1. Tejidos de las Plantas

Para adaptarse al medio, las plantas desarrollaron mecanismos para:

• Protegerse de la desecación.
• Distribuir los nutrientes por todo el organismo.
• Mantenerse erguidas.

Esto se logra mediante la agrupación de células en tejidos especializados que dan lugar a órganos diferenciados (raíz, tallo, hoja y flor).

Todas las células de la planta se reproducen, pero conforme la planta crece, esta capacidad de división queda restringida a los meristemos. A partir de los meristemos, las células se van especializando para formar tejidos adultos. Existen dos tipos de tejidos: adultos y meristemos.

Tejidos Formadores o Meristemos

Son los encargados del crecimiento de la planta. Sus células son totipotentes (se multiplican y se diferencian). Esto distingue a las plantas de los animales, ya que las plantas no dejan de crecer, mientras que los animales cesan su crecimiento en la madurez.

Estas células son pequeñas y de forma irregular, tienen pared celular muy fina, un núcleo muy grande y vacuolas pequeñas. Se distinguen dos tipos:

Meristemos Primarios

Proceden de las células embrionarias, se encuentran en el extremo de las raíces, tallos o brotes y son los responsables del crecimiento en longitud.

Meristemos Secundarios

Proceden de células adultas con capacidad de multiplicación y diferenciación. Solo se originan a partir del año de vida de la planta y son los responsables de su grosor.

Tejidos Adultos

Se originan a partir de los meristemos y sus células han perdido la capacidad de multiplicarse y diferenciarse. Se clasifican en:

Tejidos Fundamentales o Parénquimas

Son los encargados de la nutrición de la planta, ya que en ellos tiene lugar la fotosíntesis, la respiración y el almacenamiento de reservas. Constituyen la mayor parte de la masa de la planta. Se distinguen:

• Parénquima clorofílico: Se encarga de realizar la fotosíntesis (hojas y tallos jóvenes).
• Parénquima de reserva: Acumula sustancias de reserva, no tiene cloroplastos.
• Parénquima acuífero: Constituye una especialización de las plantas xerófitas, cuyas hojas tienen células parenquimáticas que almacenan una gran cantidad de agua.
• Parénquima aerífero: Las células están separadas para almacenar aire y favorecer su circulación. Es propio de las plantas acuáticas, y el aire les sirve como sistema de flotación.

Tejidos de Sostén

Proporcionan resistencia y rigidez, y sus células tienen las paredes muy engrosadas y a veces reforzadas con lignina.

• Colénquima: Sostiene órganos en crecimiento. Sus células están vivas, y cuando envejecen van perdiendo elasticidad en las partes de la planta donde no crecen más. Se encuentra debajo de la epidermis de los tallos.
• Esclerénquima: Sostiene los órganos que han dejado de crecer. Son células muertas con las paredes engrosadas y lignificadas. Pueden ser: fibras (células alargadas con extremos puntiagudos que están dispersas o formando grupos), fibras del xilema (son fibras que se disponen en largas hileras en los tallos leñosos, forman parte del tejido conductor), esclereidas (son cortas y lignificadas, pueden aparecer dispersas o en capas sólidas).

Tejidos Conductores o Vasculares

Transportan las sustancias nutritivas desde la raíz hasta las hojas o viceversa. Están formados por células alargadas que se disponen en filas y a veces se fusionan formando tubos. Hay dos tipos:

• Xilema: Conduce la savia bruta hasta las hojas y está formado por varios tipos de células que forman alineaciones longitudinales desde la raíz hasta el tallo (elementos traqueales, fibras del xilema y células parenquimáticas).
• Floema o tejido liberiano: Su misión es conducir la savia elaborada desde las hojas hasta las partes no fotosintéticas de la planta. Está formado por varias clases de células, como: los elementos cribosos (formados por las células cribosas que se alinean formando un tubo criboso), células acompañantes o anexas (células parenquimáticas asociadas a elementos cribosos con los que tienen una relación fisiológica o funcional), y fibras y células parenquimáticas (especializadas en el almacenamiento de sustancias de reserva).

Tejidos Protectores

Son los encargados de proteger a la planta de agentes externos y forman su cubierta externa.

• Tejidos epidérmicos: Forman la epidermis y sus células están muy juntas y cubiertas por la cutícula, con el objetivo de impermeabilizar la epidermis. Protegen la planta y favorecen el intercambio de sustancias entre la planta y el medio.
• Tejido suberoso: Forman el corcho que sustituye al tejido epidérmico. Es impermeable y se renueva continuamente por la actividad del felógeno.

Tejidos Secretores

Están formados por estructuras muy variadas cuya única característica común es segregar diversas sustancias de desecho o sustancias útiles para la planta.

2. Órganos y Sistemas Vegetales

Las plantas están formadas por la raíz (parte subterránea que fija la planta y absorbe nutrientes), el tallo (sirve de soporte a la planta y conduce la savia bruta y la elaborada) y las hojas (sintetizan las moléculas orgánicas y realizan la respiración).

En las plantas adultas se pueden distinguir dos estructuras, primaria y secundaria, que se diferencian en el grado de organización. Los tejidos se agrupan en tres sistemas:

• Sistema dérmico: Formado por la epidermis.
• Sistema fundamental: Formado por los parénquimas.
• Sistema vascular: Formado por el xilema y el floema.

La Raíz

Estructura Primaria

Es sencilla y no suele haber médula. El centro está ocupado por el tejido vascular, en el que se alternan haces liberianos y leñosos. En la corteza se encuentra el tejido fundamental y la delimitación entre ambos tejidos se encuentra la endodermis.

Estructura Secundaria

Se activa el cambium.

El Tallo

Dicotiledóneas

El tejido vascular se dispone como un cilindro concéntrico entre el eje y la epidermis. La estructura secundaria es como la de la raíz, aunque la actividad del cambium es más intensa.

Monocotiledóneas

Tienen una capa más externa (epidermis), tejido cortical, periciclo y haces leñosos liberianos dispuestos en círculos concéntricos.

3. Los Tejidos de los Animales

Las células de los animales se forman a partir de una única célula (cigoto) que resulta de la fecundación. Cuando se forman las estructuras básicas del individuo, las células se especializan, para lo que utilizan, de la información que poseen, solo la parte relacionada con su misión. Células con las mismas funciones se agrupan formando unidades estructurales y funcionales (tejidos), que a su vez forman unidades funcionales mayores (órganos), y varios órganos realizan funciones relacionadas dando lugar a aparatos y sistemas.

Cuando las células no están en íntimo contacto, están unidas por una sustancia que puede ser sólida, semisólida o líquida.

Tejidos con Células Poco Diferenciadas

Son células que no tienen gran especialización estructural ni funcional. Dos tipos:

Tejido Epitelial

Formado por células de forma variada, unidas unas a otras sin sustancia intercelular. Por su función se clasifican en:

• Tejido epitelial de revestimiento: Cubre las superficies externas e internas del cuerpo y forma cubiertas elásticas y resistentes. No tiene vasos sanguíneos pero puede presentar terminaciones nerviosas. Pueden ser: pavimentoso (sus células son planas y se acoplan unas a otras como las piezas de un puzzle), prismático (células en forma de prisma) y sensitivo (forma parte de órganos sensoriales cuyas células pueden captar estímulos. Se encuentran en las papilas gustativas que recubren la lengua. También se encuentra en los receptores olfativos, que revisten las paredes internas de las fosas nasales).
• Tejido epitelial glandular: Las células de este tejido están especializadas en la elaboración de sustancias, por lo que forma la parte fundamental de los órganos llamados glándulas. También recibe el nombre de tejido secretor. Estas células tienen forma cúbica y pueden aparecer aisladas, como las células caliciformes del intestino, o agrupadas formando glándulas que pueden ser exocrinas (tienen conductos que comunican con el exterior del cuerpo) o endocrinas (vierten los productos elaborados a la sangre).