Enfermedades de los Ojos
Glaucoma
Aumento de la presión dentro del globo ocular debido a la falta de drenaje del humor acuoso. Si no se detecta a tiempo puede afectar al nervio óptico, produciendo una pérdida de visión.
Cataratas
Pérdida de transparencia del cristalino, que termina haciéndose opaco, lo que provoca una disminución de la visión. Se corrige mediante tratamiento quirúrgico.
Hipermetropía
Dificultad para enfocar objetos cercanos. Las imágenes no se enfocan en la retina, sino detrás. Puede deberse a que el globo ocular sea pequeño o por debilidad en el poder de enfoque.
Miopía
Dificultad para enfocar objetos lejanos, que se ven borrosos. Se puede corregir con lentes o quirúrgicamente.
Astigmatismo
Incorrecta curvatura de la córnea, que en vez de ser redonda está achatada. Esto impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos. Se puede corregir con lentes.
Conjuntivitis
Inflamación del tejido conjuntivo de la esclerótica, debido principalmente a infecciones por microorganismos.
Enfermedades del Oído
Otitis
Inflamación del oído medio, a veces acompañada de secreción de pus que causa dolor. Se trata con antibióticos.
Enfermedad de Meniere
Afección del oído interno que afecta al equilibrio y a la audición. Se caracteriza por vértigos esporádicos y pérdida de audición de uno o ambos oídos.
Enfermedades de las Fosas Nasales
Rinitis
Trastorno inflamatorio de la membrana mucosa de la nariz. Se caracteriza por secreción nasal acuosa, congestión y dificultad para respirar por la nariz.
Enfermedades de la Piel
Urticaria
Alteración alérgica de la piel caracterizada por la aparición repentina o reiterada de manchas, ronchas u otras manifestaciones.
Psoriasis
Enfermedad crónica caracterizada por la aparición de placas escamosas de color rojizo o castaño, cubiertas por pequeñas escamas blancas. Generalmente afecta a las rodillas, el cuero cabelludo y el pecho.
El Aparato Locomotor
Lleva a cabo las respuestas motoras, elaboradas por el sistema nervioso. Sirve de soporte interno al organismo y facilita sus movimientos o desplazamientos. Está constituido por dos sistemas:
El Sistema Esquelético
Constituye la parte pasiva del aparato locomotor. Está formado por el esqueleto, un armazón interno móvil integrado por los huesos y las estructuras complementarias, como las articulaciones y los ligamentos que permiten la unión de los huesos. Entre sus funciones destacan:
- Intervenir en el movimiento del cuerpo.
- Dar forma y soportar el peso del cuerpo.
- Proteger de golpes a los órganos internos.
- Permitir el anclaje de los músculos esqueléticos.
- Almacenar calcio y fósforo.
- Producir células sanguíneas en la médula ósea.
Sistema Muscular
Constituye la parte activa del aparato locomotor. Está formado por los músculos y los tendones. Entre sus funciones destacan:
- Producir los movimientos necesarios para llevar a cabo las funciones vitales.
- Mantener la postura.
- Permitir la mímica.
Los músculos se relacionan con el sistema nervioso a través de los nervios y están unidos al sistema esquelético por medio de los tendones. El aparato locomotor actúa como un sistema de palancas en el que la parte activa ejerce fuerzas sobre la pasiva provocando el movimiento del cuerpo.
Los Huesos
Son órganos vivos, formados por células y que se nutren y crecen. Están compuestos principalmente por sales de calcio y fósforo y una sustancia fibrosa llamada colágeno. La parte externa de los huesos está formada por tejido óseo compacto, mientras que la parte interna es tejido óseo esponjoso. Hay 3 tipos:
Huesos Cortos
Tienen forma cúbica o redondeada, como las vértebras. Están formados por tejido óseo esponjoso, limitado por una delgada corteza de tejido óseo compacto.
Huesos Planos
Tienen forma de placas, curvas o planas. Su función suele ser protectora, como los huesos del cráneo. Están formados por dos capas de tejido óseo compacto, una interna y una externa, y entre ambas una delgada capa de hueso esponjoso.
Huesos Largos
Tienen forma alargada y cilíndrica. Su función es de sostén y movimiento. El fémur y el húmero son huesos largos.
Diáfisis
Es la parte central. En su interior se encuentra la médula ósea amarilla, en la que se acumulan las grasas.
Epífisis
Corresponde a los extremos de los huesos. En su interior hay tejido óseo esponjoso, donde se encuentra la médula ósea roja, en la que se producen las células sanguíneas.
Las Articulaciones
Son estructuras que mantienen unidos entre sí los huesos contiguos, impidiendo su separación. Hay 3 tipos:
Inmóviles
No permiten el movimiento de los huesos entre sí. Por ejemplo, las articulaciones que unen los huesos del cráneo. En estas articulaciones los huesos están juntos borde a borde, lo que permite una unión muy sólida. También se llaman suturas.
Semimóviles
Unen fuertemente los huesos pero permiten un pequeño movimiento. Entre los huesos que se unen existen cartílagos y ligamentos que fortalecen la articulación. Las articulaciones de las vértebras son de este tipo. Entre vértebra y vértebra se encuentran los discos intervertebrales, que son cartílagos que permiten una pequeña movilidad de las vértebras.
Móviles
Permiten una gran variedad de movimientos entre los huesos que las forman. Los huesos no entran en contacto directo, pues sus extremos se recubren por una cápsula articular de cartílago. De estas cápsulas salen ligamentos que unen los huesos entre sí e impiden que se separen. Además, entre los huesos hay una bolsa de líquido incoloro y viscoso, el líquido sinovial, que actúa como lubricante y amortiguador para disminuir el roce entre los huesos.
Los Músculos
Están formados por células alargadas, denominadas fibras musculares. Estos órganos pueden contraerse y relajarse, con lo que modifican su longitud y producen el movimiento. Hay 3 tipos:
Lisos
Su contracción es lenta e involuntaria. Están formados por fibras musculares lisas. Son los músculos que recubren las paredes de diferentes órganos del cuerpo, permitiendo el funcionamiento de dichos órganos.
Cardíacos
Su contracción es rápida e involuntaria. Están formados por fibras musculares estriadas. Forman la zona muscular del corazón (miocardio).
Esqueléticos
Sus movimientos son rápidos y voluntarios. Son, junto al sistema esquelético, los que forman parte del aparato locomotor y los que realizan el movimiento del esqueleto. Los músculos esqueléticos están formados por fibras musculares estriadas. Cada fibra se halla envuelta por una capa muy fina de tejido conjuntivo, denominada endomisio. Las fibras se agrupan formando haces musculares que se rodean por una membrana de tejido conjuntivo llamado perimisio. Varios de estos haces musculares forman el músculo, que a su vez está envuelto por otra capa de tejido conjuntivo llamado epimisio.
Clasificación de los Músculos Esqueléticos
Por función:
- Flexores y extensores, que acercan o separan dos partes de un miembro.
- Abductores y aductores, que alejan o acercan una extremidad al eje del cuerpo.
- Pronadores o supinadores, que giran una extremidad.
- Elevadores o depresores, que levantan o bajan una parte del cuerpo.
- Esfínteres y dilatadores, que cierran o abren un orificio corporal.
Por forma:
- Anulares.
- Planos.
- Orbiculares.
- Fusiformes.
Lesiones más Frecuentes del Aparato Locomotor
Fracturas
Se producen por la rotura de un hueso, que puede partirse o astillarse. El tratamiento más habitual consiste en colocar una escayola o una tablilla que mantiene el hueso en la posición correcta hasta que se repara. Síntomas: dolor (lo más habitual), a veces hinchazón y hematomas.
Distensiones y Esguinces
Las dos son lesiones relacionadas con algún tipo de inflamación. Las distensiones afectan a los músculos y tendones y se producen por un estiramiento o un uso excesivo. Los esguinces se producen en los ligamentos por torceduras. En ambos casos lo mejor es guardar reposo y aplicar hielo sobre la zona dañada, y siempre se debe acudir al médico.
Luxaciones
Ocurren cuando un hueso se desplaza de su posición normal en una articulación. El primer síntoma es un intenso dolor que se incrementa con el movimiento; el segundo es la deformidad, puesto que hay un hueso desplazado de su lugar.
Contracturas Musculares
Consisten en la contracción involuntaria y mantenida de un músculo. Ocurren cuando se exige al músculo un trabajo superior al que se puede realizar. Son frecuentes las contracturas musculares debidas a malas posturas, como la escoliosis (desviación en forma de S), lordosis (curvatura lumbar aumentada) o cifosis (curvatura dorsal aumentada).
Prevención
- Hacer ejercicio físico regularmente.
- Tener una dieta equilibrada.
- Llevar calzado adecuado.
- Adoptar posturas adecuadas.
- No cargar excesivo peso en la espalda.