Sistema Reproductor Humano
Reproducción Humana
En el hombre, la reproducción es sexual y ocurre por la fusión de gametas (óvulos y espermatozoides) formadas en los órganos genitales (ovarios y testículos, respectivamente). Intervienen dos individuos de la misma especie, denominados femenino (mujer) y masculino (varón).
Como en todos los mamíferos, en el hombre la fecundación es interna para asegurar la unión de las gametas y el desarrollo del embrión en el cuerpo materno.
Los óvulos son células esféricas con abundante citoplasma que almacena material alimenticio (vitelo) y un núcleo reducido. A diferencia de los espermatozoides, son inmóviles.
Los espermatozoides son filiformes y más pequeños que los óvulos (microgametas). Son móviles gracias a un flagelo. Poseen una cabeza con un núcleo desarrollado y escaso citoplasma.
Las gametas sexuales son células haploides (mitad del número normal de cromosomas). Al producirse la fecundación, se forma el cigoto, célula diploide con el número normal de cromosomas.
Sistema Reproductor Masculino
El sistema reproductor masculino consta de una parte glandular (testículos, que producen espermatozoides) y otra excretora (conductos que eliminan los espermatozoides).
Los testículos (2 órganos de aprox. 5 cm) descienden a la bolsa escrotal antes o después del nacimiento. Esta ubicación es necesaria para la formación de espermatozoides, ya que la temperatura abdominal más elevada impide su formación.
Los testículos están cubiertos por la túnica albugínea, que los divide en lóbulos con túbulos seminíferos (producen espermatozoides) y células intersticiales (producen testosterona).
¿Qué es el semen?
El semen es un líquido blanco amarillento, semifluido, que proviene de la mezcla de sustancias segregadas por las glándulas del aparato reproductor masculino. Contiene espermatozoides y sustancias químicas que lo protegen de los ácidos de la uretra y el aparato reproductor femenino.
¿Qué es la uretra?
La uretra es un tubo que se extiende desde la vejiga urinaria al exterior. En el varón, es común a los aparatos urinario y reproductor.
Sistema Reproductor Femenino
El sistema reproductor femenino consta de una parte glandular (ovarios, donde se forman los óvulos) y otra excretora (conductos que transportan las gametas sexuales).
Los ovarios (2 órganos de color grisáceo) se alojan en la cavidad pélvica. Su forma es ovalada (4cm x 2cm x 1,5cm; 5-8g).
Una mujer ovula 12 o 13 veces al año durante aproximadamente 30 años; solo unos 400 óvulos alcanzan la madurez.
El óvulo liberado es recibido por las trompas de Falopio, que desembocan en el útero.
El útero (6-8cm x 4cm x 3cm; 50-70g) alberga y protege el embrión durante su desarrollo. Su capa mucosa, el endometrio, recibe al óvulo fecundado.
El útero se comunica con el exterior a través de la vagina (aprox. 9cm de longitud).
La vagina recibe el pene durante el acto sexual y sirve como canal de parto.
La vulva, situada entre las caras internas de los muslos, está constituida por los labios mayores y menores, y el clítoris (homólogo del pene).
Detrás del clítoris se abren los orificios urinario y genital. En la mujer virgen, el orificio genital está protegido por el himen.
Ciclo Reproductor de la Mujer
El ciclo reproductor femenino comprende una etapa pasiva (antes de los 11-14 años y después de los 45-50 años) y otra activa (entre esas edades).
El ciclo menstrual (aprox. 28-30 días) se caracteriza por la menstruación (eliminación de sangre vaginal durante 3-7 días).
Fecundación
Durante la cópula, se introducen en la vagina más de 300 millones de espermatozoides. Solo unos pocos miles llegan al óvulo en la trompa de Falopio.
Si el espermatozoide fecunda al óvulo, se forma el cigoto (célula diploide con 46 cromosomas).
El óvulo tiene un poder de fertilización de aproximadamente 24 horas, mientras que el espermatozoide lo retiene entre 24 y 48 horas.
Después de la fecundación, el huevo se divide activamente mientras desciende por el oviducto hasta el útero, donde se implanta (alrededor del octavo día).
El cuerpo lúteo segrega progesterona para impedir el desprendimiento del embrión. La progesterona también prepara las mamas para la lactancia.
La implantación consuma el embarazo. Si el paso del óvulo por la trompa es demasiado rápido o el endometrio no está preparado, la implantación no se produce.