Signos Vitales y su Importancia en la Salud

Signos Vitales


Indican el funcionamiento fisiológico básico en las áreas de la temperatura, circulatorio y respiratorio. Los signos son: temperatura, pulso, frecuencia respiratoria y cardíaca, y tensión arterial.

• Temperatura


– Valor normal: 36° a 37°. El centro para el control de la temperatura interna se encuentra en el hipotálamo, en la porción inferior del cerebro. Se mide con un termómetro clínico, que es un cilindro de vidrio alargado calibrado en grados Celsius (centígrados) o Fahrenheit. El tubo contiene una columna de mercurio que se expande por reacción al calor del cuerpo. La escala comienza en 33° C y termina en 44° C. También hay termómetros desechables, que son cintas sensibles a la temperatura y cambian de color si es mayor a la normal. En los lugares de internación, sobre todo en cuidados intensivos, se utilizan termómetros electrónicos.

– Variaciones de la Temperatura


Hipotermia: es la disminución de la temperatura por debajo de los 36° C.

Hipertermia: aumento de la temperatura por encima de 37° C.

Fiebre: 38° C a 40° C.

– Síntomas o Fases de la Fiebre

. Fase de escalofrío: hay aumento de la actividad muscular, sensación de frío, escalofrío intermitente y aprensión (tensión). Signos: piel fría, aumento del pulso y de la frecuencia respiratoria.

. Fase de evolución de la fiebre: la piel se siente caliente al tacto, hay rubor generalizado, sensación de sed, irritabilidad, cefalea, fotofobia, inquietud o somnolencia, y pérdida de agua (transpiración). Puede haber confusión mental y alucinaciones.

. Fase de terminación de la fiebre: no se presentan síntomas específicos.

• Pulso


Es el latido de una arteria que se siente sobre una saliente ósea.

– Frecuencia: número de latidos por minuto (60 a 80).

– Se valora por palpación.

– En caso de urgencia, se palpa el carotídeo. En caso no urgente, se palpa el radial y el humeral (para la tensión arterial).

– El femoral y el dorsal del pie se palpan para verificar la circulación en las extremidades inferiores.

• Respiración


Es el intercambio de oxígeno por dióxido de carbono. Se observan los movimientos de inspiración y espiración.

– Valor normal: de 15 a 20 por minuto.

– Aumento anormal: taquipnea o polipnea.

– Disminución anormal: bradipnea.

– Ausencia de movimiento: apnea.

– Respiración normal: eupnea.

TOS: es el medio por el cual una persona elimina de sus vías respiratorias secreciones y materias extrañas.

Hipertensión Arterial


Es una enfermedad silenciosa pero traicionera que puede llevar a un infarto de miocardio, hemorragia intracraneal, insuficiencia renal, entre otras.

Hay dos tipos de tensión arterial:

1) Esencial, primaria o idiopática (no hay una causa identificable).

2) Secundaria.

Más del 95% de los casos son de hipertensión primaria, mientras que el 5% corresponde a hipertensión secundaria, que puede ser causada por estenosis (cierre) de la arteria renal, coartación de la arteria aorta, síndrome de Cushing, feocromocitoma y aldosteronismo, entre otras patologías.

Independientemente de la forma, aumenta el riesgo de sufrir lesiones vasculares u orgánicas que pueden conducir a insuficiencia renal, accidentes cardiovasculares o infarto de miocardio. Cuanto más alta sea la tensión, mayor será el riesgo. El principal factor de riesgo es la obesidad. Recomendaciones: dieta, fármacos y controlarse una vez al día.

Cuando se resquebraja el corazón, las arterias coronarias participan, siendo la descendente anterior la que irriga más sangre que la circunfleja.

Enfermedades Coronarias:


– Principal causa de muerte en el mundo industrializado, superando al cáncer y a los accidentes de tránsito.

– En Argentina, el 43% de la población sufre de problemas cardíacos.

– Origen de la enfermedad coronaria: alteración de las estructuras de las arterias o envejecimiento de las arterias coronarias.

Ateroesclerosis: ataca todas las arterias, provocando un depósito de grasa que endurece las paredes y las obstruye.

– En condiciones normales, las arterias son flexibles para acomodarse a la circulación, que es lenta. Si las placas se instalan en la coronaria, disminuye la circulación y no irriga adecuadamente el músculo cardíaco.

– En la etapa inicial de la enfermedad, el corazón se adapta a la menor irrigación, pero en un esfuerzo físico necesita mayor caudal, bombeando más rápido. Cuando la sangre no puede llegar, surge la insuficiencia cardíaca, con manifestaciones como angina.

– Los problemas cardiovasculares pueden presentar síntomas como sensación de opresión, dolor prolongado y agudo (que aparece en ese momento), que puede llevar a un infarto de miocardio.

– El 65% del 43% corresponde a ataques cardíacos, el 20% a ataques cerebrales y el 15% a otras causas cardíacas.

Hora de Oro


Es el momento crucial durante el cual, si el paciente consulta rápidamente al médico, puede recibir atención oportuna para resolver el problema. En el caso de un infarto agudo de miocardio, la mayor dificultad es el tiempo de demora, es decir, el tiempo que tarda la persona en acudir a la consulta. La asistencia médica dentro de las primeras 6 horas luego de aparecer el dolor brinda los mayores beneficios. Pasado este intervalo, el paciente llega en peores condiciones.

Alcoholismo


Se refiere a la cantidad de alcohol en sangre. Óptimo: no consumir. Luego de su ingestión, el alcohol pasa del estómago al intestino delgado. Cuando el estómago está vacío, pasa más rápido a la sangre (en 5 minutos), mientras que con el estómago lleno puede tardar hasta 1 hora y media. Se disuelve bien en agua y grasa, y se distribuye por todos los tejidos del cuerpo; el 90% va al hígado, donde se metaboliza. El alcohol desinhibe lo inhibido. Cuando se excede la cantidad que el hígado puede soportar, el alcohol sigue por otras vías, lo que puede ser peligroso y traer efectos en el sistema nervioso.

La cantidad de alcohol es proporcional a la concentración en sangre. Sujetos no habituados experimentan efectos mayores que aquellos que consumen regularmente.

– 0,4 g de alcohol por 100 cm³ de sangre (punto límite para manejar).

Borrachera: se refiere al alcohol en el cerebro.

Primera fase: 0,4 a 0,8 g p/L: euforia, locuacidad (habla mucho), disminución de la atención y coordinación. Libera las inhibiciones. Esta fase es muy peligrosa para conducir.

Segunda fase: 0,8 a 1,25 g p/L: alteración en los reflejos, movimientos torpes, alto grado de euforia y excitación, comportamientos peligrosos. Incoherencia verbal, gritos y discusiones. Incrementa un 80% la posibilidad de chocar.

Tercera fase: a medida que el alcohol deprime el sistema nervioso central (SNC) por el consumo continuo, 1,5 a 3 g p/L: dificultad en el equilibrio, pérdida de estabilidad, titubeos, vómitos y desorden en la conducta. Puede haber impotencia sexual, trastornos del habla, visión doble, incapacidad para calcular distancias y alteraciones de la sensibilidad, lo que provoca irritabilidad. En las sociedades occidentales, el alcohol produce la mitad de las muertes en accidentes.

Cuarta fase: más de 3 g p/L: puede llevar al coma o a la muerte. Depresión severa de los centros respiratorios del cerebro.

En España, el 70% de la población consume bebidas alcohólicas regularmente.

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