El concepto de sostenibilidad se centra en dos objetivos principales que deben ser compatibles: la mejora de los niveles de desarrollo de las poblaciones y la preservación de los recursos que sustentan la vida en el planeta. El desarrollo sostenible, definido en la Cumbre de las Naciones Unidas de Río de Janeiro en 1992, se presenta como una estrategia global de desarrollo económico con restricciones medioambientales.
Los recursos naturales son los materiales existentes en la Tierra que poseen valor económico. Se clasifican en:
Su formación requiere largos procesos y, una vez agotados, desaparecen. Ejemplos: recursos geológicos como el petróleo y el carbón.
Se reemplazan al mismo ritmo que se consumen, pero pueden agotarse si se sobreexplotan. Ejemplos: agua, viento, sol, especies animales y vegetales.
Un recurso natural es cualquier forma de materia, energía o información que se utiliza para satisfacer las necesidades fisiológicas, socioeconómicas y culturales, tanto a nivel individual como colectivo.
Los recursos naturales se clasifican en dos categorías principales:
Los recursos renovables se forman por procesos cíclicos rápidos o pueden regenerarse después de su utilización. Algunos ejemplos incluyen: