Descubrimiento de la Célula
Las primeras observaciones de células datan del año 1665, cuando Robert Hooke observó con un microscopio una fina lámina de corcho. En ella vio unas celdillas geométricas a las que llamó células. En 1674, Anthony van Leeuwenhoek observó y describió por primera vez células vivas y microorganismos en el agua a los que llamó animálculos.
A partir del siglo XIX, el perfeccionamiento de los microscopios permitió observar nuevas estructuras celulares: