el análisis espectral de sonidos, el reconocimiento del patrón de sonido, la memoria auditiva y la localización del sonido en el espacio, además de igualar información auditiva con otras modalidades.
2. Núcleo Geniculado Lateral
Éste es un núcleo talámico de relevo en el sistema visual. Recibe fibras del tracto óptico que conducen impulsos de ambas retinas. El núcleo geniculado lateral es laminado y la aferencia de cada retina se proyecta en diferentes láminas (retina ipsolateral a las láminas II, III y V; retina contralateral a las láminas I, IV y VI). Fibras de retroalimentación llegan asimismo al núcleo desde la corteza visual primaria (área 17) en los lóbulos occipitales. El flujo eferente del núcleo geniculado lateral forma la radiación óptica de la cápsula interna (parte retrolenticular) a la corteza visual primaria en el lóbulo occipital. Parte del flujo eferente se proyecta al núcleo pulvinar y la corteza visual secundaria (áreas 18 y 19).
Grupo Nuclear Talámico Posterior
Este grupo incluye el polo caudal del grupo ventral posterior de los núcleos talámicos en relación medial con el núcleo pulvinar y se extiende en sentido caudal para fundirse con el cuerpo geniculado medial y la sustancia gris, medial a él. Recibe aferencias de todos los tractos somáticos ascendentes (lemnisco medial y espinotalámico) y las vías auditivas y tal vez de las visuales. Las neuronas en esta parte del tálamo son multimodales y responden a diversos estímulos. La eferencia del grupo posterior se proyecta a las cortezas de asociación en los lóbulos parietal, temporal y occipital. Por consiguiente, el grupo nuclear posterior es un centro de convergencia para diversas modalidades sensoriales. Carece de las especificidades modal y espacial de los sistemas sensoriales ascendentes típicos, pero permite una interacción entre los sistemas sensoriales divergentes que se proyectan en él. A diferencia de los núcleos talámicos sensoriales específicos, el grupo posterior no recibe conexiones recíprocas de retroalimentación de la corteza cerebral.
Nomenclatura de los Núcleos Talámicos
Existen varios sistemas de nomenclatura de los núcleos talámicos basados en características compartidas de conectividad y función de las fibras. Dos de estos sistemas de nomenclatura se utilizan con regularidad. El primero agrupa núcleos talámicos en tres categorías generales:
- Modalidad específica
- Multimodal asociativa
- Inespecífica y reticular
El grupo de núcleos de modalidad específica comparte las características siguientes:
- Recibe aferencias directas de tractos ascendentes largos relacionados con información somatosensorial, visual y auditiva (ventral posterior lateral y medial, geniculado lateral, geniculado medial) o procesa información derivada de los ganglios basales (ventral anterior, ventral lateral), el cerebelo (ventral) o el sistema límbico (anterior, dorsal lateral).
- Tiene conexiones recíprocas con áreas corticales bien definidas (áreas somatosensorial primaria, auditiva y visual, áreas premotora y motora primaria, giro del cíngulo).
- Se degenera cuando se extirpa el área cortical específica a la que se proyecta.
En contraste, el grupo multimodal asociativo no recibe aferencias directas de tractos ascendentes largos y se proyecta a áreas corticales de asociación en los lóbulos frontal, parietal y temporal. Estos núcleos incluyen el dorsomedial y el complejo nuclear pulvinar-lateral posterior.