• Regulación Nerviosa Sistémica II
Cuando se produce un aumento de la presión arterial, los baroreceptores detectan que las células se están estirando y mandan una señal al bulbo raquídeo, el cual genera una respuesta en el Sistema Nervioso Simpático (SNS) y Sistema Nervioso Parasimpático (SNP):
– El SNP segrega acetilcolina para que actúe a nivel de las células marcapasos y eso conlleve a una disminución de la Frecuencia Cardíaca (FC).
– Inhibimos la actuación del SNS para que las arterias se vasodilaten (esto hace que disminuyamos la resistencia periférica) y disminuya la fuerza de contracción.
Una vez disminuida la fuerza de contracción y la FC, disminuimos el gasto cardíaco, y una vez disminuida la resistencia periférica también, bajamos la presión arterial.
Cuando baja la presión arterial lo detectan los baroreceptores y volvemos a repetir el ciclo, regulando así la cantidad de presión que disminuye o aumenta.
Estructura del sistema respiratorio
• Epitelio alveolar y superficie de intercambio alveolar
El epitelio está formado por células:
– Células tipo I → Son grandes con respecto a las tipo II y se encargan de realizar el intercambio gaseoso y por ello son tan grandes para tener mayor contacto con el capilar sanguíneo.
– Células tipo II → Son las más pequeñas y son muy importantes porque fabrican la sustancia surfactante que es densoactiva que se mezcla con el líquido que baña la pared alveolar para poder disminuir la tensión superficial del alveolo.
– Macrófagos → Fagocitar o eliminar agentes patógenos o sustancias extrañas que puedan provocar un daño en el organismo y que han llegado hasta los alveolos.La superficie de intercambio se encuentra formada por un conjunto de estructuras:
- Epitelio endotelial del capilar sanguíneo
- Epitelio alveolar
- Capa intermedia denominada capa basal o membrana basal que se encuentra en contacto con las dos estructuras anteriores.
• Sustancia surfactante
La sustancia surfactante previene el colapso de los alveolos.
Esta sustancia se mezcla con el líquido que recubre el alveolo para disminuir la tensión superficial consiguiendo que las presiones entre alveolos se igualen. La ley de LaPlace nos dice que la presión interna de un alveolo está relacionado con la tensión superficial que sufre dicho alveolo y el radio del mismo.
De esta forma tenemos un alveolo cuyo radio es 2 y la tensión superficial es 3. Si aplicamos la fórmula 2T/r obtenemos que el alveolo tiene una presión igual a 3. Otro alveolo cerca más pequeño con la misma tensión superficial pero con un radio de 1, al aplicar la ecuación nos sale 6. Llegamos a la conclusión de que los alveolos de menor tamaño van a sufrir mayor presión que aquellos que son más grandes. Esta situación no es idónea ya que estamos creando un gradiente de presión entre dos alveolos cercanos. Lo que ocurre es que el aire contenido en el alveolo pequeño con mayor presión va a tender a pasar al alveolo más grande, al ocurrir constantemente el alveolo pequeño puede colapsar y cerrar. Los capilares sanguíneos cercanos a los alveolos no podrán realizar el intercambio. Gracias a la sustancia surfactante podemos modificar la tensión superficial para igualar las presiones.
Si tenemos sustancia surfactante en los alveolos pequeños es mayor que en los alveolos más grandes. En una situación con las mismas dimensiones de alveolos y una tensión superficial de 2 en el alveolo grande. El alveolo pequeño tiene una mayor concentración de sustancia surfactante que modifica la tensión superficial y aplicando la ecuación nos sale una presión de 2.
Al igualar las presiones con la sustancia surfactante no hay gradiente de presión entre ellos y por lo tanto el aire que llegue a cada uno permanecerá dentro.
• Efectos de la gravedad
El pulmón derecho está dividido en tres lóbulos: superior, inferior y medio; y el izquierdo en dos lóbulos: superior e inferior; y se distingue un vértice y una base.
Dibuja las áreas de West que divide al pulmón en tres partes iguales.
Para crearla hacemos cortes horizontales en el pulmón, la primera área es el vértice del pulmón, la parte central del pulmón y por último la base del pulmón.
En la zona 1, si va a la parte superior, la presión disminuye porque la sangre tiene que realizar un esfuerzo contra la gravedad. Para hacer que la presión aumente y favorezca el intercambio gaseoso vasoconstreñimos y al hacerlo aumentamos un poco la presión arterial. Para que continúe su camino y pueda llegar a la zona. La sangre que llega con poca fuerza recibe ese empujón con la vasoconstricción y pueda pasar.
En la zona 2 o media proviene la sangre de la circulación pulmonar. No obstante, hay ocasiones en la que se produce vasoconstricción para favorecer la circulación.
En la zona 3, si va a la parte inferior, la sangre llega con más presión por la fuerza de la gravedad. No nos interesa que llegue con tanta presión y por lo tanto vamos a vasodilatar para que la sangre permanezca más tiempo en los capilares y se pueda realizar el intercambio gaseoso correctamente.
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