¿Cómo percibimos los estímulos? Los receptores sensoriales.
Los receptores sensoriales son los encargados de detectar la información y convertirla en un impulso nervioso. Este es conducido a un centro nervioso superior donde se origina la sensación.
Según su estímulo:
- Fotorreceptores- detectan estímulos luminosos
- Mecanorreceptores- detectan cambios mecánicos
- Quimiorreceptores- detectan cambios químicos
- Termorreceptores- detectan cambios de temperatura
Según su localización:
- Receptores internos- se localizan en los órganos internos y recogen información de estos como hambre, sed, necesidad de orinar
- Receptores externos- están en la superficie del organismo y recogen información del exterior como luz, sonido, cambios de temperatura.
Oído y el equilibrio.
Los oídos son órganos sensoriales alojados en cavidades de los huesos temporales, que captan, en zonas diferentes, 2 tipos de estímulos: sonidos y cambios de posición del cuerpo (equilibrio). Consta de 3 partes:
- Oído externo- formado por pabellón auditivo 👂 y conducto auditivo, que termina en una membrana elástica llamada tímpano. Glándulas segregan cera.
- Oído medio- desde el tímpano, hasta membranas llamadas ventana oval y ventana redonda. Contiene 3 huesos: martillo, yunque y el estribo.
Función del oído:
- Ondas sonoras atraviesan el conducto auditivo hasta alcanzar el tímpano, y lo hacen vibrar.
- El tímpano transmite vibración a la cadena de huesecillos, el último, el estribo, transfiere vibración a la ventana oval.
- La ventana oval transmite vibración a la endolinfa del oído interno. En el interior del caracol se encuentra el órgano de corti, donde se localizan células receptoras del sonido.
- Equilibrio: utrículo y sáculo se encargan de la percepción del equilibrio. Los canales semicirculares están orientados en 3 direcciones del espacio y se encargan del equilibrio dinámico.
Tacto
Melanocitos. Células con pigmento oscuro melanina que protegen nuestro cuerpo de radiaciones solares nocivas.
Panículo adiposo. Capa de células que contienen grasa que aíslan del frío, amortiguan golpes y sirven como reserva energética.
Glándulas sudoríparas. Excretan sudor para enfriar la superficie corporal y contribuyen a la termorregulación y eliminación de sustancias de desecho.
Pelos. Protegen del frío y se erizan gracias a los músculos horripiladores.
Glándulas sebáceas. Secretan diversos lípidos que lubrican la piel y el pelo.
Gusto
Nos permite detectar sustancias químicas procedentes de los alimentos que se disuelven en saliva. Las sensaciones que produce son los sabores. Formadas por botones gustativos, papilas gustativas y lengua.
Olfato
El sentido del olfato nos permite detectar las moléculas gaseosas que llegan a la nariz. Las sensaciones que nos producen son los olores. El ser humano puede detectar unos 3k olores.
Funciones huesos
Permiten el anclaje de los músculos. Son el elemento pasivo del aparato locomotor. Sostienen el organismo. Protegen órganos delicados. Son almacén de calcio, que se libera en caso de necesidad. Forman los glóbulos rojos en la médula roja. Hay huesos largos (fémur), huesos cortos (huesos de la muñeca) y huesos planos (omóplato). Hay huesos cartilaginosos que son estructuras menos duras que los huesos, pues no contienen sales de calcio. Podemos encontrarlos en las orejas y la punta de la nariz. Los ligamentos son fibras formadas por el tejido conjuntivo que unen a los huesos que forman parte de una articulación. Hay tres tipos: fijas como las articulaciones del cráneo, móviles como la rodilla y semimóviles como las vértebras.
Estructura músculos y cómo se contraen
Las células o fibras musculares se agrupan en paquetes musculares que juntos forman el músculo. El músculo y los paquetes musculares están rodeados por cubiertas protectoras que al unirse se unen al hueso y forman los tendones. Estos son muy resistentes y al contraerse el músculo transmiten el movimiento al hueso. La contracción de un músculo consiste en su engrosamiento y acortamiento. Para ello, es necesaria la activación de un nervio motor sobre el músculo y la producción de energía en las células musculares. Para realizar un movimiento es preciso que se coordine el movimiento de varios músculos a la vez. Si ambos músculos cooperan en el movimiento se denominan agonistas. Los antagonistas, sin embargo, actúan en sentido opuesto: uno se contrae y el otro se relaja.
¿Qué tipos de músculos existen?
Los músculos pueden clasificarse según su contracción:
- Músculos esqueléticos o de fibra estriada. Son los que se unen a los huesos y producen su movimiento. Su contracción es voluntaria y no persistente, es decir, se fatigan. Sus células tienen varios núcleos, un ejemplo es el bíceps.
- Músculos cardiacos. Se localizan en el corazón y sus fibras son similares a las de los músculos esqueléticos, aunque con una organización algo diferente. Sin embargo, su contracción es involuntaria y persistente, no se fatigan.
- Músculos lisos. Forman parte de los órganos internos, su contracción es involuntaria, lenta y duradera. Sus células tienen un solo núcleo y un ejemplo son los músculos que producen los movimientos peristálticos del esófago. Según su forma se clasifican en alargados, circulares y planos.