Introducción
La función básica del sistema circulatorio es transportar oxígeno y nutrientes a las células, y recoger los desechos del metabolismo celular para llevarlos a los órganos encargados de su eliminación, como el hígado y los riñones. El corazón es el órgano responsable de impulsar la sangre a los tejidos. Se puede comparar con una bomba que produce el trabajo a través de la contracción de las fibras musculares cardíacas.
El sistema circulatorio se divide en dos partes: