Tipos de ACV: Isquémico, Hemorrágico y sus Características

Introducción

El Accidente Cerebrovascular (ACV), también conocido como Ictus, es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro. Existen dos tipos principales de ACV: isquémico y hemorrágico. Este documento describe las características, causas y síntomas de cada tipo.

Tipos de ACV

ACV Isquémico

El ACV isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga el cerebro se obstruye, generalmente por un coágulo de sangre. Esta obstrucción impide que el oxígeno y los nutrientes lleguen al tejido cerebral, lo que puede causar daño permanente.

Existen tres subtipos de ACV isquémico:

  • Trombótico: Se produce por la formación de un coágulo en una arteria cerebral.
  • Embólico: Un coágulo se forma en otra parte del cuerpo (como el corazón) y viaja hasta el cerebro, donde obstruye una arteria.
  • Lacunar: Ocurre en las arterias pequeñas y profundas del cerebro, generalmente debido a la hipertensión arterial.

ACV Hemorrágico

El ACV hemorrágico se produce cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando una hemorragia. La sangre se acumula y comprime el tejido cerebral, lo que puede causar daño permanente.

Existen dos tipos principales de ACV hemorrágico:

  • Hemorragia Intracerebral: La sangre se acumula dentro del tejido cerebral.
  • Hemorragia Subaracnoidea: La sangre se acumula en el espacio entre el cerebro y la membrana que lo recubre (espacio subaracnoideo).

Características Clínicas

ACV Isquémico

  • Síntomas focales: Dependen de la zona del cerebro afectada. Pueden incluir debilidad o parálisis en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender el lenguaje, problemas de visión, mareos y pérdida del equilibrio.
  • Inicio brusco: Los síntomas suelen aparecer repentinamente.
  • Duración: Si los síntomas duran menos de 24 horas, se considera un Ataque Isquémico Transitorio (AIT).

ACV Hemorrágico

  • Cefalea intensa y repentina: A menudo descrita como «la peor cefalea de mi vida».
  • Náuseas y vómitos.
  • Rigidez de nuca.
  • Disminución del nivel de conciencia.
  • Convulsiones.

Factores de Riesgo

Los factores de riesgo para ambos tipos de ACV incluyen:

  • Hipertensión arterial.
  • Diabetes.
  • Tabaquismo.
  • Colesterol alto.
  • Obesidad.
  • Antecedentes familiares de ACV.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico del ACV se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). El tratamiento depende del tipo de ACV y la extensión del daño cerebral.

Conclusión

El ACV es una condición médica grave que requiere atención médica inmediata. Conocer los diferentes tipos de ACV, sus síntomas y factores de riesgo puede ayudar a una detección temprana y un tratamiento oportuno, lo que puede mejorar las posibilidades de recuperación y reducir las complicaciones a largo plazo.

Zonas Afectadas en el ACV Isquémico

Cuando se produce un ACV isquémico, se pueden identificar dos zonas principales en el cerebro:

  • Core o Núcleo: Corresponde a la zona de tejido cerebral directamente afectada por la falta de flujo sanguíneo y que sufre daño irreversible.
  • Zona de Penumbra: Es una zona que rodea al core y que se encuentra en un estado de hipoperfusión (disminución del flujo sanguíneo). Esta zona aún puede ser salvada si se restaura el flujo sanguíneo rápidamente.

Hemorragia Subaracnoidea y Aneurismas

La hemorragia subaracnoidea a menudo se debe a la ruptura de un aneurisma cerebral. Un aneurisma es una dilatación anormal en la pared de una arteria cerebral. Los aneurismas pueden ser asintomáticos hasta que se rompen, causando una hemorragia subaracnoidea.

Hematoma Subdural

El hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre (la capa externa que recubre el cerebro) y la aracnoides (la capa intermedia). Puede ser causado por un traumatismo craneoencefálico o puede ocurrir espontáneamente. El tratamiento depende de la extensión del hematoma y los síntomas del paciente.

Consideraciones Adicionales

  • Disartria y Afasia: La disartria es un trastorno del habla que afecta la articulación de las palabras, mientras que la afasia es un trastorno del lenguaje que afecta la capacidad de comprender o producir el lenguaje. La disartria puede ser causada por daño en el hemisferio derecho o izquierdo del cerebro, mientras que la afasia generalmente se debe a daño en el hemisferio izquierdo.
  • Hidrocefalia Normotensiva: Es una condición en la que se acumula líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro, pero la presión intracraneal se mantiene normal. Los síntomas incluyen trastornos de la marcha, pérdida del control de esfínteres y deterioro cognitivo.
  • Presión Intracraneana (PIC): La PIC está determinada por el volumen del tejido cerebral, la sangre y el LCR. Un aumento en cualquiera de estos volúmenes puede aumentar la PIC.

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